sábado, 24 de septiembre de 2011

Así se construye la historia

C.T. Russell sin lugar a dudas logró alcanzar varios "conceptos" muy apegados al cristianismo verdadero. El tenía claro que las congregaciones no estaban sometidas a una autoridad centralizada humana, y muchos otros elementos importantes como el evitar nombres distintivos, etc.

No obstante, Russell tropezó en algunos puntos que han sido heredados como patrones arraigados, que incluso gobiernan o someten a la expresión bíblica clara y rotunda. Notemos su línea de razonamiento, y cómo esto tiende a repetirse y a fosilizarse como verdad revelada, simplemente bajo otras fechas, y otro contexto histórico.

Russell escribió:


Estos puntos de vista equivocados que se mantenían generalmente tanto en cuanto al objeto como a la manera del Segundo Advenimiento de Cristo , me impulsaron a escribir un folleto: "The Object and Manner of the Lord's return," ("El Objeto y Manera del regreso del Señor ") del cual se publicaron unos 50.000 ejemplares. Fue para Enero de 1876 cuando mi atención se enfocó especialmente en el tema del tiempo profético y como se relacionaba con estas doctrinas y esperanzas .

Me asombré al encontrar una declaración, cuidadosamente elaborada, que hallé más adelante, en la que el Editor de "El Heraldo de la Mañana" creía en las profecías que indicaban que el Señor estaba "ya presente" en el mundo de una manera invisible y que era el tiempo debido para el trabajo de la cosecha y para separar el trigo de la cizaña; y que esta forma de ver las cosas estaba garantizada por las profecías cronológicas que unos meses antes él pensaba que habían fallado.

Aquí encontramos algo nuevo que considerar .¿Sería posible que las profecías cronológicas , que por tantos años yo había despreciado debido a su mal uso por parte de los Adventistas, tuvieran el propósito de indicarnos el tiempo en que el Señor estaría presente de un modo invisible para establecer Su Reino?. Eso era algo que yo claramente entendí que no se podía saber de ninguna otra manera. Parecía , hablando sin exagerar, que era una cosa muy razonable esperar que el Señor informara especialmente a su pueblo acerca del tema - particularmente en vista de lo que Él había prometido de que los fieles no serían dejados en la oscuridad junto con el mundo, y que aunque "el Día del Señor" vendría sobre todos los demás como un ladrón en la noche (furtivamente, de improviso), no obstante no sería así con los santos vigilantes y diligentes que estaban esperándolo .1 Tesalonicenses 5:4`.

Me acordé de algunos argumentos usados por mi amigo Jonas Wendell y otros Adventistas para probar que 1873 testimoniaba acerca de la quema del mundo.- demostrándo por la cronología del mundo , que seis mil de años desde Adán terminaban con el comienzo de 1873-y de otros argumentos sacados de las Escrituras que coincidían. ¿Podría ser que estos argumentos sobre tiempos proféticos , que en otro tiempo yo había tomado como indignos de prestarles atención, encerraran una importante verdad que los Adventistas habían aplicado mal?

Ansioso por aprender de cualquier fuente, fuera lo que fuera acerca de las enseñanzas de Dios , escribí en seguida al Sr. Barbour, informándole que yo estaba de acuerdo en otros puntos y deseaba saber especialmente: ¿ por qué, y sobre qué evidencia bíblica, él sostenía que la "presencia" de Cristo y la Cosecha de la Edad del Evangelio habían comenzado a partir del comienzo del otoño de 1874?. La respuesta mostró que mi suposición había sido correcta , especialmente que los argumentos en cuanto al tiempo, la cronología, etc., eran exactamente los mismos usados por los Segundo Adventistas en 1873. También me explicaba que el Sr. Barbour y el Sr. J. H.Paton, de Michigan, un colaborador suyo, habían sido segundo adventistas fieles hasta ese tiempo y que cuando la fecha de 1874 pasó sin que el mundo fuera quemado como se pensaba , y sin ver a Cristo en la carne, se quedaron consternados por algún tiempo. Habían examinado las profecías cronológicas, las cuales aparentemente habían pasado sin cumplirse , y habían sido incapaces de encontrar algún defecto. Por lo tanto se empezaron a preguntar si el "tiempo" era correcto pero incorrecta su "interpretación" o si los conceptos sobre la Restitución y las bendiciones sobre el mundo, que yo y otros estábamos enseñando, no serían las cosas que había que buscar . Parecía que se les habían quitado los ánimos después de su desilusión de 1874, pero un lector de "El Heraldo de la Mañana," que tenía una copia de el " Diaglotón Enfático," notó algo en este que encontró peculiar- vio que en Mateo 24:27,37,39, la palabra , que en nuestra Versión Común de la Biblia se traduce por "venida," se traduce allí por "presencia" y esta era evidentemente la traducción correcta de la palabra griega "parousia". Esta era la clave; y al seguirla, se habían embarcado en los tiempos proféticos que los llevarían a los conceptos apropiados con respecto al objeto y manera de la vuelta de nuestro Señor, y después al examen del tiempo profético en el que las cosas indicadas en la Palabra de Dios relativa a la Parousia de Cristo deberían acontecer.

