miércoles, 22 de septiembre de 2010

En puertos finales

”Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre” (...) “Manténganse alerta, pues, porque no saben en qué día viene su Señor..” (Mateo 24: 36,42).

Estos pasajes nos muestran que no podemos saber el día de la Parausía (Presencia) de Jesús. Cómo hemos estudiado, ésta Parausía aún tiene que manifestarse y está relacionada con el Día de Jehová, la gran tribulación y el Armagedón. También, la “conclusión del sistema de cosas” es en ese periodo.

¿Cómo podemos armonizar éstas palabras de Jesús con los datos que nos arroja la cronología profética? ¿Cómo debemos relacionar éstas palabras con los “tiempos” de Daniel 11 y 12? ¿Qué sucede con los 1290 y 1335 días?

Al llevar años en el estudio de éstos temas, me he aventurado a llegar a algunas conclusiones finales y casi conclusivas. Reconozco  que el siguiente pasaje ha sido providencial para cerrar éste asunto y armar todas las piezas.

2 Sin embargo, hermanos, tocante a la presencia de nuestro Señor Jesucristo y el ser nosotros reunidos a él, les solicitamos 2 que no se dejen sacudir prontamente de su razón, ni se dejen excitar tampoco mediante una expresión inspirada, ni mediante un mensaje verbal, ni mediante una carta como si fuera de nosotros, en el sentido de que el día de Jehová esté aquí. – 2 Tes. 2: 1,2

Si meditamos en las primeras frases, se nos muestra de forma explícita que el día de Jehová y la Parausía (Presencia) de Jesucristo y el arrebatamiento de los justos no puede determinarse,  tal como Cristo habría advertido antes. Por lo tanto, debemos tener cuidado de afirmar que el Día de Jehová esté encima. Esto armoniza con otra advertencia de Jesús:

 Dijo: “Cuidado que no los extravíen; porque muchos vendrán sobre la base de mi nombre, y dirán: ‘Yo soy ese’, y: ‘El debido tiempo se ha acercado’. No vayan en pos de ellos. – Lucas 21:8

Notemos como los falsos cristos relacionan su aparición con señalar un tiempo que se ha acercado. Ésta parte es clave y no la olvidemos. Ahora Pablo agrega sobre éste importante asunto:
3 Que nadie los seduzca de manera alguna, porque no vendrá a menos que primero venga la apostasía y el hombre del desafuero quede revelado, el hijo de la destrucción.– 2 Tes. 2: 3

      Pablo bajo inspiración nos da la solución del problema. Él dice que la Parausía de Cristo y el Día de Jehová no vendrán a menos que primero aparezca públicamente el hombre del desafuero. Ya he analizado en entradas anteriores quién es este “hombre de pecado”, pero me quiero detener que solo tendremos certeza de la inminencia del Día de Jehová, cuando se observe la manifestación y llegada clara de éste “personaje”. Esta manifestación ocurre primero y es antes de la Parausía de Cristo.

¿Y qué sucede con todas las claves proféticas y cronológicas? En realidad las proyecciones del Modelo Cronológico del Santuario son reforzamientos externos y deducciones que no aparecen explícitamente en la Biblia. Lo mismo sucede con el inicio del Séptimo Día. Lo interesante es que éstos y otros estudios nos llevan a algún periodo entre el año 2012 y 2013. Pero, ¿nos están señalando el Día de Jehová o a la Parausía Crística? A la luz de lo ya expuesto, al parecer no. Más bien, parece que los señaladores cronológicos nos están hablando de otra Parausía: La Presencia del desaforado.

4 Él está puesto en oposición y se alza a sí mismo sobre todo aquel a quien se llama “dios” o [todo] objeto de reverencia, de modo que se sienta en el templo del Dios, y públicamente ostenta ser un dios. 5 ¿No se acuerdan de que, estando todavía con ustedes, yo solía decirles estas cosas? – 2 Tes. 2: 4

     Las notas y comentarios nos muestran que éste templo en el cuál él se “sienta” es el Templo del Dios verdadero (ha·’Elo·hím, “el Dios [verdadero]”) y profana éste lugar intentando proclamarse como un dios.

    Esto claramente  manifiesta que al término del Templo (el Modelo Cronológico del Santuario), el Desaforado se apodera del Templo de Dios y lo usurpa. Parece que en éste momento Jehová tendría que aniquilar a los reinos, pero “hubo un alargamiento” para la vida de las bestias como muestra Daniel. Es para este tiempo que estalla la guerra en el cielo, Satanás es arrojado y se le entrega un “corto espacio tiempo”  de dominación final de 42 meses. Esto sin duda cuadra a la perfección con la aparición de la cosa repugnante:

Y habrá brazos que se levantarán, procedentes de él; y realmente profanarán el santuario, la plaza fuerte, y removerán el [rasgo] constante. ”Y ciertamente pondrán en [el] lugar la cosa repugnante que está causando desolación. – Daniel 11:31

Claramente la profanación del Santuario tiene que ver con el sentarse del desaforado o anticristo en el Templo de Dios, justamente en el tiempo en que el Templo cronológico está completo, entre finales de 2012 y principios de 2013. Es entonces cuando los 1290 y 1335 días comienzan a contarse. En otras palabras, tanto los 1260 días, los 1290 y los 1335 días tienen que contarse desde una manifestación de una entidad maligna que se apodera o profana la adoración verdadera de forma directa. Es de interés que los días de Daniel y Apocalipsis son los únicos de cronología directa mencionados en la Biblia.

