No obstante, no podemos negar un componente de las profecías. Tiene que ver con el cumplimiento de "sentencias" divinas que se cumplen sin importar cuantos siglos ocurran. Por ejemplo, la profecía de la aniquilación de la Babilonia antigua sigue vigente hasta el día de hoy. Todavía ese lugar está desolado y es tierra de chacales y animales del desierto.
La Historia Sagrada ocupa casi 4000 años centrada en la zona de Palestina. Es evidente que las tierras bíblicas y su continuada atención en el escenario mundial obedecen a una razón superior. De las cientos de naciones que pasaron a la historia, la zona de Israel, Jerusalén y Medio Oriente sigue estando en el ojo mundial desde hace casi 2000 años. Está claro que no hablamos del restablecimiento de una nación racial o física aprobada por Dios en el Israel político, pero tampoco podemos anular la Palabra profética de Dios expresada en sentencias que tendrían que cumplirse de forma definitiva hasta el fin de los tiempos.
Por ejemplo, Levítico 26 es un contrato legal entre Jehová y la nación (colectivo) de los judíos naturales. No aplica a los israelitas espirituales, solo al pueblo hebreo literal de la misma forma como los sábados eran una obligación solamente para ese pueblo hebreo. Éste contrato dice así en una de sus partes:
’Pero si siguen andando en oposición a mí y sin desear escucharme, entonces tendré que infligirles siete veces más golpes conforme a sus pecados.- Lev. 26:21
Así que cada año de error por idolatría, por quebrantar la obligación expresada en el versículo 1, durante el período de bendiciones en el que Jehová era el rey, acarrearía una penalidad siete veces mayor, una maldición de siete años, en la que Dios no sería su rey. Ésto sin duda, tiene que ver con una desolación sobre su tierra y la dispersión de ellos como colectivo.
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En los versículos 34-41 se profetiza que los judíos fallarán al guardar los sábados para la tierra, y la penalidad (maldición) que tendrán que pagar (sufrir) será una expulsión de su tierra. Además se agrega:
38 Y ustedes tendrán que perecer entre las naciones, y la tierra de sus enemigos tendrá que comérselos. 39 En cuanto a los que queden de ustedes, se pudrirán a causa de su error en las tierras de sus enemigos. Sí, aun a causa de los errores de sus padres, con ellos se pudrirán. 40 Y ciertamente confesarán su propio error y el error de sus padres en su infidelidad cuando se portaron infielmente para conmigo, sí, aun cuando anduvieron en oposición a mí. 41 Sin embargo, yo, por mi parte, procedí a andar en oposición a ellos, y tuve que introducirlos en la tierra de sus enemigos. - Levítico 26:38-41
Ahora bien, ambas casas de los judíos, la casa de Judá y la casa de Israel, ellas mismas quebrantaron sus obligaciones bajo este contrato. Por lo tanto, ambas sufrieron las penalidades (maldiciones) prescritas. En las profecías bíblicas (Ezequiel 4:3-8.) se dice que el error de Israel fue de 390 años y el período del error de Judá fue de 40 años. Esto sería el total del error de ambas casas: 430 años. No obstante, debemos descontar los 70 años de error de sábados pagados para la tierra de ámbas casas, en dónde hay un descuento de 70 años. Entonces tenemos 430 - 70 = 360 años del error por idolatría para ambas casas (Israel y Judá).
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....entonces tendré que infligirles siete veces más golpes conforme a sus pecados.- Lev. 26:21
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La penalidad total por el error por idolatría en 7 años sin Jehová como rey, por cada año de idolatría nacional mientras Jehová era rey, es 360 x 7 = 2520 años de exilio, dispersión, persecusión, maltrato y oposición sobre ellos como pueblo, y sobre su tierra, la cual Jehová le dió en un contrato legal. Cómo notamos, Levítico nos ofrece la clave para encontrar el verdadero significado de los "siete tiempos" y su relación con el Israel natural. Ésto fué descubierto en 1992 por algunos estudiantes de la Biblia.
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En realidad, tal cómo he comentado en entradas anteriores, el verdadero concepto de los "siete tiempos" de Daniel tiene que estar ligado a un periodo de "ataduras" o "restricción" de una situación, gobernación o condición. Es un castigo o un decreto impuesto por el Altísimo y los vigilantes tal como se dice con claridad en Daniel 4. Desde mi punto de vista, no tiene que ver tanto con el restablecimiento de la gobernación real de Dios, sino más bien, con la maldición sobre la Tierra Prometida y el exilio de los judíos. Ellos sufrieron una sentencia de "siete tiempos" expresada en Levítico y confirmada en Daniel 4, porque actuaron como Nabucodonosor.
Los "siete tiempos" desde éste ángulo bíblico no tendrían que ver con la expresión del Reino de Dios y la Parausía, ya que como hemos comentado, generalmente tiene que ver con ataduras sobre algo rebelde y opuesto a la soberanía de Dios. Asi ocurrió con los 2520 días de rebajamiento de Nabucodonosor y muchos otros casos de 2520 años que hemos localizado en las Escrituras. Pero todos ellos nos hablan de "restricción".
Cómo antes hemos señalado, al parecer en el año 607 a.E.C el Faraón Neko colocó al primer rey vasallo sobre Israel y empezó una especie de asedio gentil sobre las tierras de Israel. Luego, Nabucodonosor comenzó a mantener esos asedios (604/605 a.E.C) y empezaron los primeros exilios. Si aplicamos los 2520 años de castigo, llegamos 1914 como un año señalado. Cuando en 1914 los turcos hicieron su primer y último censo, resultó que había en Palestina 690.000 habitantes, de los que 60.000 eran judíos. Ese año la guerra mundial dio al sionismo político su gran oportunidad para recobrar Palestina. Ahora bien en 1917 un trozo de papel, es el fundamento moderno del Estado de Israel. Se lo conoce como de declaración de Balfour, y lleva la firma del canciller inglés. Ésta declaración ocurre 2520 años después de que Nabucodonosr comienza su asedio y los primeros exilios en 604/605 a.E.C.
