"Pero cuando hay un volverse a Jehová, se quita el velo. Ahora bien, Jehová es el Espíritu; y donde está el espíritu de Jehová, hay libertad". - 2 Corintios 3:16,17
Éstas hermosas palabras inspiradas fueron escritas en el contexto de que el "código de la ley" no era una manifestación plena de la libertad de los cristianos. En realidad el código escrito era una sombra, y bajo la liberación de Cristo Jesús obtenemos la verdadera libertad.
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La libertad es un don maravilloso del ser humano. Tenemos libre albedrío para buscar la verdad, ya que somos amantes de la verdad. Ningún ser humano, ni ángel, puede privarnos de ese don. La libertad de pensamiento incluso es respetada y defendida por Dios mismo. Él nos creó de esa forma, y nuestra madurez espiritual significa aceptar confiados ese don de Dios.
Muchos creen que la multiplicidad de ideas y la libre expresión en materia religiosa puede tener efectos devastadores. Se suele argumentar que las miles de sectas y religiones son producto justamente de esa llamada libertad religiosa. Por esa misma razón, se suele atacar en las religiones a las personas que expresan publicamente sus pensamientos religiosos distintos, o hablan de una forma diferente en cuanto a las directrices y códigos de su organización religiosa. Existe un gran temor, de que esas personas puedan provocar divisiones y sectas, y por lo tanto, generalmente son apartadas del grupo social-religioso al que pertenecen.
Sin embargo, es un error creer que la multiplicidad de sectas y religiones se debe a la "libertad" religiosa. ¿Por qué razón? En realidad las religiones son productos de tradiciones religiosas que son extrabíblicas. En el fondo, las sectas y religiones son las que estarían siendo víctimas del error interpretativo de la Biblia. El que más y más grupos tiendan a forzar la Biblia es lo que produce el efecto. En cambio, si se estudiara la Biblia con libertad y publicamente, no habrían deserciones masivas. Más bien el Espíritu Santo lograría que hubiese verdadera unidad y libertad. Pero sería una unidad basada en la libertad y no en la uniformidad.
Por ejemplo, algunos estudiosos a nivel individual de la Biblia llegaron a muchas creencias que los investigadores posteriores encontraron. Es notable el caso de Newton. Sin embargo, éstos cristianos a nivel individual no crearon sectas en torno a esos descubrimientos. Cómo observamos, encontrar la simple verdad en la Biblia no necesariamente provoca sectas o religiones. No tuvieron confusiones de Fe o crisis espirituales al investigar la Biblia de forma privada y sin un "conducto oficial". Es debido a otros intereses cuando se provoca el fenómeno sectario. No es por la libre investigación bíblica.
Muchos cristianos no saben que en el siglo I no todos tenían el "mismo entendimiento" al mismo tiempo, como tampoco existía una imposición para que todos pensaran de igual forma. Cuando Pablo llama a "que que estén aptamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar" se refiere a los partidismos que existían entre los cristianos cuando decían “Yo pertenezco a Pablo”. “Pero yo a Apolos.” “Pero yo a Cefas.” “Pero yo a Cristo.” (1 Corintios 1:10-17). Cómo notamos, el sectarismo es provocado por seguir a los hombres y no por la investigación personal de la Palabra de Dios, la cual no está dividida y nos debe llevar a todos en la misma dirección inevitable, salvo que los hombres (no la Biblia) lo impidamos manipulando su mensaje. Por eso hay sectas. Por la manipulación bíblica (sin intención o con intención), y no por su libre investigación.
Es común escuchar el argumento que en el siglo I había un "cuerpo gobernante" en Jerusalén que daba una instrucción y que ésta era obedecida por todas las congregaciones del mundo cristiano. Sin embargo, la propia Biblia nos muestra que ésto no es así.