No obstante no había ni libros ni otras publicaciones que establecieran con firmeza el entendimiento de las profecías cronológicas, tal como se comprendieron en ese momento . Así que le pagué al Sr. Barbour los gastos para venir a verme a Filadelfia (porque yo tenía unos negocios que atender durante el verano de 1876), para que me mostrara cabalmente y por las Escrituras, si le era posible , como señalaban las profecías al año 1874 como la fecha de la "presencia" del Señor y del comienzo de la Cosecha . El vino; y la evidencia me satisfizo. Siendo yo una persona de convicciones positivas, y totalmente consagrado al Señor, enseguida me di cuenta de que los tiempos especiales en que vivimos poseen una importancia que afectan nuestro deber y nuestra obra como discípulos de Cristo; que desde que vivimos en el Tiempo de la Cosecha, la obra de la cosecha tenía que efectuarse; y que la Verdad Presente era la hoz que el Señor quería que usáramos para efectuar entre sus hijos el trabajo del recogimiento y la siega.

En cuanto a mi, el saber que ya estábamos en el período de la Cosecha , me dio el ímpetu necesario para esparcir la Verdad como nunca antes. De modo que enseguida me resolvía emprender una vigorosa campaña enérgica en pro del Señor y de la Verdad.

El pequeño libro de 196 páginas, se preparó y se tituló "Los Tres Mundos", y a pesar de que no era el primer libro que enseñaba la promesa de la Restitución, ni el primero en tratar los tiempo proféticos, era, según creo, el primero en "combinar" la idea de la restitución con la profecías acerca del tiempo. Gracias a la venta de este libro y a mi propio bolsillo, reunimos lo suficiente para pagar los gastos de viaje.

El tamizado ya comenzó. Eso lo vemos en la declaración de Pablo en 1 Corintios 15:51,52: "No moriremos todos, mas todos seremos transformados. En un instante, en un pestañear de ojos" etc. Todavía creíamos en la idea Adventista, y que la mayoría de cristianos creen todavía , de que en algún momento, los santos que vivan, serán arrebatados corporalmente repentina y milagrosamente, para de allí en adelante, estar siempre con el Señor. Y ahora nuestro conocimiento unido a la profecía de los tiempos proféticos nos lleva a esperar este traslado de los santos en el momento en que Edad del Evangelio se corresponda con la resurrección del Señor. Desde hacía tiempo , conocíamos muchos de los paralelismos entre las dispensaciones Judías y Cristianas , y de hecho constituían uno de los puntos más importantes del librito mencionado antes como-- "Los Tres Mundos." No entendimos entonces, como lo entendemos ahora (consulte ESTUDIOS DE LAS ESCRITURAS , Vol. III., Capítulo 7), que esta fecha de Abril de 1878, marcaba el comienzo del establecimiento del Reino de Dios, que entonces ocurriría la glorificación de todos aquellos que estaban durmiendo ya en Cristo; y que el "cambio" del cual habla Pablo en 1 Cor. 15:51, se produciría en el instante de la muerte para todos aquellos que formaran parte de la Iglesia, a partir de esta fecha y durante todo el periodo de la cosecha , hasta que todos los miembros vivos, - los que las Escrituras llaman los "pies" del cuerpo de Cristo -, hayan sido cambiados en seres espirituales gloriosos. 

Llegada esta fecha ,como no pasó nada visible - nada que alcanzase nuestra vista -me di cuenta , examinando de nuevo la cuestión que estábamos cometiendo un error , esperando a que los santos en vida fueran cambiados todos de una vez y sin pasar por la muerte , concepto erróneo compartido por todas las iglesias nominales y cuyo error no habíamos reconocido aún como un fallo y por eso no lo habíamos rechazado. 

