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"Realmente, si no hay resurrección de los muertos, tampoco ha sido levantado Cristo" (1 Corintos 15:13).
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"No obstante, alguien dirá: “¿Cómo han de ser levantados los muertos? Sí, ¿con qué clase de cuerpo vienen?”. ¡Persona irrazonable! Lo que siembras no es vivificado a menos que primero muera; y en cuanto a lo que siembras, no siembras el cuerpo que se desarrollará, sino un grano desnudo, sea de trigo o cualquiera de los demás; pero Dios le da un cuerpo así como le ha agradado, y a cada una de las semillas su propio cuerpo. No toda carne es la misma carne, sino que hay una de la humanidad, y hay otra carne del ganado, y otra carne de las aves, y otra de los peces. Y hay cuerpos celestes, y cuerpos terrestres; mas la gloria de los cuerpos celestes es de una clase, y la de los cuerpos terrestres es de una clase diferente. La gloria del sol es de una clase, y la gloria de la luna es otra, y la gloria de las estrellas es otra; de hecho, estrella difiere de estrella en gloria. Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, se levanta en incorrupción. Se siembra en deshonra, se levanta en gloria. Se siembra en debilidad, se levanta en poder. Se siembra cuerpo físico, se levanta cuerpo espiritual. Si hay cuerpo físico, también lo hay espiritual". (1 Corintios 15: 35-44)
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Esta parte de la narración Paulina es clave. Se compara la Resurrección al "entierro" de un grano desnudo de trigo. El grano es transformado en una planta, pero mantiene las mismas propiedades básicas del grano (contenidas en el interior del grano y su ADN), pero ahora expandidas y crecidas en la forma de una espiga. El grano no se transforma en algo que sea de otro elemento, como un gas o un líquido. Sigue siendo de la misma materia constituyente, pero ahora su forma es más excelsa y hermosa. .
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Asi ocurre con la Resurrección. Un cuerpo decadente y enfermo resucita como un ser hermoso, bien proporcionado, de una materia similar, pero más elevada en todo aspecto. ¿Qué es un Espíritu? "Para decirlo sencillamente, de más excelente sustancia constituyente que el hombre. Por esto le era invisible al hombre, cuyas facultades de visión son de alcance limitado" (Hs cap.1).
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"No toda carne es la misma carne, sino que hay una de la humanidad, y hay otra carne del ganado, y otra carne de las aves, y otra de los peces".
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Tanto la carne de la humanidad como la del ganado, los peces y las aves están constituídas por la misma materia y atómos. Sin embargo, otras características las diferencian. ..
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"Y hay cuerpos celestes, y cuerpos terrestres; mas la gloria de los cuerpos celestes es de una clase, y la de los cuerpos terrestres es de una clase diferente". La gloria del sol es de una clase, y la gloria de la luna es otra, y la gloria de las estrellas es otra; de hecho, estrella difiere de estrella en gloria. Así también es la resurrección de los muertos".
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Los astros tienen los mismos atómos, pero su agrupación, vibración y combinación hacen la diferencia. Incluso literalmente "estrella difiera de estrella". No obstante, las estrellas son atómicamente similares. Sus diferencias se basan en variaciones de composición. Así también es la resurrección de los muertos.
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Los cuerpos glorificados son manifestaciones de una expresión material glorificada y cercana a la auténtica realidad, la más tangible e imperecedera.
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Aquí Pablo nos dice que tendremos un cuerpo espiritual cuando Cristo nos resucite. Este cuerpo espiritual no es un espíritu como lo entendemos todos, sin carne y sin huesos (Luc.24:39). No. Aquí Pablo está hablando de un cuerpo glorioso, poderoso, e incorruptible, un cuerpo capaz de hacer cosas increíbles y de nunca morir.
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En Romanos 6:5 Pablo dice: “Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección”. Observemos que los cristianos seremos resucitados de la misma forma o semejanza como Cristo resucitó. Jesús resucitó con un cuerpo glorioso, poderoso, e inmortal. Un cuerpo que podía ser visto, tocado, y hasta capaz de hacer maravillas.
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Juan 2:18-22 “Y los Judíos respondieron y le dijeron: Qué señal nos muestras, ya que haces esto? (El había acabado de echar fuera del templo a los cambistas de monedas y los Judíos están desafiando su autoridad.) Respondió Jesús y les dijo: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.” Dijeron luego los Judíos: “En cuarenta y seis años fue edificado este templo, Y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho ésto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.”
