Un Paralelismo fundamenteal entre las dos Presencias

Desde 1914 Cristo asumió como Rey Celestial. Su segunda presencia comenzo, y desde entonces ha estado actuando a favor de su pueblo. Es interesante el comentario del texto del día para este sábado.

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Texto del sábado, 25 de julio de 2009
Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña (Sal. 2:6).

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El Salmo segundo se refiere proféticamente a la coronación de Jesús en el monte Sión celestial (Sal. 110:1, 2). Sin embargo, este salmo también indica que hay un período en que a los gobernantes de la Tierra y a sus súbditos se les concede la oportunidad de someterse a Cristo. Se les insta a que “ejerzan perspicacia” y a que se dejen “corregir”. Durante ese tiempo, “felices son todos los que se refugian en [Jehová]” sirviéndole a él y a su Rey nombrado. Y, como vemos, se les brinda esa oportunidad durante la presencia de Jesús como Rey (Sal. 2:10-12). No obstante, los incrédulos no entenderían estos asuntos ni reconocerían a Jesús como su futuro Rey. Por otra parte, Jesús dijo que sus discípulos verían la señal de su presencia tan claramente como si vieran un “relámpago [...] [que] resplandece desde una parte debajo del cielo hasta otra parte debajo del cielo” (Luc. 17:24-29). w08 15/2 5:7-9

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Cristo no solo vino en el meridiano de los tiempos, al nacer justo en la época en que se divide el Santo del Santísmo Cronológico, sino que también su Segunda Venida o Segunda Presencia (Parausía) está relacionada con su Primera Presencia.

"Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que lo esperan" (Hebreos 9:28).

En realidad la existencia de Jesús, la podríamos dividir en 3 partes: 1) Su existencia prehumana como Miguel, La Palabra; 2) Su existencia humana como Jesús de Nazaret; 3) Su existencia celestial después de su resurreción como poderoso ser espiritual, y luego como Rey. Tres existencias para una sola vida. El número 3 se repite cómo énfasis en el arreglo divino, y aparece en muchas partes de la Biblia. "Porque hay tres que dan testimonio". (1 Juan 5:7)

Bueno, en las últimas investigaciones hemos señalado la posibilidad de que el año 1914 y 2001 estén de alguna forma conectados, y que lo iremos entendiendo poco a poco. Señalé que (de la misma forma en que David gobernó Hebrón antes de gobernar Jerusalén), Jesús ha estado de alguna forma presente o se ha manifestado desde 1914, pero que en el año 2001 ya empezaría a tomar el control de algunos asuntos y a "mecer los reinos", para que durante la Gran Tribulación y Armagedón ya destruya finalmente a sus enemigos. Estos asuntos los iremos comprendiendo a cabalidad al pasar los días.

Lo interesante es que Jesús de Nazaret por algo vivió 29 años antes de emprender su ministerio y ser "ungido" al momento de su bautismo. Cuando nació en Belén ingresó a una nueva etapa y fué reconocido como el Rey legítimo cuando Gabriel habló con María. Esos años fueron claves, porque de alguna forma "moró de incognito", y conoció el punto de vista personal de lo que significa ser un ser humano. Su cuerpo se desarrollaba desde un bebé hasta un adulto completo. Y digo bien 29 años, porque Lucas comenta que su ministerio de 3 años y medio los hizo desde los 30 años. La edad del termino su experiencia humana completa es de 29 años. A los 30 comenzo su ministerio, con su bautismo.

Sús últimos 3 años y medio de predicación y resurrección (practicamente 4 años) son la conclusión de su primera visita o presencia a la Tierra y el derramamiento del Espiritu Santo. De hecho, antes de ascender al Cielo declaró: "Toda Autoridad me ha sido dada como en el cielo, así como en la Tierra" (Mateo 28: 18). Esa fué una declaración anticipada del fin de una carrera en la carne y de la Gloria Real en su segunda venida o presencia. Su segunda venida tiene semejanzas increíbles como iremos viendo.

La primera presencia de Jesus en la carne, por lo tanto, esta dividida en 2 partes: La primera parte tuvo que ver con su experiencia como hijo del hombre, un ser humano completo desde niño a hombre, que termina a los 29 años. Desde los 30 años comienza su segunda etapa de esta primera presencia: su bautismo, ministerio, sacrificio, y resurreccion, e incluso el derramamiento del Espiritu Santo en un periodo de 4 años finales.

Es interesante que si multiplicamos 29 años (primera etapa de Jesús en su primera presencia) x 3 (número sagrado para Cristo, como hemos visto), obtenemos 87 años.

Ahora, si múltiplicamos 4 años (segunda y última etapa de su primera presencia) x 3, obtenemos 12 años.

Si razonamos que desde 1914 Cristo ha vuelto a hacerse presente por segunda vez (ahora de forma espiritual) para la Tierra de alguna manera (tal como entró en la Tierra por primera vez como bebé), debe haber un periodo de transición o crecimiento. Si traspasamos los 87 años (29 x 3) y los sumamos desde 1914, llegaremos nuevamente al mismo año tantas veces mencionado en el blog: 2001. Y tal como Jesús desarrolló su cuerpo por 29 años en su primera visita, ahora en su segunda presencia la congregación (su cuerpo espiritual) habrá crecido bajo la observación de Cristo y llegado a la madurez en el año 2001 (87 años después). Y efectivamente el pueblo de Dios para el 2001 ya habia alcanzado una plenitud importante en su desarrollo estructural y espiritual.

Ahora, si desde el 2001, empezó la segunda y última etapa de la segunda presencia, debemos incorporar los 12 años obtenidos (4 años x 3). Para sorpresa mía y del lector, llegamos nuevamente al 2013. ¿Increíble no? Y hemos aplicado una regla clara y sencilla para la primera y segunda presencia.

Y tal como Jesús clamó "que toda autoridad le había sido dada" al momento de su partida y término de su segundo periodo en su primera presencia, al momento actual, al llegar el año 2013 es posible que Jesús también asuma definitivamente el control sobre los reinos humanos e inicie el milenio, gobernando con la Nueva Jerusalén, tal como David tomó Jerusalén después de una gran batalla, terminando su primer periodo en Hebrón; Cristo hará lo mismo hoy.

No olvidemos lo que dijo Gabriel a María: "..él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". (Lucas 1:32,33).

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