Esta entrada es raíz de algunas consultas sobre éste pasaje. No olvidemos el párrafo completo para analizarlo:
15 ”Por lo tanto, cuando alcancen a ver la cosa repugnante que causa desolación, como se habló de ella por medio de Daniel el profeta, de pie en un lugar santo (use discernimiento el lector), 16 entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas. 17 El que esté sobre la azotea no baje para sacar los efectos de su casa; 18 y el que esté en el campo no vuelva a la casa a recoger su prenda de vestir exterior. 19 ¡Ay de las mujeres que estén encintas y de las que den de mamar en aquellos días! 20 Sigan orando que su huida no ocurra en tiempo de invierno, ni en día de sábado; 21 porque entonces habrá gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder. 22 De hecho, a menos que se acortaran aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos aquellos días serán acortados. - Mateo 24: 15-22
Ahora bien, una lectura rápida nos puede generar algunas confusiones. Por ejemplo, ¿por qué dice Jesús que hay que huir a las montañas, y luego que no hay que bajar de la azotea (quedarse en la casa), y el que esté en el campo no vuelva a la casa? Es interesante que Marcos en esta parte es casi idéntico. Pero leamos con cuidado:
16 entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas. 17 El que esté sobre la azotea no baje para sacar los efectos de su casa; 18 y el que esté en el campo no vuelva a la casa a recoger su prenda de vestir exterior.
Jesús simplemente dice que "los que estén en Judea", deben huir a los montañas. Solo los que estén en Judea. La huída a las montañas es solo para la zona de Judea. El usa la frase "los que estén". Entonces para mencionar otras circunstancias (distintas) dice que "el que esté sobre la azotea", en referencia a otra situación distinta evidentemente a la de Judea. Los que no sean de Judea (por ejemplo alguién de Galilea), no deberían salir de sus casas ( y menos viajar a Judea). Y finalmente remata al decir: "el que esté en el campo" no vuelva a la casa, dando a entender que no habría que dejar los sectores rurales para ingresar a Judea. Un temporero agrícola que salía al campo a trabajar por meses hubiese entendido a la perfección éste dicho.
Veamos como Lucas confirma ésto:
20 ”Además, cuando vean a Jerusalén cercada de ejércitos acampados, entonces sepan que la desolación de ella se ha acercado. 21 Entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas, y los que estén en medio de [Jerusalén] retírense, y los que estén en los lugares rurales no entren en ella; 22 porque estos son días para hacer justicia, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. - Lucas 21:20-22
Cómo notamos, solo los que estaban en la provincia de Judea (y no Galilea u otra) era los que tenían que huir. Evidentemente Jerusalén estaba incluída, y la gente de sectores rurales cerca de Judea no tenían que entrar en ella, y la gente de otras zonas, solo tenía que aguardar en sus casas y azoteas.
Creo que la frase "echen huir a las montañas" se ha descontextualizado y se le ha dado un valor desmedido como si fuera una aplicación general profética para todos los cristianos. En realidad no es así, ya que Jesús habló con claridad de:
- Los que estén en Judea y Jerusalén (la capital del sistema judío) deben huir.
- Los que estén en su azotea y casa no deben bajar a buscar las cosas para ningún viaje. Habla de otras provincias. Ellos deben estar en sus hogares y no viajar a Judea.
- Los que estén en zonas rurales intermedias entre ciudades, no deben entrar en la capital.
¿Qué nos enseña ésto?
Qué solo los que vivan en la capital del sistema de cosas mundial deberían abandonarlo. La huída es solo para los habitantes de la Judea moderna. Quienes vivan en otras ciudades o provincias no deberían dejar sus hogares. Los ángeles se encargarán de ellos. Y quienes vivan en zonas alejadas de las ciudades, tampoco deben apresurarse a entrar o viajar a la capital del sistema.
Para el 11-09-2001 era evidente que la capital del mundo era New York. Parece que tal como en la capital del antiguo sistema de cosas judío estaba el Santuario a Jehová, de igual forma en Nueva York está la Sede del Santuario moderno espiritual. Al parecer Dios desea un juicio sin salvación angelical en las capitales de los sistemas. La razón es que sus Templos siempre han estado en esos lugares, y también han sido profanados. Un juicio más directo se cierne sobre ellos. No viaje, por lo tanto, a la capital del mundo.