El cielo de Sidney se tiñe de naranja por una tormenta de arena
La ciudad australiana vive una impresionante tormenta de arena mientras muchas personas comienzan a utilizar mascarillas
Soy una española que reside en Sidney, la ciudad australiana que muchos conocen por albergar los Juegos Olímpicos de 2000. Durante esta madrugada, hemos vivido en este lugar una impresionante tormenta de arena como no habíamos vivido jamás. De hecho, han pasado muchas horas desde que llegó, son ya las 12 del medio día y todavía se puede ver el cielo amarillento-anaranjado en la ciudad. Lo peor es que estamos respirando arena. Las calles están sucias y algunas personas llevan máscaras para evitar respirar este aire. Los australianos comentan que nunca habían visto algo así.-el Pais
Sidney, la mayor ciudad de Australia, ha amanecido este miércoles invadida por un denso manto de polvo naranja. ¿La causante? Una gran tormenta de arena, procedente del desierto del interior del país, que ha paralizado la actividad a primera hora de la mañana.” Así comienza un cable de la agencia EFE reproducido la noche de ayer por el periódico español el País. La causa de esa particular neblina, según explicaba la nota, es la sequía que se vive en varias regiones y que ha obligado a que las personas con problemas respiratorios mejor se abstengan de salir de sus casas.
La historia, coincidirán conmigo, tiene un aire de ficción y de apocalipsis. Sin embargo la escena es real. Tanto, como los problemas que año con año enfrenta el estado de Veracruz, que continúa padeciendo por los procesos atípicos en las lluvias, lo que ha hecho que las tareas de Protección Civil ya formen parte ordinaria de su actuar. Entrevistar a los responsables del tema no es ya un eventos extraordinarios sino de una realidad cada vez más cotidiana.
Asuntos que sin duda tienen su importancia y su público pero que dejan de lado otros asuntos como los que ayer destacaba el New York Times o el ya citado diario El País: la cumbre del Clima celebrada en la ONU y en la que Estados Unidos – en voz de Barack Obama – y el gobierno Chino, se comprometieron a hacer más en la tarea de reducir sus emisiones contaminantes, lo que no es tema menor cuando se trata de los dos países más importantes en la materia, cada uno con el 20% de la emisión total. - Contribuido