Además, el séptimo día comenzó “desde la fundación” del mundo. Hablamos después del nacimiento de Abel. Así que los primeros 6000 años empiezan poco después del nacimiento de Abel, y no necesariamente con éste.

 Es importante que cuando la mujer da a luz a su hijo varón, ésta huya al desierto y se oculta por 1260 días (tres años y medio). De forma similar, cuando aparece la “cortina” en la Tierra (el eje del Modelo del Templo), cuando nace el Cristo, posteriormente hay un ataque contra este niño,  y María y José se ocultan en Egipto. Tal vez Jesús tenía más de tres años cuando regresó a Israel.

Entonces, ¿cuál es la conclusión del asunto?
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De modo que ahora ustedes conocen la cosa que obra como restricción, con miras a que él sea revelado a su propio tiempo. 7 Es verdad que el misterio de este desafuero ya está obrando; pero solo hasta que el que ahora mismo está obrando como restricción llegue a estar fuera del camino. 8 Entonces, realmente, será revelado el desaforado, a quien el Señor Jesús eliminará por el espíritu de su boca, y reducirá a nada por la manifestación de su presencia. 9 Pero la presencia del desaforado es según la operación de Satanás con toda obra poderosa y señales y portentos presagiosos mentirosos, 10 y con todo engaño injusto para los que están pereciendo, como retribución porque no aceptaron el amor de la verdad para que fueran salvos. 11 Por eso Dios deja que les vaya una operación de error, para que lleguen a creer la mentira, 12 a fin de que todos ellos sean juzgados por no haber creído la verdad, sino haberse complacido en la injusticia.- 2 Tes. 2:6-12

La Biblia nos dice que el desaforado tiene que ser revelado en su propio tiempo. Después que se manifieste plenamente, aparecerá la manifestación de la Presencia de Cristo.

Todas las claves cronológicas proféticas no nos señalan la manifestación de la Parausía de Cristo, sino la manifestación de la Parausía del Desaforado.

Desde entonces comenzamos a contar los 1335 días. Y éstos justamente parten con una acción del maligno contra los cristianos al profanar el Templo terminado.

En otras palabras, no podemos saber la llegada del Maestro, ni el Día de Jehová, sino más bien, la aparición del Desaforado de Satanás. Al parecer la cuenta larga Maya y su extensa publicidad alusiva al 2012 tiene como objeto cumplir ésta profecía: “con miras a que él sea revelado a su propio tiempo”.

 “Cuidado que no los extravíen; porque muchos vendrán sobre la base de mi nombre, y dirán: ‘Yo soy ese’, y: ‘El debido tiempo se ha acercado’. No vayan en pos de ellos. – Lucas 21:8

Como comentaron algunos lectores, difícilmente la propaganda global y estado de alerta que provocará el 2012 tiene que ver con la Parausía de Cristo. Más bien, estas expresiones inspiradas nos señalan la Parausía del Desaforado.

La gente no experimentará un Fin del mundo. La decepción religiosa cundirá, y se hablará del renacer del sistema, los demonios estarán manifestándose y la autoridad global pasará a la bestia por 42 meses. Nunca más se hablará de una fecha, pero éste relajo dejará indefensa a la humanidad, y Cristo en fechas posteriores sorprenderá con su Presencia.

El año 2011(si Jesús nació en 2 a.E.C) o 2012 y 2013 no serán los años del fin del sistema, sino más bien los años señalados para la aparición de la Presencia del Desaforado. Sin embargo, un gran acontecimiento ocurrirá en los cielos: Nacerá el Reino de Dios, éste arrojará a Satanás a la Tierra, y quedará un descuento de tres años y medio finales.

Entre el año 2011 y 2012 nacerá el Reino de Dios en los cielos, ocurrirá una gran conmoción universal, se desatará la guerra en los cielos, y los demonios serán arrojados a la Tierra. Entonces, a la Bestia se le darán 42 meses finales. Al final de éste periodo, Cristo sorprenderá a las naciones.

Es posible que el 21 de diciembre de 2012, los demonios sean arrojados a la Tierra, esto muestra que la guerra de Miguel ocurrirá antes y el Reino de Dios estaría naciendo. En algún punto que no sabemos con claridad, se hará una profanación sorpresiva, el Desaforado se sentará sobre el Templo de Dios, y partirán los 1335 días finales. Paralelo a esto, la bestia tendrá un espacio final de 42 meses o 1260 días.

Es patente que cosas trascendentales están por ocurrir entre el cielo y la Tierra, una gran  guerra por estallar*,  y una recta final está por partir. No bajemos la guardia y aprovechemos el escaso tiempo que queda.

*Nota: Puede ser que la causa de la guerra celestial tiene que ver con que Satanás y sus demonios intenten materializarse como humanos aprovechando “el portal” del 2012.
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De todas formas, el golpe de espada a la Bestia y la gran guerra celestial de Miguel pueden ser sucesos de grandes repercusiones que están por acontecer en éstos días previos a 2011 y 2012.