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¡Ellos creyeron que él había levantado su cuerpo tal como había profetizado! La palabra Griega para “cuerpo” es “soma” y aquí significa un cuerpo de carne y hueso. Este pasaje, Juan 2:18-22 es claro, y es indiscutible. ¿No fue la muerte y resurrección de Jesús que predicaban los apóstoles a través del libro de los Hechos?
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Jesús tomó grandes medidas después de su resurrección para demostrarle a sus discípulos sorprendidos que él tenía un cuerpo humano y que fue su propio cuerpo (aunque glorificado y recreado). Escucha cuidadosamente:
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Lucas 24:36-43 “Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: “Paz a vosotros.” Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. Él les dijo, “Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.” Y entonces él comió un pedazo de pescado asado en su presencia, para demostrar que había sido levantado en su cuerpo.
"[[Y al decir esto les mostró las manos y los pies.]] Pero mientras todavía no creían de puro gozo, y seguían admirados, les dijo: “¿Tienen ahí algo de comer?”. Y le dieron un pedazo de pescado asado; y lo tomó y lo comió delante de los ojos de ellos".
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Juan 20:27-29 “Luego dijo a Tomás: ‘Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.’ Entonces Tomás respondió y le dijo: ‘Señor mío, y Dios mío!’ Jesús le dijo: ‘Porque me has visto Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron."
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Cómo notamos, Jesús fué resucitado en un cuerpo de "carne y huesos". La razón por la cual Jesús ya no tenía sangre en su cuerpo resucitado es que un cuerpo de carne y sangre es un cuerpo corruptible y en tales condiciones no puede heredar el reino de Dios. Por lo tanto, se requiere una transformación para recibir un cuerpo espiritual de carne y huesos, pero sin sangre. El cordero pascual, como símbolo de Cristo, era sacrificado para que derramase toda su sangre como agua sobre la tierra, porque no le era permitido al pueblo comer de ella, sino sólo su carne. De igual modo, Jesús al morir como el Cordero de Dios, derramó toda su sangre en el Calvario para salvarnos del castigo por nuestros pecados. Es por esta razón que al presentarse a sus discípulos ya resucitado, él pudo mostrar sus heridas en sus manos y pies, pero limpias de sangre. .
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1 Pedro 3:18 dice Jesús fue levantado “en espíritu” o “por el espíritu” No dice ‘como un espíritu’. Su cuerpo fue idóneo para el reino espiritual. Algunos dicen que Jesús fue levantado “como un espíritu”. Ningun texto dice eso.
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Algunos discuten que éste no pudo haber sido el cuerpo de Jesús ya que los dos que iban camino a Emaús en Lucas 24 no podían reconocer el cuerpo. Pero el versículo 16 dice específicamente, “Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.”; ("pero se impidió que los ojos de ellos lo reconocieran" - TNM).
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Algunos también discuten que no podía ser el mismo cuerpo porque María no lo reconoció (Juan 20). Pero una cuidadoso lectura revela que fue oscuro, ella estaba llorando, estaba volteada del otro lado, y, más importante, encontrar vivo a Jesús era lo más remoto en la mente de María. Ella no esperaba que él se levantaría (Se dice que no discernió que era Jesús por éstas razones). De hecho, ninguno de los discípulos esperaban que él se levantaría.
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Juan 20:27-29 “Luego dijo a Tomás: ‘Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.’ Entonces Tomás respondió y le dijo: ‘Señor mío, y Dios mío!’ Jesús le dijo: ‘Porque me has visto Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.’”. Notamos como Cristo es recreado con un cuerpo idéntico al que tuvo, en realidad el mismo cuerpo, pero glorificado y transformado.
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Y quizás el argumento que mas se usa en contra de una resurrección corporal es el siguiente: “tomando su cuerpo de nuevo invalidaría el sacrificio”(o como suelen a veces decir, "el rescate"). Se habría sacrificado solo "por tres días" como han dicho algunas publicaciones, citando que su sacrificio fué una vez y para siempre. Si embargo, hay un pasaje muy especial que nos dice:
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"Por eso el Padre me ama, porque entrego mi alma, a fin de que la reciba de nuevo. Nadie me la ha quitado, sino que la entrego por mi propia iniciativa. Tengo autoridad para entregarla, y tengo autoridad para recibirla de nuevo. El mandamiento acerca de esto lo recibí de mi Padre” - Juan 10:17-18.
