Las escuelas y oficinas de gobierno estaban cerradas y los funcionarios advertían sobre condiciones potencialmente fatales.
Los fuertes vientos y las lluvias heladas convirtieron las carreteras en pistas mortales y derribaron árboles y postes de electricidad. Los meteorólogos advertían sobre temperaturas peligrosamente bajas, espesas nevadas que eliminarían toda visibilidad y masivas acumulaciones de nieve. - AFP
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Las imágenes de la gigantezca tormenta vista desde el espacio hablan por sí solas.