Analicemos el interesante relato de Jeremías capítulo 28. Tiene un significado especial para nuestros días ya que tal como he comentado, los 11 años del reinado final de Sedequías tienen que ver o prefiguraron los últimos 11 años de este sistema, a contar desde el célebre 2001:
"Entonces aconteció en aquel año, al principio del reinado de Sedequías el rey de Judá, en el año cuarto, en el mes quinto, que Hananías hijo de Azur, el profeta que era de Gabaón, me dijo en la casa de Jehová, ante los ojos de los sacerdotes y de todo el pueblo: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Ciertamente quebraré el yugo del rey de Babilonia. Dentro de dos años completos voy a traer de vuelta a este lugar todos los utensilios de la casa de Jehová que Nabucodonosor el rey de Babilonia tomó de este lugar para llevarlos a Babilonia’”. “‘Y a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, y a todos los desterrados de Judá que han ido a Babilonia los voy a traer de vuelta a este lugar —es la expresión de Jehová—, porque quebraré el yugo del rey de Babilonia.’” (versículos 1 al 4)
Recordemos que Nabucodonosor había profanado y atacado a Jerusalén, se había llevado cautivos, y a los tesoros del Templo. Luego, éste rey colocó a Sedequías como su último rey vasallo. Ahora bien, aparece en escena un profeta que predica todo lo contrario al mensaje de Jeremías y los otros profetas. Este profeta habla de tiempos de paz y de que Babilonia no atacará nuevamente a Jerusalén, sino que incluso los tesoros volverán a casa. Por lo tanto, el futuro parece próspero y hay que tener confianza. Ante esto Jeremías dice lo siguiente:
"Y Jeremías el profeta procedió a decir a Hananías el profeta ante los ojos de los sacerdotes y ante los ojos de todo el pueblo que estaba de pie en la casa de Jehová; sí, Jeremías el profeta procedió a decir: “¡Amén! ¡Hágalo así Jehová! ¡Establezca Jehová tus palabras que has profetizado y traiga de vuelta de Babilonia a este lugar los utensilios de la casa de Jehová y a todos los desterrados!" (ver. 5 y 6)
Claramente Jeremías actúa como muchos de nosotros, si es la voluntad de Jehová, que el fin venga lejos, y si lo dice un conducto "profético", que sea bienvenido. Si hay tiempos de paz y relajación, que bueno para todos. Jeremías no entra en polémicas si otra entidad profética dice algo distinto y si ésta predica un alargamiento del sistema. No obstante, Jeremías agrega:
"Sin embargo, oye, por favor, esta palabra que estoy hablando a tus oídos y a los oídos de todo el pueblo. En cuanto a los profetas que fueron antes de mí y antes de ti de mucho tiempo atrás, ellos también profetizaban acerca de muchos países y acerca de reinos grandes, de guerra y de calamidad y de peste. En cuanto al profeta que profetiza de paz, cuando se realice la palabra del profeta se llegará a conocer el profeta a quien Jehová ha enviado en verdad”. (Ver. 7 al 9)
Jeremías acota que es extraño que se profetice de paz y seguridad o un alargamiento del sistema y se anime a la relajación. Jeremías recalca que la mayoría de los profetas hablaron de una corrección y juicios de Jehová. En la actualidad, nosotros también pregonamos un Juicio e inspección final sobre la casa de Dios, aunque se nos tome por alarmistas, sensacionalistas o profetas de cosas siempre negativas. El pueblo prefirió sin duda escuchar a Hananías y a otros semejantes, que regalaban los oídos y decían solo cosas bonitas.
"En eso Hananías el profeta tomó la vara que servía de yugo de sobre el cuello de Jeremías el profeta y la quebró. Y Hananías pasó a decir ante los ojos de todo el pueblo: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Así mismo dentro de dos años completos quebraré yo el yugo de Nabucodonosor el rey de Babilonia de sobre el cuello de todas las naciones’”. Y Jeremías el profeta procedió a irse por su camino". (Ver. 10 y 11)
Este profeta se gana el corazón del pueblo e impresiona a muchos. Todos vuelven a un estado de materialismo y relajación, creyendo solo en cosas buenas. ¡Adiós el Jeremías aguafiestas! Hoy hay muchos cristianos que se irritan cuando se les habla del fin. Están demasiado ocupados ganando dinero y no quieren perder su estilo de vida. Cuando algunos lectores les envían noticias o avisos sobre estar alertas, prefieren tomarlos por alarmistas o desequilibrados. ¡Que lamentable error! Prefieren estar con quienes hablan solo cosas lindas. Los profetas de la Nueva Era también se parecen a estas personas que solo aprecian una estabilización del sistema y nada más. Paz y amor para todos en medio de una relajación inmoral.
"Entonces la palabra de Jehová le ocurrió a Jeremías, después que Hananías el profeta hubo quebrado la vara que servía de yugo de sobre el cuello de Jeremías el profeta, y dijo: “Ve, y tienes que decir a Hananías: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Has quebrado varas de madera que sirven de yugo, y en lugar de ellas tendrás que hacer varas de hierro que sirvan de yugo”. Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Ciertamente pondré un yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor el rey de Babilonia; y tendrán que servirle. Y hasta las bestias salvajes del campo ciertamente le daré”’”. (Ver. 12 al 14)
Jeremías le refresca el auténtico dicho de Jehová y le dice lo que realmente va a ocurrir. Lamentablemente la gente cree más en quienes hablan de buena prosperidad y tranquilidad en vez de prestar atención a quienes dicen la verdad. Los profetas auténticos pasan a segundo plano en el pueblo.
"Y Jeremías el profeta pasó a decir a Hananías el profeta: “¡Escucha, por favor, oh Hananías! Jehová no te ha enviado, sino que tú mismo has hecho que este pueblo confíe en una falsedad. Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: ‘¡Mira!, voy a enviarte de sobre la superficie del suelo. Este año tú mismo tienes que morir, porque has hablado verdadera sublevación contra Jehová’”.
De manera que el profeta Hananías murió aquel año, en el mes séptimo. (Ver. 15 al 17)
De manera que el profeta Hananías murió aquel año, en el mes séptimo. (Ver. 15 al 17)
Con el tiempo, otros profetas de este estilo se levantaron contra Jeremías. En la actualidad, sin duda afuera y dentro del pueblo de Dios hay elementos persuasivos que incitan a la relajación. Es fácil detectarlos. Siempre están hablando de modas, ropas, coches nuevos, planes, y cosas por el estilo. Y en el fondo son perturbados por quienes les declaran y recuerdan del Día de Jehová. Es probable que le tachen de loco, apóstata, etc, si usted insiste en perturbarlos. No gaste más palabras. Ya lo habrá hecho. Las profecías invariablemente se cumplirán y los dichos de Jehová. No nos interesa el prestigio de profeta, como a Jonás, sino que muchos puedan reaccionar y cambiar sus vidas. Que la gloria siempre vaya para Jehová, el Dios de los profetas.