Respuesta: En la entrada anterior comenté esa posibilidad. Ahora entraré en algunos detalles de esa conclusión.
La respuesta la tenemos en dos pasajes biblicos. Pero antes debemos tener claro que es el "Día de Jehová". Como comenté también en la entrada anterior, dicho evento lo he relacionado con el término (clímax) de la gran tribulación y Armagedón. ¿En que me baso? Pues bien, notemos lo que dice éste pasaje de Hechos:
17 ‘“Y en los últimos días —dice Dios— derramaré algo de mi espíritu sobre toda clase de carne, y sus hijos y sus hijas profetizarán, y sus jóvenes verán visiones y sus viejos soñarán sueños; 18 y aun sobre mis esclavos y sobre mis esclavas derramaré algo de mi espíritu en aquellos días, y profetizarán. 19 Y daré portentos presagiosos en el cielo arriba y señales en la tierra abajo, sangre y fuego y neblina de humo; 20 el sol será convertido en oscuridad y la luna en sangre antes que llegue el grande e ilustre día de Jehová. 21 Y todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo”’. - Hechos 2:17-21
Notemos que los "ultimos días" anteceden al "día de Jehová". Y más aún, los fenómenos celestes son ANTES de esa día. Podríamos decir que el inicio de la gran tribulación y los fenómenos celestes son antes del término de la tribulación y del Armagedón.
Ahora bien, conectemos esta claridad con la carta primera a los cristianos de Tesalónica. Notemos su contexto:
1 Ahora bien, en cuanto a los tiempos y a las sazones, hermanos, no tienen necesidad de que se les escriba nada. 2 Porque ustedes mismos saben bastante bien que el día de Jehová viene exactamente como ladrón en la noche. 3 Cuando [los hombres] estén diciendo: “¡Paz y seguridad!”, entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente, como el dolor de angustia a la mujer encinta; y no escaparán de ninguna manera. - 1 Tes. 5:1-3
Esto muestra que el "golpe de espada" a la bestia no puede ser la "destrucción repentina". El "golpe de espada" es un suceso aterrador que estamos por vivir en nuestros días, pero no dará inicio a la gran tribulación, y a la parte final de ésta, "el día de Jehová".
El texto muestra que los hombres "no escaparán" y se le compara "al dolor de angustia" de la tribulación grande. En cambio, el golpe de espada si producirá la refundación bestial, y ésta logrará aparentemente su objetivo exitoso por 42 meses finales. Al término de éste periodo, los hombres estarán tan seguros que comenzarán a hablar de paz y seguridad de forma indiscutible. Entonces, un gran conflicto será desatado repentinamente sobre ellos. Una "destrucción repentina" que iniciará la pesadilla final, y que luego traerá pronto la última parte de la gran tribulación.