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En la mañana de este miércoles, el Monte Merapi produjo su estallido más poderoso de la actual actividad tectónica, según los científicos, y obligó a extender el radio de evacuación a 15 kilómetros, en lugar de 10.
Desde el pasado 26 de octubre, el cráter, ubicado en una zona altamente poblada de la isla de Java Central, comenzó a expulsar nubes de gases y humo, provocando más de 75 mil refugiados y cerca de 40 muertos hasta el momento.
Sin embargo, tras la erupción del volcán de dos mil 914 metros de altura, comenzaron fuertes lluvias que salvaron a los residentes cercanos al Merapi de un baño de lava.
Simultáneamente a la explosión del monte, un fuerte sismo de magnitud 6.0 en la escala abierta de Richter sacudió la costa oriental de Indonesia, aunque autoridades aún no precisan víctimas o daños.
Con epicentro en el mar a 106 kilómetros al sureste de Kaimana, en la provincia de Papúa Occidental, y una profundidad de 50 kilómetros, este nuevo terremoto reforzó la alarma en la población de Indonesia, que sufrió además la semana pasada un terremoto con saldo de cerca de 450 muertos.
El presidente Susilo Bambang, inmerso en las labores de recuperación por las catástrofes ocurridas en el archipiélago, visitó en horas de la mañana algunos centros de evacuación.
Durante su recorrido dialogó con pobladores de los distritos de Purwobinangun, Sleman y Yogyakarta y exhortó a mantener la disciplina y acatar las órdenes de las autoridades a fin de evitar más daños o perdidas de vidas humanas. -PL
