jueves, 1 de octubre de 2009

Un nuevo seísmo sacude Indonesia y la cifra de muertos supera ya el millar y se suman terribles inundaciones por lluvia


Aparte del tsunami en Samoa ya van 2 terremotos en Sumatra en pocas horas y ahora caen torrenciales lluvias

Sumatra está maldita. Los indonesios no encuentran otra razón para explicar su desgracia. «¡Alá nos ha abandonado!», gritaba ayer entre sollozos y frente a las cámaras una mujer de la ciudad de Jambi que buscaba a su marido entre la montaña de cascotes a la que se ha reducido su vivienda. El terremoto del miércoles sólo provocó unas pequeñas grietas en el domicilio familiar, pero el segundo, de magnitud 6,8 en la escala de Richter y sufrido a las 8.52 de la mañana de ayer mucho más cerca de su casa, ha dejado la devastación en una ciudad sobre la que ahora cae un diluvio.

Por si dos seísmos en menos de 24 horas fueran poco drama, las víctimas se enfrentan ahora a la desgracia añadida de las inundaciones. El agua alcanzaba ayer una altura de entre 20 y 50 centímetros en algunas de las zonas más afectadas por ambos terremotos, suficiente para ahogar a muchos de los que han quedado sepultados. «¿Dónde están los equipos de rescate?», preguntaba desesperado, a un reportero, un padre cuya hija permanecía anoche con vida bajo un amasijo de hormigón y hierro.

«Las ciudades de Padang y Pariaman han desaparecido casi por completo. Hemos vuelto al infierno», relataba anoche Abdul Mahdil Hassan, trabajador de una ONG internacional. Este indonesio de 33 años, natural de Bukittinggi, una ciudad cercana al epicentro de ambos terremotos, participó en las labores de ayuda y reconstrucción tras el 'gran tsunami', y ayer comparaba la situación con la de hace cinco años. «Se ve el mismo miedo. Los que no tienen ningún familiar herido o desaparecido tratan de huir, pero no hay gasolina. Todos esperan un 'tsunami' y buscan refugio en el interior». -REUTERS
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El fin del mundo llegó a Indonesia
Un día después del tsunami en Samoa, la isla de Sumatra fue escenario de un sismo. El epicentro tuvo lugar a 53 kilómetros de la ciudad de Padang. La noche dificultaba la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros. Calculan que son miles los muertos.
“Por ahora no puedo ver cadáveres, sólo casas colapsadas –dijo otro vecino, de nombre Adi, a la misma agencia, temprano, cuando los habitantes de la ciudad recién comenzaban a despertar en medio de la pesadilla–. Algunas están semidestruidas, otras completamente. Las personas están paradas alrededor, demasiado asustadas para volver a entrar. Se teme un tsunami. Hasta ahora no ha llegado ayuda. Puedo ver a niños pequeños parados alrededor llevando mantas. Algunas personas están buscando a parientes, pero todas las luces se apagaron completamente”, agregó Adi.-Pag. 12
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Solo con el alma encogida puedo decir que esto es el principio del verdadero "fin del mundo".