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La palabra Griega Traducida “alma” aquí es psy·ke , lo cual Discernimiento sobre las Escrituras dice que es “material, tangible, y visible”(Vol. 2, p 1004). La traducción de Juan 10:17, 18 lee, “Por eso el Padre me ama, porque entrego mi alma, a fin de que la reciba de nuevo. Nadie me la ha quitado, sino que la entrego por mi propia iniciativa. Tengo autoridad para entregarla, y tengo autoridad para recibirla de nuevo. El mandamiento acerca de ésto lo recibí de mi Padre”.
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Esta entrada ha sido muy demoledora e iluminadora para mí. Me ha costado mucha reflexión comprenderla antes de escribirla, y creo que muchos quizas no la comprendan de buenas a primeras. Pero una vez más la Biblia es clarísima cuando nos quitamos las "vendas", y ésta entrada viene a "perfeccionar" un poco lo que escribí en entradas anteriores. Creo que he encontrado una "revelación" trascendental, aunque simple y que está en la misma Biblia. Quiénes se aproximen a su comprensión "saltarán" en su interior. Creo que las palabras tienen un "límite" en mi caso y quizás la intución ayude a los lectores. De todas formas, trataré de explicar:
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¿Acaso el Alma no involucra al ser completo? ¿Acaso no somos una UNIDAD? ¿Es bíblico que los resucitados entonces tengan un "nuevo cuerpo"? La idea de un "nuevo cuerpo" implica forzosamente la SEPARACIÓN de los componentes de la Unidad, lo cual es el germen de la falsa doctrina de la inmortalidad del Alma. La resurrección, el "anastasis" o "ponerse de pie" (literalmente en su expresión) involucra que la misma persona con su mismo cuerpo sea levantada....
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Pero, ¿cómo? ¿acaso no están miles de cuerpos desintegrados? El que un ser humano sea levantado implica que se le resucita con su mismo cuerpo, pero glorificado. El que Dios haga aparecer al mismo cuerpo de la nada puede ser un misterio que rebase nuestra comprensión mental y normal de todo lo conocido, pero eso no invalida su realidad. El hablar de que Dios le da otro cuerpo a la persona implica aceptar que el Alma no es una unidad, sino que tiene componentes por separados, como la personalidad, el cuerpo, la mente, etc.
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¿Acaso la personalidad y mente no han desaparecido? Se acepta que éstas dejan de existir con la muerte. Y Dios las vuelve a levantar, la misma mente y la misma personalidad. No son clones ni copias de la mente y la personalidad del difunto. ¡Es la misma persona! ¡El mismo ser e identidad! ¿Por qué entonces Dios no podría levantar y resucitar al mismo Cuerpo? Mejor dicho, ¿acaso Dios no puede hacer aparecer exactamente a la misma persona? Evidentemente su mismo cuerpo, pero transformado y glorificado....
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Jesucristo fue levantado de entre los muertos corporalmente. Él pagó el precio por completo y su resurrección demuestra que su Padre estaba satisfecho con que nuestra deuda de pecado había sido pagada.
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“Por eso el Padre me ama, porque entrego mi alma, a fin de que la reciba de nuevo. Nadie me la ha quitado, sino que la entrego por mi propia iniciativa. Tengo autoridad para entregarla, y tengo autoridad para recibirla de nuevo. El mandamiento acerca de ésto lo recibí de mi Padre”.
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“Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.” Dijeron luego los Judíos: “En cuarenta y seis años fue edificado este templo, Y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho ésto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.”
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.Cuando se levanta el Templo destruído, no es otro Templo, es el mismo Templo, aunque reconstruído y mejorado, con nuevos materiales, pero el mismo Templo. Jesús es resucitado en su mismo cuerpo, el cual es reconstruído y glorificado, pero el sigue siendo la misma persona.
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Él fue levantado corporalmente y aquellos que creen también serán levantados y serán como él.
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Y quizás el argumento que mas se usa en contra de una resurrección corporal es el siguiente: “tomando su cuerpo de nuevo invalidaría el sacrificio”(o como suelen a veces decir, "el rescate"). Se habría sacrificado solo "por tres días" como han dicho algunas publicaciones, citando que su sacrificio fué una vez y para siempre. Si embargo, hay un pasaje muy especial que nos dice:
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"Por eso el Padre me ama, porque entrego mi alma, a fin de que la reciba de nuevo. Nadie me la ha quitado, sino que la entrego por mi propia iniciativa. Tengo autoridad para entregarla, y tengo autoridad para recibirla de nuevo. El mandamiento acerca de esto lo recibí de mi Padre” - Juan 10:17-18.