Una lectura cuidadosa de Hechos 15 nos aclara que los "ancianos y apóstoles" de Jerusalén (no aparece en la Biblia la expresión "cuerpo gobernante") eliminaron la obligación de la circunsición ¡solo a los cristianos de las naciones gentiles, especialmente a Antioquía y Siria y Cilicia! Generalmente se hace creer que el nuevo mandato se aplicó a todas las congregaciones por igual, incluyendo las judías, para demostrar que existía un poder centralizado que ordenaba a todo el mundo cristiano, y que todas acataban de igual forma. No es así porque el relato nos muestra:
19 Por lo tanto, es mi decisión el no perturbar a los de las naciones que están volviéndose a Dios, 20 sino escribirles que se abstengan de las cosas contaminadas por los ídolos, y de la fornicación, y de lo estrangulado, y de la sangre.
.23 “Los apóstoles y los ancianos, hermanos, a los hermanos de Antioquía y Siria y Cilicia que son de las naciones: ¡Saludos!
28 Porque al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias: 29 que sigan absteniéndose de cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de cosas estranguladas, y de fornicación. Si se guardan cuidadosamente de estas cosas, prosperarán. ¡Buena salud a ustedes!”. - Hechos 15: 19-28
Generalmente se suele utilizar éste pasaje como un argumento que muestra que TODAS las congregaciones y cristianos (judíos y gentiles) acataron la misma instrucción. Pero como el relato lo muestra, el "entendimiento" no era para todos los cristianos. El pasaje mas lapidario que nos confirma ésta idea es el siguiente. Mucho tiempo después Pablo regresó a Jerusalén y se encontró con los ancianos cristianos en la ciudad (no se habla de los apóstoles en este relato). Veamos ésta situación:
17 Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo. 18 Mas al [día] siguiente Pablo entró con nosotros [a ver] a Santiago; y estaban presentes todos los ancianos. 19 Y él los saludó y se puso a hacerles un relato detallado de las cosas que Dios había hecho entre las naciones mediante su ministerio.
20 Después de oír esto, ellos empezaron a glorificar a Dios, y le dijeron: “Contemplas, hermano, cuántos millares de creyentes hay entre los judíos; y todos son celosos por la Ley. 21 Pero ellos han oído que se rumorea acerca de ti que has estado enseñando a todos los judíos entre las naciones una apostasía contra Moisés, diciéndoles que ni circunciden a sus hijos ni anden en las costumbres [solemnes]. 22 Entonces, ¿qué ha de hacerse acerca de ello? En todo caso van a oír que has llegado. 23 Por lo tanto, haz esto que te decimos: Tenemos cuatro varones que tienen sobre sí un voto. 24 Toma a estos contigo y límpiate ceremonialmente con ellos y hazte cargo de sus gastos, para que se les rape la cabeza. Y así sabrán todos que no son ciertos los rumores que se les contaron acerca de ti, sino que estás andando ordenadamente, tú mismo también guardando la Ley. 25 En cuanto a los creyentes de entre las naciones, hemos enviado [aviso], habiendo dictado nuestra decisión de que se guarden de lo sacrificado a los ídolos así como también de la sangre y de lo estrangulado y de la fornicación”. - Hechos 21: 17-25
Este sorprendente pasaje nos muestra que mucho tiempo después los cristianos de Judea y Jerusalén aún seguían observando la Ley Judía. No existía una autoridad que los hiciera desistir. Las congregaciones de la zona tenían su propia interpretación de la Ley y la amoldaban al cristianismo, mientras que las congregaciones gentiles solo se les había estipulado lo de la sangre, la fornicación y los idólos. ¿Dónde estaba la instrucción o "entendimiento" para todos por igual?
Quizás la destrucción de Jerusalén en 70 E.C permitió que el cristianismo se hiciera libre de las cadenas del judaísmo, tal como lo comentan algunos historiadores.
Ésto nos muestra que la unidad no es uniformidad. Qué la libertad no significa obligar a que todos piensen igual. Y nos hace reflexionar sobre el papel del Pueblo de Dios en la actualidad.
Sé que hay muchos lectores de éste blog. Algunos han comentado que los ha traído a buscar la lectura de éstos sitios. Otros aún no lo han hecho. Desde el anonimato, si desean hacerlo, pueden comentar al respecto. Su experiencia será publicada apenas se pueda.
Un abrazo.