viernes, 18 de febrero de 2011

¿Inteligentes y malvados?

Nuevamente esta entrada es una opinión personal. Surge debido a algunas preguntas de hipotéticas situaciones presentadas por algunos lectores. Una de esas es si  hay civilizaciones avanzadas (capaces de salir al espacio) que estén de parte de la Rebelión de Satanás y eventualmente puedan tener un enfrentamiento con otros mundos que estén del lado de Dios.

Una civilización no podría ser malvada y al mismo tiempo avanzada tecnológicamente con capacidad de viajar a otros planetas, al estilo de las películas de ficción en dónde tengan batallas espaciales tipo Star Wars, e invadan a otros mundos al estilo de la película Día de la Independencia. ¿Por qué no? Porque toda civilización malvada termina autodestruyéndose antes de poder salir a explorar el espacio. Esta idea no es solo mía, la han mencionado pensadores y científicos como Carl Sagan. Pongamos por ejemplo nuestra propia civilización. No nos cabe duda de que somos un mundo malvado (con millones de muertos de hambre, pobreza, guerras, contaminación, etc.) pero incipiente en tecnología, la cual se usa egoístamente y con muy pocos fines altruistas. La tendencia histórica es usar la tecnología para la guerra o el mal. Asi, incluso el primitivo desarrollo espacial fué de la mano con el desarrollo de armas nucleares.
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Si no hay pronto una intervención superior de parte de Dios (que por supuesto que la habrá), el Planeta está amenazado de muerte por el cambio climático, la contaminación, y la siempre presente amenaza nuclear. Estamos en una situación peligrosa y alarmanteEn un límite final.  Muchos presienten, que de seguir esta curva, el hombre como especie jamás alcanzará a explorar por si mismo el universo. Antes,  la especie se extinguirá por su estupidez. La regla es: Toda civilización malvada termina autodestruyéndose antes de poder salir a explorar en persona el espacio profundo y viajar a las estrellas.

Los mundos egoístas y malvados se destruyen ellos mismos primero. No alcanzan a obtener el nivel científico necesario como para lograr abandonar sus planetas y partir a invadir o explorar otros mundos. Es más fácil construir bombas que naves intergalácticas, y si una civilización no tiene bondad y consigue un alto nivel científico, más tarde o más temprano utilizará su poder destructivo contra sí misma, mucho antes de poder partir a otros mundos. El ejemplo más claro lo tenemos nosotros mismos.

En los años 70 existió un freno a la carrera espacial y el mundo se estancó en la exploración del espacio y se dió un énfasis masivo en la producción de armas atómicas. Cómo han dichos sabios como Einstein el mundo ha progresado en conocimiento pero para nada en sabiduría. El precio de la carencia de sabiduría y bondad siempre es la auto-aniquilación. Así ocurrió con civilizaciones pasadas que colapsaron. La verdadera Inteligencia nace del Amor y bondad. Por lo tanto, no pueden existir civilizaciones avanzadas que puedan explorar el espacio y que a la vez sean malvadas o estén de parte de la rebelión.

Todo está relacionado, pero otra cosa es que nosotros no comprendemos la ley que enlaza todas las cosas, o que no la queremos ver. Imagine que muchas personas tienen que tomar una barra de hierro al rojo, una a una, con las manos desnudas. ¿Qué posibilidad hay de que alguna no se queme? -Ninguna; todas se queman. Asimismo, todos los malvados se autodestruyen si no logran superar su maldad. Nadie puede escapar a la ley que rige ese asunto.

¿Cuál ley? -Cuando el nivel científico de un mundo supera demasiado el nivel de amor, ese mundo se autodestruye. Nada escapa a esa Ley Fundamental del Universo. Por eso la humanidad de nuestro mundo está en una fase crítica.

El amor es una fuerza, una vibración, una energía que unifica el universo.  Si el nivel de amor de un mundo es bajo, hay infelicidad colectiva, odio, violencia, división, guerras y... con un nivel peligrosamente alto de capacidad destructiva... Pero ese mundo no alcanza a explorar las estrellas (sinónimo de una civilización madura) porque la división interna los aniquila.

Por ejemplo en una película hay unos "extraterrestres lagartos" que dominaban muchos planetas porque estaban muy bien organizados. Sin embargo, ésto es parte de la calenturienta mente degradada de los humanos. Sin amor no puede existir una organización duradera. En ese caso, se debe obligar, forzar. Al final, hay rebeldía, división y destrucción. Existe una sola forma universal perfecta de organización, capaz de garantizar la sobrevivencia, y se alcanza naturalmente cuando una civilización se acerca al amor, cuando "evoluciona" interiormente. Los mundos que la consiguen son evolucionados, civilizados, no hacen daño a nadie. Ninguna otra alternativa existe en todo el universo.

Los monstruos que imaginamos están dentro de nosotros mismos. Mientras no los abandonemos, no mereceremos alcanzar todas las maravillas del universo. La inteligencia verdadera, la bondad y la belleza van de la mano; todo es consecuencia del mismo proceso evolutivo hacia el amor. 

Solo una civilización verdaderamente avanzada (en armonía con Dios y el prójimo), cercana a la perfección puede dar ese salto. Por lo tanto, los extraterrestres exploradores del universo (y que usarían ciencia superior a nuestras leyes físicas conocidas), son esencialmente buenos y más sabios que esta adolescente y alocada humanidad actual. Y solo cuando nuestra humanidad, en realidad la nueva humanidad del nuevo mundo, alcance la madurez, solo será posible esa exploración a otros mundos y el abrazo con otras civilizaciones. Insisto: Si no nos llevamos bien entre nosotros, es imposible conocer a otras civilizaciones aún de manera más plena. Solo cerca de la perfección será posible eso. Como dijo acertadamente un escritor: “Para que el hombre alcance las estrellas, primero debe cambiar sus esquemas mentales”.

Además, si existiesen mundos avanzados de parte de Satanás, no tendría sentido las cuestión universal. Satanás ya habría probado su afirmación de que civilizaciones avanzadas pueden ser existosas o prósperas estando de su parte. La cuestión se habría resuelto a favor del Diablo. La Atlántida o Mundo Antediluviano fué lo máximo alcanzado en un mundo imperfecto, pero cayó en guerras internas y el Diluvio los barrió a todos. La historia se repite con nosotros, estamos en un mundo global que está al borde del precipicio del "suicidio" colectivo y de su planeta.

Además, si hubiesen civilizaciones avanzadas de parte de Satanás, éstas estarían en una "cuarentena". No podrían "salir" a explorar otros mundos. Asi que esas ideas son parte de películas de ciencia ficción en dónde los malvados y buenos se disputan un universo material. La realidad es otra.

También si existiesen razas malvadas avanzadas, éstas ya habrían sometido a los hombres de éste mundo y habrían implantado el Nuevo Orden Mundial. Más bien, a diferencia de éstas ideas, la realidad muestra que la Tierra es el "laboratorio" para probar si un mundo puede ser existoso o no en independencia de Dios.