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La palabra Griega Traducida “alma” aquí es psy·ke , lo cual Discernimiento sobre las Escrituras dice que es “material, tangible, y visible”(Vol. 2, p 1004). La traducción de Juan 10:17, 18 lee, “Por eso el Padre me ama, porque entrego mi alma, a fin de que la reciba de nuevo. Nadie me la ha quitado, sino que la entrego por mi propia iniciativa. Tengo autoridad para entregarla, y tengo autoridad para recibirla de nuevo. El mandamiento acerca de ésto lo recibí de mi Padre”.
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Esta entrada ha sido muy demoledora e iluminadora para mí. Me ha costado mucha reflexión comprenderla antes de escribirla, y creo que muchos quizas no la comprendan de buenas a primeras. Pero una vez más la Biblia es clarísima cuando nos quitamos las "vendas", y ésta entrada viene a "perfeccionar" un poco lo que escribí en entradas anteriores. Creo que he encontrado una "revelación" trascendental, aunque simple y que está en la misma Biblia. Quiénes se aproximen a su comprensión "saltarán" en su interior. Creo que las palabras tienen un "límite" en mi caso y quizás la intución ayude a los lectores. De todas formas, trataré de explicar:
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¿Acaso el Alma no involucra al ser completo? ¿Acaso no somos una UNIDAD? ¿Es bíblico que los resucitados entonces tengan un "nuevo cuerpo"? La idea de un "nuevo cuerpo" implica forzosamente la SEPARACIÓN de los componentes de la Unidad, lo cual es el germen de la falsa doctrina de la inmortalidad del Alma. La resurrección, el "anastasis" o "ponerse de pie" (literalmente en su expresión) involucra que la misma persona con su mismo cuerpo sea levantada....
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Pero, ¿cómo? ¿acaso no están miles de cuerpos desintegrados? El que un ser humano sea levantado implica que se le resucita con su mismo cuerpo, pero glorificado. El que Dios haga aparecer al mismo cuerpo de la nada puede ser un misterio que rebase nuestra comprensión mental y normal de todo lo conocido, pero eso no invalida su realidad. El hablar de que Dios le da otro cuerpo a la persona implica aceptar que el Alma no es una unidad, sino que tiene componentes por separados, como la personalidad, el cuerpo, la mente, etc.
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¿Acaso la personalidad y mente no han desaparecido? Se acepta que éstas dejan de existir con la muerte. Y Dios las vuelve a levantar, la misma mente y la misma personalidad. No son clones ni copias de la mente y la personalidad del difunto. ¡Es la misma persona! ¡El mismo ser e identidad! ¿Por qué entonces Dios no podría levantar y resucitar al mismo Cuerpo? Mejor dicho, ¿acaso Dios no puede hacer aparecer exactamente a la misma persona? Evidentemente su mismo cuerpo, pero transformado y glorificado....
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Jesucristo fue levantado de entre los muertos corporalmente. Él pagó el precio por completo y su resurrección demuestra que su Padre estaba satisfecho con que nuestra deuda de pecado había sido pagada.
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“Por eso el Padre me ama, porque entrego mi alma, a fin de que la reciba de nuevo. Nadie me la ha quitado, sino que la entrego por mi propia iniciativa. Tengo autoridad para entregarla, y tengo autoridad para recibirla de nuevo. El mandamiento acerca de ésto lo recibí de mi Padre”.
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“Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.” Dijeron luego los Judíos: “En cuarenta y seis años fue edificado este templo, Y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho ésto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.”
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.Cuando se levanta el Templo destruído, no es otro Templo, es el mismo Templo, aunque reconstruído y mejorado, con nuevos materiales, pero el mismo Templo. Jesús es resucitado en su mismo cuerpo, el cual es reconstruído y glorificado, pero el sigue siendo la misma persona.
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Él fue levantado corporalmente y aquellos que creen también serán levantados y serán como él.
Filipenses 3:21, “el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la Gloria suya.”
Los argumentos en relación a un nuevo cuerpo y materializaciones, descansan sobre suposiciones filosóficas y no en las Escrituras.