Desde que comencé a publicar estos apuntes en 2008 decenas de correos de agradecimiento he recibido. Muchos me han dicho que tenían pésimos hábitos de lectura e investigación bíblica y que gracias a este blog su espiritualidad se reanimó y emprendieron una tenaz búsqueda de la verdad e investigación propia de la Biblia.
La nueva raza de exploradores bíblicos parece ser audaz y con horizontes prometedores. Esto cumple profecía de que “Muchos discurrirán, y el [verdadero] conocimiento se hará abundante”. Ciertamente es apropiado el deseo de esforzarse por hallar conclusiones bíblicas y sumergirse en ésa búsqueda. Sin duda, muchos llegarán a las mismas conclusiones, demostrando que la verdad tiene un aroma único que no es patrimonio de nadie. Sin embargo, es bueno dejar una advertencia clara al respecto:
He notado en los últimos meses una tendencia (inconsciente) en algunos lectores y lectoras de cristalizar sus pensamientos y objetivos en algunos puntos de las profecías. Es bueno encontrar cosas, pero para hallar la verdad no tenemos que ser obstinados en nuestros juicios, sino que debemos desechar todo orgullo o semilla relacionada con el Ego. Puede que creamos encontrar ciertos asuntos, pero debemos evitar fosilizarnos y enfocarnos en esos puntos hasta el punto de negar los cuadros generales.
Amigos, nunca olvidemos el gran error de todas las organizaciones religiosas. A menudo se centran en un objetivo de forma obsesiva, creyendo que han encontrado una gema, y luego le dan cobijo a esa idea, se centran y posesionan de ella, hasta el punto de anular y obscurecer los otros pasajes de la Palabra de Dios que desmoronan dicha idea.
La mente humana tiene ese gran defecto. A menudo tiene fijaciones obsesivas. Es un mecanismo psicológico. Cuando la fijación se relaciona con un deseo personal, el efecto es que más se predica como una verdad absoluta. Este ha sido el gran error de las iglesias y esto es lo que ha provocado el fenómeno de la multiplicidad de religiones. Cada cual se ha obsesionado en un punto, en la cual cree destacarse sobre las otras, como si fuese una especie de competencia entre marcas que ofrecen diferentes productos en los cuales se han especializado. Ésta forma absurda de comprender la verdad ha generado dogmas como:
- La virginidad perpetua de María en la Iglesia Católica
- La observancia del Día Sábado en los adventistas
- La creencia en 1914 como el año de la Parausía en los testigos de Jehová
- La enseñanza del Rapto Pre-tribulación en algunas sectas Evangélicas.
- La creencia de un retorno (de Cristo) en la carne de ciertos grupos Evangélicos.
Hay muchos otros casos en dónde las organizaciones religiosas se afincan en ciertos puntos, mientras que en otros hay conclusiones similares y casi idénticas.
Éste es el gran error que los lectores sinceros y honestos que desean aprender deben evitar. El crear grupos y religiones con banderas propias de doctrinas no ha hecho ningún bien a la humanidad. No seamos obsesivos con ciertas ideas.
Notemos que ciertos puntos deben gobernar nuestros patrones mentales para no caer en el tropiezo de las religiones:
“El conocimiento hincha, pero el amor edifica. Si alguien piensa que ha adquirido conocimiento de algo, todavía no [lo] sabe exactamente como debe saber[lo]. Pero si alguien ama a Dios, este es conocido por él” – 1 Corintios 8:1-3.
Cuando comencé el proyecto de éste blog tenía bastante esperanza de que el factor cronológico pudiera entregarnos gran apoyo para comprender las Escrituras. Sin embargo, con el tiempo he modificado abiertamente mi postura señalando que la declaración bíblica directa y sencilla SIEMPRE va a estar por encima de cualesquier cálculo cronológico. Los posibles cálculos deben ser factores secundarios que apoyan las profecías, pero la interpretación profecía no puede estar sometida a los cálculos. Ese es el gran error de 1914.
También he dicho muchas veces que los escritos y entradas de éste blog son solo posibilidades que intentan ser coherentes con un cuadro completo. Sin embargo, algunos lectores buscan frases o expresiones que he escrito para cuestionar lo que se escribe aquí. Se pretende erróneamente dar la imagen que ésta es una revista que es infalible. Algo por cierto que yo jamás nunca he dicho. Creo que es la mente de algunos lectores sensibles que en un ejercicio reflejo de autodefensa es la que los empuja a decir esas expresiones incorrectas. Pues bien, les recuerdo que la comparación con una publicación que llega a millones de personas y que alega ser escrita por un conducto oficial de Dios es totalmente incorrecta. En una revista jamás se dirá sobre cierta enseñanza que “es solo una posibilidad” (como por ejemplo 1914).
Es nefasto para el corazón y la mente ser obstinados en nuestros juicios. Por esa razón combato con fuerza las expresiones de ciertos fervorosos lectores que se han deslumbrado fugazmente por algún descubrimiento y lo han defendido como si fuera un dogma, hasta el punto de buscar lecturas que “les regalen los oídos” o que los apoyen en ese punto sectario específico, ¡hasta el grado de decir que ciertos versículos son insertados y nunca estuvieron!* Mi objetivo no es herirlos ni ofenderles, sino sacudirlos para que no cometan los mismos errores que cometieron los buscadores de antaño. No soy una persona que busca adeptos ni seguidores, sino deseo dirigirlos a Cristo, pero que en el camino eviten los tropiezos causados por ellos mismos.
*Nota: Un versículo mal traducido no es lo mismo que decir que un versículo está insertado.
Ese peligro fue previsto por el apóstol:
A fin de que ya no seamos pequeñuelos, aventados como por olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza por medio de las tretas de los hombres, por medio de astucia en tramar el error. – Efesios 4:14
Debemos renunciar a nuestros apegos personales y humillarnos ante la Palabra de Dios. La única forma de ser honestos con nosotros mismos es lograrlo.
En la Ciencia tiende a ocurrir el mismo problema. A veces algunos asuntos y detalles de cómo funciona el universo y como se producen ciertos fenómenos físicos no tienen aún explicación. Pero conozco a astrofísicos que han creado dogmas para intentar explicar lo inexplicable. Así muchos de esos dogmas científicos serán olvidados en el futuro.
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Los científicos deben relajarse y comprender que hay asuntos que no serán nunca entendidos en determinada época. A veces es mejor ser humilde y dejar el misterio y reconocer con humildad: “no lo sabemos todavía”.
Esto mismo es válido para nuestra investigación bíblica. El gran error, el craso error de las organizaciones religiosas ha sido crear dogmas y directrices en asuntos sobre los cuales Dios no ha hablado y no ha dicho nada aún.
Pero debido a la obsesión de entender todo y dar la impresión de ser conductos de Dios, las religiones pecan de soberbios al intentar explicar pequeñas zonas en las cuales la Biblia no lo explica. Es mejor dejar el misterio, decir: “no lo sabemos todavía”.
No queremos patinar como ellos. Hay asuntos que no están plenamente definidos. Podemos aspirar a construir un esqueleto, a intentar creer entender el molde correcto. Pero los elementos y detalles de cómo convergerán y se cumplirán los asuntos solo son factores que Dios conoce y que a su tiempo revelerá en un viaje infinito y progresivo por las edades eternas.