Tal como hemos estudiado, el Templo es un actor principal en la narración de la profecía de la "conclusión del sistema de cosas". De hecho, pocas horas antes que Jesús y los apóstoles subieran al Monte de los Olivos y contemplasen el Templo, ellos habían estado ese día en aquel lugar temprano.
Partiendo en seguida, Jesús se iba del templo, pero sus discípulos se acercaron para mostrarle los edificios del templo. En respuesta él les dijo: “¿No contemplan todas estas cosas? En verdad les digo: De ningún modo se dejará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada”. - Mateo 24: 1,2
Al ir saliendo él del templo, uno de sus discípulos le dijo: “Maestro, ¡mira!, ¡qué clase de piedras y qué clase de edificios!”. Sin embargo, Jesús le dijo: “¿Contemplas estos grandes edificios? De ningún modo se dejará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada”. - Marcos 13: 1,2
Más tarde, cuando algunos hablaban respecto al templo, cómo estaba adornado de piedras hermosas y cosas dedicadas, él dijo: “En cuanto a estas cosas que contemplan, vendrán los días en que no se dejará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada”.- Lucas 21:5,6
Esta parte de esa jornada diaria es vital. Antes de subir al Monte de los Olivos Jesús hace éstas impactantes declaraciones. A los apóstoles les queda tan grabado éste asunto que el relato nos muestra que inmediatamente ellos al subir, le realizan las famosas preguntas a Jesús:
Entonces le interrogaron, diciendo: “Maestro, ¿cuándo realmente serán estas cosas, y qué será la señal cuando estas cosas estén destinadas a suceder?”- Lucas 21:7
Y estando él sentado en el monte de los Olivos con el templo a la vista, Pedro y Santiago y Juan y Andrés empezaron a preguntarle privadamente: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal cuando todas estas cosas estén destinadas a alcanzar una conclusión?”. - Marcos 13:3,4
Estando él sentado en el monte de los Olivos, se acercaron a él los discípulos privadamente, y dijeron: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”. - Mateo 24:3
Cómo notamos la pregunta manifiesta en los tres evangelios: "¿Cuando serán éstas cosas?" se refiere obviamente a la frase "de ningún modo se dejará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada". ¡Ellos están preguntando por el Templo y sus edificios! Por ende, la respuesta de Jesús, la gran respuesta sobre la "conclusión del sistema de cosas" está ligada a éste asunto. La respuesta de Cristo nunca fué evasiva sino conclusiva y clara. Han sido los intérpretes los que se han desviado de la conexión con el asunto del Templo y sus piedras.
Aquí la frase de Marcos es fundamental:
“Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal cuando todas estas cosas estén destinadas a alcanzar una conclusión?”. - Marcos 13:4
En otras palabras, la profecía de Jesús sobre el asunto del Templo y sus piedras se extiende desde los días de Cristo hasta nuestros días, cuando todas estas cosas estén destinadas a alcanzar una conclusión. Hablamos de una profecía de largo alcance. Un círculo que se cierra en éstos tiempos.
"De ningún modo se dejará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada”. Esta expresión es realmente el comienzo de la profecía de Jesús. Y él realmente hablaba de forma literal. Ninguna piedra debería estar sobre otra. De la misma forma como las guerras recientes en Irak sepultaron una reconstrucción de la Babilonia antigua y ésta quedó para siempre como un "yermo desolado", así las palabras de Jesús tendrán un dramático cumplimiento LITERAL en nuestros días. Asuntos destinados a alcanzar una conclusión final.
Pero, ¿acaso el Templo judío no fué destruído en 70 E.C?
Sí y no. Hoy en Jerusalén el Muro de las Lamentaciones o los Lamentos es el sitio más sagrado del judaísmo. Su nombre en hebreo significa simplemente "muro occidental". Es el último vestigio del Templo de los días de Jesús. Aunque hay cierta discusión si realmente éste muro es el resto del edificio físico del Templo o una muralla exterior de contención del patio del Templo, lo cierto es que no podemos ignorar su importancia. Cuando las legiones romanas destruyeron el templo, sólo una parte del muro exterior quedó en pie. El entonces general Tito dejó este muro para que los judíos tuvieran el amargo recuerdo de que Roma había vencido a Judea (de ahí el nombre de Muro de las Lamentaciones). Cómo vemos, la destrucción de la Jerusalén de los días de Cristo aún no ha concluido. Hay una conexión hasta el día de hoy.
Además, notemos la pregunta de los apóstoles. Ellos no solo estaban pensando en un solo edificio (el Santo y el Santísimo). Más bien:
Sus discípulos se acercaron para mostrarle los edificios del templo-Mateo.
¡qué clase de piedras y qué clase de edificios!”. Sin embargo, Jesús le dijo: “¿Contemplas estos grandes edificios?- Marcos.
Cómo notamos la respuesta de Jesús involucra el conjunto de todos los edificios y piedras del Templo. Hablamos del patio y los muros exteriores, con grandes e impresionantes piedras, tal como se observa en la primera fotografía que muestra el Muro de los Lamentos.
Ésto significa que la frase de Jesús de ningún modo se dejará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada AÚN NO SE HA CUMPLIDO POR COMPLETO.
Cómo notamos, la destrucción de la Jerusalén bíblica de los días de Cristo aún no ha finalizado. Ésto significa que ahora en un dramático cumplimiento final, los sucesos relacionados con Medio Oriente efectivamente serán ejes del desenlace final de la profecía de Jesús de Nazaret.