Ésta posibilidad fué sugerida en el comentario de un lector, y éstos días he meditado profundamente en ella. Al parecer los meses por venir serán un periodo de demolición de viejas ideas y estructuras, para el renacer totalmente puro de la religión fundada por Jesús de Nazaret.
Cuando en el Pentecostés de 33 E.C se derramó el Espíritu y cuando Cornelio y su gente fueron ungidos en 36 E.C, existió un primer sellamiento. Entonces ocurrieron algunas manifestaciones prodigiosas. El apóstol Pedro cita de la profecía de Joel (Joel 2: 28-32) en referencia al Pentecostés como primer cumplimiento:
‘“Y en los últimos días —dice Dios— derramaré algo de mi espíritu sobre toda clase de carne, y sus hijos y sus hijas profetizarán, y sus jóvenes verán visiones y sus viejos soñarán sueños; 18 y aun sobre mis esclavos y sobre mis esclavas derramaré algo de mi espíritu en aquellos días, y profetizarán. 19 Y daré portentos presagiosos en el cielo arriba y señales en la tierra abajo, sangre y fuego y neblina de humo; 20 el sol será convertido en oscuridad y la luna en sangre antes que llegue el grande e ilustre día de Jehová. 21 Y todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo”’. - Hechos 2:17-21
Pero Pedro por inspiración (quizás incluso sin saberlo) también ésta hablando de "los últimos días" y que la función principal del derramamiento para ésa fecha será el de "profetizar". Además él nos habla de los fenómenos celestes durante la gran tribulación, ANTES del día de Jehová (el Día de Jehová sería la Parausía manifiesta y el Armagedón al final de la gran tribulación).
¿Sería lógico que el "sellado final" de los ungidos de Revelación tuviese que ver con un derramamiento final? Si la aparición de los primeros ungidos fué con un derramamiento, sería lógico que la última etapa también tuviese un derramamiento para cumplir plenamente las palabras de Joel. Sin embargo, la "toda clase de carne" puede ser una referencia a que miembros de la gran muchedumbre serán incluídos en éste profetizar y ellos serán "ungidos" con espíritu para la comisión que algunos dirigentes del Israel espiritual han descuidado. Sería como la oportunidad dada los gentiles tres años y medio después de la oportunidad a los judíos naturales.
Los "gentiles" serían los miembros de la gran muchedumbre que serían ungidos por espíritu para "profetizar". Los "judíos naturales" serían un puñado más pequeño que recibió el espirítu antes: los cristianos con esperanza celestial que se llaman "judíos espirituales". Pero la gran muchedumbre serían los "gentiles".
En el antiguo Israel existía éste sistema:
Y de los hijos de Isacar que tenían conocimiento de cómo discernir los tiempos para saber lo que Israel debería hacer, había doscientos cabezas suyos, y todos sus hermanos estaban a sus órdenes.- 1 Crónicas 12: 32
Además, mientras que la clase sacerdotal y dinástica de reyes moraba en una central de Jerusalén, los "hombres de visiones", "los profetas" y quienes "tenían conocimiento de los tiempos" vivían fuera de las ciudades, a veces en cuevas y dando consejo desde lejos. Su estilo de vida era más sacrificado y menos cómodo que los dirigentes sacerdotales y reales que eran mantenidos por las contribuciones del pueblo.
El que Internet actualmente se presente como la mayor plataforma para difundir información (hasta el grado que cierta tendencia confirma que la literatura cristiana deje de imprimirse para pasar a la Red) demuestra que Jehová permite los asuntos para ir en cierta dirección. Será inevitable que muchos hermanos al verse forzados a leer las publicaciones por la Red, finalmente den con páginas y sitios que están dando una porción de alimento sobre las profecías. ¿Está moviendo Dios los asuntos para que finalmente se inviertan las cosas? No lo sabemos y debemos esperar.
Nosotros somos polvo y ceniza, y tenemos un imperativo. Personalmente si existiera una abundancia actual o un mayor espacio semanal dedicado a éstos asuntos de "profecías" yo no estaría escribiendo. Pero Pedro y Joel dicen que finalmente ANTES del día de Jehová, habrá un renacer del verdadero "profetizar". ¿Tendrá usted ese privilegio?