viernes, 11 de septiembre de 2009

El Día que la Tierra se detuvo (parte 1)


¿Cómo olvidar lo inolvidable?

Antes del 11-09-2001 yo había abandonado por completo la búsqueda de la relación entre las profecías y las claves cronológicas. Recuerdo incluso que contábamos 80 años (una supuesta generación) desde 1914 y teníamos el año de 1994. Luego de muchos años investigando llegué a la conclusión de que la relación entre los marcadores del tiempo y la cronología era una pérdida de tiempo y que los cristianos deberían dejar de pensar en esos señaladores.

Siete años después de haber abandonado la búsqueda profética, llegó la mañana del 11-s. Todo cambió desde entonces. Estos días han aparecido muchos programas que nos recuerdan las experiencias de esa mañana. Y realmente todos nos acordamos que hacíamos ese día. El sonido de los aviones chocando contra las Torres, el pánico, las sirenas, las personas saltando al vacio y el colapso y derrumbe de las mismas. También, recuerdo el ataque al Pentágono, la evacuación del presidente, la paralización de Wall Street y la aviación global. El mundo enloqueció por varios días.

Véase:

El mundo realmente cambió. De hecho solo éstos puntos nos hacen reflexionar:

1) Por primera vez en la historia de la humanidad, todo el planeta de forma simultánea pudo ver en directo semejante acto de horror. Ni siquiera la I Guerra Mundial o las bombas atómicas de Hiroshima tuvieron semejante impacto en la memoria y conciencia colectiva de la humanidad.

2) Por primera vez la mayor potencia mundial era humillada en su propio territorio. Ni siquiera en la II Guerra Mundial, la tierra de Estados Unidos había sido tocada. Se demostró que ninguna potencia o reino es invulnerable. La sensación de inseguridad y terror se apoderó de todo el mundo. Y el ataque al Pentágono, considerado un bastión militar de seguridad, demostró que la protección y seguridad humana eran débiles.

3) El comercio mundial estuvo por los suelos siete días. Wall Street por primera vez cerraba por una semana tras los atentados. El Pentágono representaba el poder militar global, y las Torres y el Centro del Comercio Mundial eran el símbolo del poder financiero global. 90 países (al igual que las 90 naciones de la marcha mundial por la paz) estaban representadas en las Torres.

4) Nueva York es considerado la capital del mundo. Su centro financiero estaba allí, y la organización de Dios y la de Satanás también tienen su sede (ONU).

5) Desde entonces, el mundo entró en una espiral de situaciones que lo han llevado hasta el abismo y la actual crisis financiera global siete años más tarde.

Estas son algunas de las meditaciones que nos hacen ver la importancia de ese día. Efectivamente, tenía que estar profetizado semejante suceso, y eso nos ayuda a centrar nuestra búsqueda en ese AVISO.

Nota: Siempre se dice que debemos esperar el cumplimiento de las profecías y los sucesos para hacer una interpretación. Pues bien, han pasado 8 años desde esa fecha y todavía no aparece en ninguna publicación cristiana de ninguna religión algún estudio serio que lo relacione con las profecías. Solo comentarios sobre lo histórico de ese día.