Nuestro entendimiento claro actual se forjó como resultado del examen que comenzamos en aquel entonces. Pronto comprendí que las palabras del apóstol al decir "no todos "dormiremos," , palabras que hablaban de sueños, no era sinónimas con " morir," aunque generalmente se entienda de ese modo; sino que, por el contrario, la expresión "dormir " representa "inconsciencia;" y el apóstol deseó que nosotros comprendiéramos que desde el tiempo señalado en el cual ocurriera la "presencia," del Señor, sus santos, aunque todos murieran como cualquier persona (Salmo 82:6,7), no permanecerían en ningún momento inconscientes, sino que en el mismo momento de la muerte serían "cambiados," y recibirían el cuerpo de espíritu prometido. A lo largo de esta Edad del Evangelio, la muerte siempre ha sido seguida por "la inconsciencia", "el sueño" . Esto continuó siendo cierto para todos los santos que murieron en Jesús, hasta que llegó el tiempo cuando Él tomó el poder de Rey (`Revelación 11:17), algo que ya habíamos demostrado que ocurrió en la primavera de 1878. (Compare con ESTUDIOS DE LAS ESCRITURAS , Vol. II., Págs. 212-219. No solamente hizo el rey que en esa fecha despertaran en su semejanza todos los miembros de su cuerpo, la Iglesia, que estaba "dormida,"en la muerte, sino que además y por la misma razón ( habiendo llegado el tiempo para establecer el Reino ), ya no es necesario que "los pies" o últimos miembros que permanecen vivos , pasen por el "sueño," o la inconsciencia. Todo lo contrario, ahora, cuando uno termina su curso fiel hasta la muerte, recibe de inmediato la Corona de Vida, y es cambiado en un momento, en un abrir y cerrar de ojos , y ya no se puede decir que están dormidos o inconscientes desde el año 1878.- .En ese año se cumplió el texto de Revelación 14:13 : "Benditos son los muertos que mueren en el Señor "desde de aquí en adelante." Esta reconsideración mostró luz adicional sobre el sendero y llegó a ser un buen motivo para animarnos. La evidencia mostraba que el Señor nos continuaba conduciendo . - Charles T. Russell. 1 de Junio . Nº 11. "The Watchtower". A.D 1916

Es sorprendente observar que si cambiamos  simplemente la fecha de 1874 por 1914 y 1878 por 1918 obtenemos las mismas doctrinas actuales. Estas simplemente han sido idénticas desde el mismo principio y solo han sufrido la modificación de las fechas.
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No obstante, existió un punto crítico. Russell en vez de dejarse guiar por las palabras de Jesús alusivas a su Parausía, y las palabras claras de Pablo, fué seducido por  Barbour con una idea atractiva para el intelecto, y la información bíblica clara sobre la Parausía fue eclipsada por el cálculo cronológico.

Lo lógico era que al ver que no aconteció nada en 1874, se hubiese regresado a la declaración bíblica clara y rotunda, la ¡cual advertía que la Parausía y entronización eran sucesos repentinos y finales, junto a la cosecha angelical! En vez de haber cuestionado la veracidad del cálculo cronológico, éste no se abandonó, sino que peor aún, se  trató de amoldar y someter la declaración bíblica a dicho cálculo.
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En otras palabras, se cambió el entendimiento de lo que significaba dicho modelo cronológico, pero no se hizo un mea culpa para entender que el entendimiento original de los asuntos era el correcto, y que el modelo cronológico era el incorrecto.

En otras palabras, el error de los Adventistas y otros grupos no estaba en su entendimiento correcto de lo que significaba la entronización, la parausía y el arrebatamiento. La Biblia con gran claridad y extraordinara sencillez describe estas cosas y no es necesario torcerlas. El error de los Adventistas eran ligar estos asuntos a fechas. Por esa razón fracasaron en sus predicciones sobre 1844 y luego 1874.

Pero Barbour convence a Russell de que ¡ las fechas son las correctas y le induce a creer que la Biblia realmente no quiso decir eso y esto! Las fechas no tenían que refinarse y volverse a calcular (o eliminarse), pero sorprendentemente sí el entendimiento claro de la Palabra de Dios.

Esto sería semejante a un hombre que ama las plantas y desea tener un Jardín y piensa que adaptar un invernadero a las necesidades de sus plantas es la clave. Sin embargo, es inducido  a pensar que un invernadero que colabora en el crecimiento de un Jardín es más perfecto e importante que el mismo Jardín. En vez de arreglar el invernadero, el dueño decide alterar las plantas, para que las nuevas se acomoden al invernadero. Las plantas estarían adaptándose al invernadero y no el invernadero a las plantas. 

O si usted gusta, que usted tenga que dormir doblado para acostarse en una cama pequeña, en vez de tener una cama de su tamaño que se adapte a usted y no usted a ella.

Algo así ocurrió con estos primeros estudiantes de la Biblia. Y las generaciones venideras siguieron perpetuando el dogma, luego con otras fechas, pero manteniendo los patrones alejados de la Biblia (jardín-persona) en beneficio del cálculo (invernadero-cama). Un error muy peligroso que se confunde con verdad casi revelada.

En los años 70 y 80 el Cuerpo Gobernante no tuvo suficiente mayoría para eliminar el error y volver al néctar de la Palabra de Dios. Entraron otros asuntos en juego. Se vinculó estas cosas a la autoridad de un grupo especial, un "Esclavo" con autoridad, lo cual por comodidad y temor a no perder feligreses ha mantenido el mismo error básico de Russell, pero ahora relacionado con 1914.

Pero para el tiempo no hay conquista imposible. De la misma forma como el tiempo derribó las ideas anteriores, así también ocurrirá pronto. Pero estas ideas serán derribadas por el "pueblo" y no por la autoridad fosilizada en un status quo.