El Vaticano acusó a China de lo que calificó como "injerencias hostiles e inaceptables" en la vida católica, tras una reunión en Beijing en la que fueron nombrados nuevos líderes católicos respaldados por el gobierno chino.
La semana pasada en la Octava Asamblea de Representantes Católicos Chinos se eligió a un prelado que no es reconocido por el Papa para liderar el consejo de los obispos chinos.
Mediante un comunicado, el Vaticano aseguró que la reunión, y la ordenación el mes pasado de otro obispo sin la aprobación del Papa, había dañado el clima de confianza creado entre Pekín y Roma.
Además, acusó a las autoridades chinas de obligar a sacerdotes a asistir a ambos eventos en contra de su voluntad. -BBC
No bajemos la guardia. Cuando llegue la hora de la destrucción de Babilonia la Grande, China será su principal devorador.