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Éstos días he tenido cierta aflicción que no me ha permitido dormir bien. Al analizar las profecías bíblicas hemos podido discernir la dirección correcta de los sucesos desde hace muchos meses, y lo hemos declarado. El panorama mundial claramente comenzó a cambiar desde el año 2001 tras la caída de las Torres. La potencia angloamericana ya no es tal y hemos observado una paulatina transferencia de poder, incrementada por la crisis, que le ha dado a Oriente un peso tremendo en la escena mundial. Una dirección peligrosa que confirma el desenlace por venir. Los hechos de estos días lo confirman: la potencia China ya le dobló la mano a Estados Unidos. Una potencia anti-religiosa que expande sus influencias por el mundo. Jeff Immelt, director ejecutivo de General Electric, ha afirmado éstos días que la crisis financiera actual ha marcado el fin del dominio económico estadounidense y ha confirmado el inevitable ascenso de China.
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¿Han estado advirtiendo los dirigientes espirituales del rebaño sobre estos peligrosos movimientos de poderes? En la década de los 90 las últimas alusiones directas a potencias políticas y noticias globales relacionadas con el Rey del Norte terminaron. Un extraño silencio o nubosidad se ha apoderado de los atalayas religiosos modernos. Se ha transferido el papel de observar los acontecimientos mundiales a las ovejas, mientras los artículos se dedican a cuestiones familiares y personales. Pero, ¿que dice Jehová por medio de Ezequiel? ¿De quién es la responasbilidad de vigilar los sucesos mundiales, divisarlos en el horizonte y advertir al pueblo? ¿Es del pueblo o del Atalaya que ayuda al pueblo?
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”’Ahora bien, en lo que respecta al atalaya, en caso de que él vea venir la espada y realmente no toque el cuerno y la gente misma no reciba ninguna advertencia y una espada venga y quite de ellos alma, por su propio error esta [gente] misma tiene que ser quitada, pero su sangre la reclamaré de mano del atalaya mismo’.- Ezequiel 33: 6
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Creo que muchos de los que visitamos éstos sitios lo hacemos por un sentido interno de mantenernos alertas. Algo nos avisa que no podemos simplemente saturarnos o conformarnos con las informaciones oficiales y no leer o ver nada más. No lo haríamos, si es que como antes, las publicaciones fueran más diligentes y preventivas a la hora de advertir de los movimientos globales actuales.
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Todo apunta a una gran calamidad que invertirá los papeles. El capítulo 19 del libro de Isaías también nos dice que a Egipto le aguarda la ruina económica. Jehová anuncia que Él secará las aguas del río Nilo y de todos sus canales. Cuando vemos lo que sucedería si el dólar NorteAmericano sufriera un catástrofico colapso, nos damos cuenta que esta es una analogía que tiene mucho sentido. Tal acontecimiento convertiría a Los Estados Unidos en un país del Tercer Mundo de la noche a la mañana. China ya está plantando sus pies en esa tierra, lo cual muestra que en el momento oportuno, ellos no vacilarán en proscribir a los cristianos.
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Al no existir advertencias formales en los artículos oficiales, millones de publicadores que son reacios a ver los informativos o autoinvestigar, caen en una especie de relajación. Para la mayoría, la situación mundial es exactamente igual que hace 10 años. No contemplan la diferencia, no vislumbran la dirección de las cosas. Siguen sumidos en el sueño y salvo por lo que les dice algún hermano vigilante, el resto cree que todo sigue igual. Pero, ¿era responsabilidad de ellos o del Atalaya mantenerse vigilantes y avisar de la calamidad?
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¿Debe el temor al ridículo o a equivocarse restar en la desición de advertir? ¿No significaría que lo domina una excesiva preocupación por el prestigio de ser profeta en vez de salvar vidas? Puede que un Vigia de un barco vislumbre un bulto en el horizonte, él no lo tiene claro, pero da la advertencia preventiva. Quizás fué una ballena y no un iceberg, pero en armonía con su comisión da la advertencia.
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¿Quién ha advertido a los millones de cristianos lo que se avecina sobre Estados Unidos? En solo unos pocos años los Estados Unidos pasaron de ser el más grande acreedor del mundo, a ser el más grande deudor. De manera simultánea, los Estados Unidos pasaron de ser la potencia industrial más grande, a ser una nación que solo puede subsistir gracias a la importación de bienes del extranjero. ¡¡El déficit anual de los Estados Unidos es enorme y colosal!! Dicho de otra manera, al pueblo NorteAmericano se le está vendiendo a la esclavitud; tal y como muchos paises del Tercer Mundo ya han sido vendidos. ¿Qué significará para los cristianos de esa tierra? ¿Se les advierte sobre una inminente persecusión? Solo basta el detonante del "golpe de espada" y muchas libertades constitucionales serán eliminadas por la emergencia, sobre todo con el arribo del Amo duro.
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¿Quién advierte de éstas cosas? ¿Se habla abiertamente de que la Sociedad Watchtower está en una grave crisis financiera? ¿Sabía usted que muchos ya habían "profetizado" que ésto iba a acontencer? No lo hicieron por inspiración divina sobrenatural. Simplemente se han apegado a lo que dice la declaración profética de la Biblia.
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Hoy estoy muy apesadumbrado y triste. El pueblo de Dios está en una burbuja de felicidad, pero no se ha preparado, y no se advierte al pueblo sobre lo que viene: El Juicio contra la Casa de Dios. Quizás los "sacerdotes" no "pueden ver" y también están sumidos en un "sueño". Cuando observamos el panorama mundial y la dirección firme que toman los asuntos, podemos tener la certeza de que la Biblia es clara. Sí, a veces no nos gusta lo que dice y le cerramos los oídos.
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El fin de los tiempos ha llegado y lo más increíble es que también la ceguera o sueño profundo sobre el pueblo ¡también estuvo profetizada! Solo la realidad, el despertar de golpe, traerá a muchos a una difícil prueba de fe y realidad.
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Es solamente cuando nos damos cuenta de lo que verdaderamente está sucediendo en el mundo cuando podemos comprender la Palabra de Jehová, y sus profecías, de manera satisfactoria. Después de todo, no deberíamos esperar que la profecía concuerde con la opinión pública, con la propaganda de los medios de difusión, o con las antiguas y aferradas opiniones religiosas como dogmas. Debido a que Satánas el Diablo está extraviando a toda la tierra habitada por medio de sus agencias publicitarias, solo podemos encontrarle sentido a las profecías si vemos y comprendemos la realidad del mundo tal y como verdaderamente es; es decir, tal y como Jehová ve las cosas.