El mandato británico sobre Palestina después de la primera guerra mundial permitió cumplir con la promesa, contenida en la declaración de Balfour de 1917, de establecer un hogar nacional judío en un territorio poblado por los árabes.
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A partir de ese momento la inmigración a Palestina creció inconteniblemente, organizada por la Agencia Judía, que formaba parte de la administración británica. Cuando los ingleses hicieron su primer censo en 1922 había en Palestina 760.000 habitantes, de los que algo más de 80.000 eran judíos: o sea el 11%. Esa proporción había subido en 1931 al 16 y en 1936 al 28%.
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Gran Bretaña favoreció ese proyecto hasta que la inminencia de la segunda guerra mundial le hizo ver el riesgo de que los pueblos árabes se alinearan junto a Alemania.
1933/1934: 2520 años después de la destrucción del Templo
Ahora bien, surge la pregunta: Si Jerusalén y su Templo fueron destruídos en 586 a.E.C y se inició una deportación masiva (en 604/605 comenzaron las primeras deportaciones, pero en 586 a.E.C fué algo masivo) ese año, ¿podríamos contar los 2520 años desde 586/587 a.E.C?
Pues bien, llegamos a 1933 cómo un año señalado. Ahora, el error consistiría en buscar un acontecimiento impresionante, pero estaríamos olvidando que el objetivo real de los 2520 años están aplicados al exilio y la tierra de Israel, y nada más.
En el libro de Saul Friedländer El Tercer Reich y los judíos (1933-1939). Los años de la persecución (publicado en inglés en 1997), se explica con claridad que el retorno masivo de los judíos a la Tierra de Israel comenzó desde 1933.
La Enciclopedia del Holocausto declara: "En 1933, la población judía de Europa era alrededor de 9,5 millones. Este número representaba más de 60 por ciento de la población judía del mundo a ese tiempo, calculada a 15,3 millones. La mayoría de los judíos en Europa antes de la guerra vivía en la Europa oriental. Las comunidades judías más grandes en esta área estaban en Polonia, con alrededor de 3.000.000 judíos; la parte europea de la Unión Soviética, con 2.525.000; Rumania con 980.000; y tres estados bálticos, con una población judía combinada de alrededor de 255.000 (95.000 en Latvia, 155.000 en Lituania, y 5.000 en Estonia). En la Europa central antes de la guerra, la comunidad judía más grande estaba en Alemania, con alrededor de 525.000 miembros. Seguía Hungría con 445.000, Checoslovaquia con 357.000, y Austria con 250.000. Francia con 220.000; y Holanda con 160.000. En la Europa meridional, Grecia tenía la población judía más grande con alrededor de 73.000 judíos. También había comunidades judías importantes en Yugoslavia (70.000), Italia (48.000) y Bulgaria (50.000).
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Antes de que los nazis tomen poder en 1933, Europa tenía una cultura judía dinámica y sumamente desarrollada. En poco más de una década, la mayoría de Europa sería conquistada, ocupada o anexada por la Alemania nazi y la mayoría de los judíos europeos -- dos de cada tres -- sería muerta. - Enciclopedia del Holocausto
Ya para 1940 la población judía se acercaba al medio millón de exiliados regresando a Palestina. Desde 1933 y con los años posteriores, el regreso de judíos fué masivo. El estallido de la guerra llevó a su paroxismo la persecución de los judíos en Alemania y brindó un nuevo argumento para la inmigración en Palestina. En la práctica esto significó intensificar incluso la inmigración clandestina, aún desafiando el bloqueo de la guerra. Buques cargados de inmigrantes europeos fugitivos del nazismo empezaron a llegar a las playas palestinas.
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Así que la maldición sobre las tierras bíblicas son un periodo de 2520 años que comenzó a decantar en 1933, cuando habían transcurrido "siete tiempos" desde la deportación masiva a Babilonia y la dispersión de los judíos por el mundo. Recordemos que al error de Judá e Israel de 430 años les descontamos los 70 años de perdón, quedando 360 años multiplicados por siete. Si la gran dispersión aconteció tras la destrucción de Jerusalén en 586 a.E.C, el gran regreso sería precisamente a partir de 1933/1934, cuando la restricción ("ataduras") comenzó a terminar.
Así que la maldición sobre las tierras bíblicas son un periodo de 2520 años que comenzó a decantar en 1933, cuando habían transcurrido "siete tiempos" desde la deportación masiva a Babilonia y la dispersión de los judíos por el mundo. Recordemos que al error de Judá e Israel de 430 años les descontamos los 70 años de perdón, quedando 360 años multiplicados por siete. Si la gran dispersión aconteció tras la destrucción de Jerusalén en 586 a.E.C, el gran regreso sería precisamente a partir de 1933/1934, cuando la restricción ("ataduras") comenzó a terminar.
Aún hay muchas variantes (cabos sueltos) y puntos que analizar con respecto a las implicancias de éstos asuntos. De hecho, seguiremos investigando en ésta apasionante historia que nos confirma que nuestra época moderna está señalada. Cómo observamos, proponemos un nuevo entendimiento que rectificaría algunas cosas, pero que se acercaría un poco más a la armonía interna de la Biblia.