El siguiente pasaje bíblico es de sumo interés y concuerda con el relato de Mateo 24, los Evangelios, y Daniel:
Se trata del capítulo 11 de Revelación que se ha comentado bastante en este sitio. En los versículos 1 al 11 se narra como los "dos testigos" predican vestidos de saco por 1260 días o 42 meses finales, hasta que la Bestia los descubre y ataca. Después éstos testigos (quizas dos grupos de cristianos) son glorificados:
12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “Suban acá”. Y subieron al cielo en la nube, y sus enemigos los contemplaron. 13 Y en aquella hora ocurrió un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad cayó; y siete mil personas fueron muertas por el terremoto, y los demás se atemorizaron y dieron gloria al Dios del cielo. (Rev. 11:12,13)
En estos sitios hemos comentado que esto claramente tiene un cumplimiento final en nuestros días próximos. Claramente esta glorificación de los santos y sus compañeros ocurre hacia el final de la Gran Tribulación, al término de los 1260 días. Pero el relato sigue así a continuación:
14 El segundo ay ha pasado. ¡Miren! El tercer ay viene pronto.
15 Y el séptimo ángel tocó su trompeta. Y en el cielo ocurrieron voces fuertes, que decían: “El reino del mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará para siempre jamás”.
16 Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados sobre sus tronos delante de Dios cayeron sobre sus rostros y adoraron a Dios, 17 y dijeron: “Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, Aquel que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has empezado a reinar. 18 Pero las naciones se airaron, y vino tu propia ira, y el tiempo señalado para que los muertos sean juzgados, y para dar [su] galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra”.
19 Y fue abierto el [santuario del] templo de Dios que está en el cielo, y se vio en [el santuario de] su templo el arca de su pacto. Y ocurrieron relámpagos y voces y truenos y un terremoto y un granizo grande. (Revelación 11:14-19)
15 Y el séptimo ángel tocó su trompeta. Y en el cielo ocurrieron voces fuertes, que decían: “El reino del mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará para siempre jamás”.
16 Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados sobre sus tronos delante de Dios cayeron sobre sus rostros y adoraron a Dios, 17 y dijeron: “Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, Aquel que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has empezado a reinar. 18 Pero las naciones se airaron, y vino tu propia ira, y el tiempo señalado para que los muertos sean juzgados, y para dar [su] galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra”.
19 Y fue abierto el [santuario del] templo de Dios que está en el cielo, y se vio en [el santuario de] su templo el arca de su pacto. Y ocurrieron relámpagos y voces y truenos y un terremoto y un granizo grande. (Revelación 11:14-19)
Creo que este relato remacha muchos de los puntos explicados en entradas anteriores. Analicemos paso a paso lo que hemos leído.
Primero, cuando se dice que el tercer ay viene pronto después del segundo ay, claramente los sucesos siguientes son posteriores al término de los 1260 días de los dos testigos. El relato es una secuencia de sucesos. Inmediatamente se dice:
"Y el séptimo ángel tocó su trompeta. Y en el cielo ocurrieron voces fuertes, que decían: “El reino del mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará para siempre jamás”.
Entonces, al término de los 1260 días, cuando también está por finalizar la Gran Tribulación, Cristo asume como Rey Celestial (quizás al llegar a los 1335 días). Esto, provoca la batalla final de Armagedón y la lucha contra los reyes de la Tierra:
Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados sobre sus tronos delante de Dios cayeron sobre sus rostros y adoraron a Dios, 17 y dijeron: “Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, Aquel que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has empezado a reinar. 18 Pero las naciones se airaron, y vino tu propia ira, y el tiempo señalado para que los muertos sean juzgados, y para dar [su] galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra”.
Notaos el detalle. Cuando Cristo está por asumir su poder final en los cielos, las naciones (y Satanás) se llenan de ira. En esos días parece que lanza Gog su ataque final. Esto provoca la ira de Jehová: "y vino tu propia ira". Observad el relato. Claramente la ira de Jehová es inmediata tras la asunción del poder del Cristo. No pasan largas décadas de espera. Ha llegado el tiempo para dar la recompensa a los fieles, pero para castigar a los que arruinan la Tierra. Esto aún no ha ocurrido, y el relato es claro al mostrar que sucede cuando Cristo toma el poder y empieza a reinar. Finalmente el capítulo nos dice:
19 Y fue abierto el [santuario del] templo de Dios que está en el cielo, y se vio en [el santuario de] su templo el arca de su pacto. Y ocurrieron relámpagos y voces y truenos y un terremoto y un granizo grande.
Se da una descripción del Armagedón. La misma que aparece en Revelación 16:16-21. Conclusión: Cristo empieza a reinar al tiempo de la destrucción en Armagedón. Su Presencia ya está desde poco antes, en el transcurso de la Gran Tribulación. Ya ha llegado, ha regresado. Ahora se sienta en su trono como Rey sobre la Tierra y también para juzgar a la humanidad.