Personalmente creo que es una de las verdades más grandes de la creación. Somos seres únicos e irrepetibles en toda la Eternidad. Dios te imagina y apareces. Si un copo de nieve no obedece al ciego azar, ¿qué podemos esperar del ser humano?
La idea racionalista material de que si los humanos no hubieran sido concebidos en el día y el momento exactos en que fueron concebidos y hubieran sido concebidos tan sólo unos segundos después no serían la misma persona, carece del sentido del Propósito de un Dios amoroso e infinitamente sabio y justo. El azar y la casualidad no es producto de la realidad del Universo del "Causa que Llegue a Ser".
“Tal como no te das cuenta de cuál es el camino del espíritu en los huesos dentro del vientre de la que está encinta, de igual manera no conoces la obra del Dios [verdadero], que hace todas las cosas”. –Ecl. 11: 5
Si bien, Dios ha proyectado y diseñado la Identidad de cada ser humano y nos ha dado el don de la individualidad, nuestro cuerpo y tendencias son en gran parte la herencia imperfecta de nuestros padres materiales. Así, una personalidad única y amada por Jehová al momento de nacer, es envuelta en medio de la imperfección de la herencia de Adán. Al nacer con libre Albedrío, cada criatura tomará sus decisiones, víctima de la circunstancias o mediante su libertad. Cada ser, finalmente escoge el camino. Dios solo regala y da, pero ese regalo lleva implícito entregar la libertad a sus Hijos. No obstante, a través del Cristo, Dios se propone reconciliar con él a sus creaciones personales. Una “reconciliación”, significa el restablecimiento de algo previo que unía al hombre y a Dios. Pablo lo dijo de ésta forma:
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“Pero todas las cosas vienen de Dios, que nos ha reconciliado consigo mediante Cristo y nos ha dado el ministerio de la reconciliación”- 2 Cor. 5:18
Ahora bien, el hecho de que Jehová nos creo personalmente a cada uno de nosotros pudiera generar ésta pregunta: ¿No sería contrario al hecho que Jehová descansó de sus obras el séptimo día?
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En realidad no, porque los Días Creativos se refieren a periodos en primer lugar asociados solo al Planeta Tierra y a la preparación de los primeros tipos (Prototipos) o formas de vida de cada especie. Es como una fábrica de coches. Ésta exhibe al término del proceso de diseño y creación a los prototipos. Los presenta al público, pero esto solo es el principio para comenzar a fabricarlos en masa y en serie. Las “series” de los humanos han seguido fabricándose desde entonces, pero tampoco olvidemos que Dios solo otorga el “motor”. La carrocería y piezas exteriores son producto de la herencia genética imperfecta.
¿Cómo podemos hacer para amar más a Jehová? Hay veces que sentimos que amamos más al prójimo que a Dios ¿Cómo hago para amar mucho más a Jehová? Aunque el amor a Jehová está ligado al amor al prójimo, podemos amar más a Dios siendo conscientes del mensaje que Él nos entrega a través de la creación y a través de la relación íntima que tenemos con Él. Una relación que comenzó cuando él nos creó, para luego nosotros olvidarnos de ese magnífico Padre.
Sin embargo, hay que ver más allá de la naturaleza. La conexión con Dios no es simplemente un asunto intelectual o de observación racional o científica del mundo creado. Debemos SENTIR A DIOS, de la misma forma como sentimos el agradable calor del Sol.
Para lograr ese "contacto", es esencial SUMERGIRNOS en el momento presente de la oración y reflexión. Al Orar no hay que solamente recitar un mensaje. La mente debe serenarse en silencio, y nuestra respiración estar tranquila para percibir la sensación benéfica espiritual que nos invade. Ésto es ADORACION PURA. Podemos visualizar con nuestra mente en una noche estrellada que vamos más de allá de las estrellas, percibir las enormes galaxias, y captar la realidad del Padre Universal que sostiene y cubre todas las cosas. Entonces meditemos en como su Amor nos cubre y cuida. Al percibir en silencio, el murmullo de las hojas, el suave oleaje del mar, o el calor del Sol, podemos “escuchar” la voluntad de Abba en nuestras vidas. Así cada vez más, ese contacto se estrechará y se hará una experiencia única e intransferible personal.
“Tus propios oídos oirán una palabra detrás de ti que diga: ‘Este es el camino. Anden en él’ (Isaías 30:21). La “voz” de Dios no es una voz audible, pero sin duda actúa en la super conciencia y un "oído" entrenado perfectamente puede oírla. Esa relación, escuchar esa voz interior, suave, cauta y amorosa, representa una comunicación maravillosa con Dios.
¿Quién imaginas que levanta tu decaído ánimo? ¿Quién fortalece tu alma en medio de la adversidad? ¿Quién es esa pequeña voz interior sabia, equilibrada y justa que nunca falla en sus apreciaciones? ¿Quién crees que te empuja a la bondad y a los más elevados sentimientos? El mundo se tornaría dulce y acogedor si fuésemos conscientes de nuestro gran patrimonio.