Esta nota aclaratoria la expongo para claridad de los lectores preocupados.
Creo que las conclusiones en materia de verdad religiosa no deben ser destructivas para la Fe. Esa idea se basa en un razonamiento de temor y control, mas no de amor.
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Nunca he dicho a los lectores que tienen que dejar su religión ni mucho menos. Los he alentado (para extrañeza de algunos) a que sigan congregándose.
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Incluso, tal como dijo Lautaro, pueden usar su permanencia en la congregación como una plataforma para hacer el bien a los hermanos y predicar correctamente el Reino.
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Su congregación puede ser un buen campo de acción. Hay una gran potencialidad para hacer el bien en muchos cristianos. Una potencialidad que se desperdicia. Una fuerza para hacer el bien que se pierde.
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Solo falta que no dejen que los esquemas mecánicos les quiten tiempo para los actos espontáneos y bondadosos.
Hoy los cristianos tienen reuniones organizadas, cada una con su programa organizado; tienen asambleas semestrales de circuito y de distrito, o regionales, organizadas, con sus respectivos programas organizados; tienen una actividad organizada de “testificación en el campo”, con “grupos de testificación” organizados, cobertura organizada del territorio, “día de revistas” organizado, un “Superintendente de Servicio” y un "Secretario" que organiza esta actividad y vela por los informes mensuales de esta actividad que entrega cada Testigo, y superintendentes de circuito y de distrito, que trabajan sobre programas semanales organizados, con la responsabilidad primaria de supervisar y organizar la actividad congregacional. Notamos una espléndida manifestación mecánica que consume tiempo pero que deja poco espacio para otros actos más espontáneos y vitales. ¿Dónde puede uno encontrar en las Escrituras inspiradas algo que remotamente se asemeje a esta forma de entender la adoración y de compartir las buenas nuevas de manera tan sistematizada e institucionalizada?
De hecho, lo más notable de los relatos que encontramos en la Biblia es la ausencia de cualquier programa formal. En cambio se resalta la espontaneidad y motivación individual de los cristianos del primer siglo. Sólo encontramos simples insinuaciones de cómo eran sus reuniones, sin indicación de una metodología aplicada a todos por igual, o sistematización alguna en su forma de proclamar las buenas nuevas.
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Los cristianos actualmente tienen un hermoso potencial y pueden lograr cosas maravillosas cuando a ellos se les permite hacerlo*. Por ejemplo, en casos de desastres y otras situaciones, son los cristianos que individualmente reaccionan de forma positiva cuando se les abre el espacio para hacerlo. Hay casos en que muchos jóvenes testigos se han ofrecido para trabajar en equipos de socorro u otras obras, pero a menudo éstos actos son abortados, ya que no se consideran acciones permanentes, o algunos superintendentes viajantes les limitan al no permitirles realizar estas acciones, para mejor concentrarse en el precursorado. Generalmente las solicitudes para servir en estas facetas son rechazadas o archivadas, hasta cuando sea necesario. Así, la espontaniedad para hacer el bien y mostrar de forma práctica el amor, cosas sobre las cuales no hay ley, son abortadas debido a que el Comité de Servicio de alguna congregación prefiere que el joven se concentre en realizar el precursorado bajo un sistema esquematizado.
* Nota: En el fondo, son los corazones de los hermanos los que en la mayoría de los casos materializan la ayuda y la concretan, y no las Entidades Legales. Por ejemplo, en casos de terremotos o desastres naturales la Sociedad inicialmente envia algunas provisiones, pero el grueso de la ayuda en alimentos, ropa y dinero son enviados por los hermanos de las congregaciones. Asi mismo, los voluntarios y mano de obra es prestada por los hermanos a nivel individual. Quienes han participado en esas facetas de ayuda han experimentado el Espíritu de Jehová de forma plena, sin descuidar la predicación y otras responsabilidades. Sin embargo, éstas cosas no son habituales en las congregaciones y no se presentan como parte de un programa de adoración anual. Así, el Espíritu Santo es contristado de cierta forma.
Así, un valioso potencial de bondad y ayuda (que en ocasiones actua) es restringido debido a que solo había que "hacerlo por un tiempo". El amor es bloqueado y muchos testigos no se atreven a organizar obras de socorro locales e internas por los envejecidos en su propia congregación u otras acciones que los cristianos primitivos realizaban con frecuencia. Algunos han expresado intimidación para no hacer tales cosas, bajo la premisa de que la predicación formal es prioridad o algunos no lo "merecen".*
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*Nota: Ya que la potencialidad para hacer el bien es la mejor forma de combatir el mal y el pecado, la ausencia de programas permamentes de "cuidar a los huérfanos y las viudas" provoca muchas oportunidades para la maldad. Asi los asuntos se vuelven en una búsqueda de los pecadores y los ancianos no dudarán en pasar largas horas en Comités Judiciales. El pecado y el mal se vuelven costumbre por ausencia de espacios para prevenirlos con el bien. Si hubiesen espacios mayores para la bondad y la abnegación en acción, las cifras de expulsiones se reducirían notablemente.
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Al respecto, cada cristiano tiene que desafiar a ese "sistema" y él puede tomar la iniciativa para realizar actos generosos y espontáneos en su congregación. De hecho, si hay lectores ancianos u otros publicadores, ellos deberían esforzarse por dejar un espacio semanal para estas actividades, ya que ellos pueden hacerlo si desean lograrlo. Claro, tendrán una posible pugna con algunos co-ancianos que "votarán" en contra de éstos arreglos, porque no son la costumbre o quizás son poco frecuentes.
Sin embargo, a nivel individual no hay que desalentarse, y estas acciones deberian realizarse, pese a algún enfrentamiento que esto ocasione con otros. No olvidemos que Cristo fué criticado cuando dió ayuda material a algunos. Estemos listos para la crítica.
No obstante, a la par que tratan de ser buenos y mejores cristianos, es importante que logren la madurez espiritual no dependiendo de viejas estructuras sino de la Palabra de Dios y de Jehová mismo junto a su Hijo. Esto debe manifestarse en la predicación, la cual puede ser enfocada a nivel personal como una oportunidad excelente para ayudar a las personas a encontrar a Dios.
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De esa forma, tendrán la madurez necesaria para las pruebas que se avecinan. Lo importante es ser leal a Jehová, ya que muy pronto Dios pedira cuentas, y al suceder esto muchos quedaran decepcionados y creerán que el error es de Jehová o la Biblia cuando en realidad ha sido el de humanos, y a raiz de esto muchos tropezaran y le daran la espalda a Jehová.
No queremos que eso nos suceda y por eso es importante tener claridad en cuanto a las enseñanzas verdaderas de la Biblia.
