martes, 12 de abril de 2011

La búsqueda de la verdad

Adorar a Dios con Espíritu y con Verdad involucra amar la verdad. La verdad está inseparablemente ligada a la adoración verdadera. Entonces tenemos el deber de buscar la verdad bíblica y someter a la prueba bíblica la fuerza de nuestras creencias. La sinceridad o devoción con que defendamos nuestras ideas no las convierte en verdaderas. Por lo tanto, si amamos la verdad no tenemos que tener miedo a enfrentar un autoexamen honrado. Si decidímos creer aún así en una postura religiosa por cariño, la fuerza de la costumbre, la tradición o la inercia pasiva, no somos diferentes en absoluto de un católico o un budista que por un factor emocional o de comodidad decide creer lo que cree.

Algunos lectores testigos de Jehová han sido sorprendidos por las últimas entradas de éste blog. Les ha chocado que se diga que la esperanza celestial es lo único realmente reflejado con claridad para el cristianismo, mientras que la esperanza de una vida terrenal adquiere un carácter nebuloso o secundario con unas cuantas menciones, pero sin la firmeza de las declaraciones extensas de Jesús o las cartas apostólicas. Resulta extraño, que si la mayoría de la humanidad tiene una esperanza terrestre, el tema cristiano de la esperanza celestial esté destinado a una ínfima cantidad de 144.000 personas, la mayoría de las cuales ahora no estarían en la Tierra. Esto de por sí sería extraño, ya que el 90 % de la Biblia está precisamente disponible para todo el mundo. Esta situación sería semejante a una carta enviada a toda la humanidad, pero con una gran parte de dicho contenido como intrascendente o inservible para los lectores.

Cuando analizamos las Escrituras como un todo, obtenemos la única defensa contra las interpretaciones sectarias y cambiantes de los grupos religiosos. Cuando visualizamos el mensaje claro y rotundo y su contexto, tenemos la única defensa contra el error. Las interpretaciones y entendimientos de las religiones son cambiantes, imperfectos y antojadizos. Sin embargo, cuando leemos la Escritura tal cual es obtenemos un cuadro claro y real de la verdad. Podemos confiar plenamente en esas palabras, pese a que éstas choquen contra nuestra creencias pre-establecidas.

Por ejemplo, algunos lectores influídos por interpretaciones pre-establecidas, creen que las entradas anteriores que hablan sobre los cuerpos gloriosos y transformados, la Nueva Jerusalén, la Resurrección de Jesús en un cuerpo material glorificado, etc. son realmente "interpretaciones".

Sin embargo, yo les puedo afirmar todo lo contrario. Lo único que se ha hecho es mostrar la propia explicación literal y rotunda de la misma Biblia. Se han mostrado las propias afirmaciones de Jesús, las palabras de Pablo, etc. Pero aún así, en su mente muchos seguirían creyendo o preferirían creer en una interpretación de esa declaración explícita, sobre la misma declaración clara. Y esto, porque la declaración clara parece ser chocante con nuestros deseos e ideas preconcebidas. Por ejemplo:

Jesús dice que lo que sus discípulos contemplan no es un espíritu, sino a un ser de carne y hueso. Pablo colabora con ésta idea y dice que su cuerpo mortal fué vivificado o glorificado. Jesús mismo habla de su mismo cuerpo.

Ésa es la declaración explícita y clara de la Biblia...

Pero aún así, debido a que ésto puede parecer chocante o no armoniza con otra línea de creencias, se dice: "no, Jesús no quiso decir esto. Aquí tenemos que hacer un interpretación de sus palabras". Entonces surge la interpretación extra-biblica de la materialización, etc. En otras palabras, tenemos que añadir a la Palabra de Dios. Así se crean las ideas sectarias, las interpretaciones volátiles y cambiantes, las declaraciones periféricas, etc. A mi me parece que ésto realmente es ir "más allá de las cosas escritas" (1 Corintios 4: 6) y no apegarse a las cosas escritas...

Y sorprendentemente cuando no somos capaces de soportar o aceptar una declaración o idea bíblica clara, la rechazamos, nos cerramos los ojos, atacamos al expositor y preferimos a quienes nos sigan dando las interpretaciones más que las propias palabras de la Biblia. Esto realmente es buscar Maestros que "les regalen los oídos" (2 Timoteo 4:3).

Esto se observa cuando se declara que las Escrituras Griegas Cristianas, las cuales son la culminación de las Escrituras Hebreas mediante la Revelación de Jesucristo y la Revelación de la Congregación Cristiana como la culminación o cumplimiento de las promesas de las Escrituras Hebreas, nos muestran que la única esperanza declarada con claridad y rotundidad es la resurrección celestial y la glorificación de los cristianos, y esto es rechazado por un deseo personal de creer o exaltar una declaración nebulosa o poco clara de una vida en la Tierra.

No es que la Biblia no hable de una vida futura en la Tierra, pero la fuerza y el poder de la esperanza para los cristianos está declarada de forma clara e indiscutible como una esperanza superior. Entonces notamos que la Biblia habla con rotundidad y con gran extensión de una esperanza de gloria, mientras que de forma mas nebulosa y poco específica se cita sobre una esperanza terrenal.

Por esa razón, me parece que ante la ausencia de evidencia, no deberíamos molestarnos cuando la Biblia nos entrega un mensaje rotundo que difiere de nuestras ilusiones o imaginación. Es preferible estar cimentados en un buen fundamento, que en un fundamento débil.

Por lo tanto, no seamos de las personas que cuando se dice que es blanco, pensamos que es negro. Claro, somos libres de creerlo, pero eso nos hace víctimas del error religioso, y nos convierte en ciegos, a pesar de que creemos ver. Si mantenemos una obstinación ante una declaración de verdad, ésto se vuelve peligroso. “Si fuérais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: vemos, vuestro pecado permanece”-Juan 9:41.Queda establecido por  Jesús de Nazaret un principio fundamental: a mas conocimiento mas responsabilidad. Pero hay otro principio involucrado: la necedad , la misma necedad que es condenada a lo largo de todas las escrituras Hebreas es condenada con igual fuerza en las escrituras Griegas Cristianas.

Cada uno de nosotros debe realizar un auto examen sincero de conciencia.