sábado, 25 de junio de 2011

La unidad visual del símbolo

Cuando hace muchos años investigué la profecía del árbol de Daniel 4 me reafirmé en la conclusión de que las profecías eran entregadas en visiones con un claro objetivo. Podríamos definir que la visión profética es similar a una película, la cual tiene una secuencia clara de símbolos, movimientos y emblemas coherentes. Incluso el profeta hasta sonidos habría escuchado. De esa forma, el Creador utiliza el lado derecho de nuestro cerebro para que las impresiones visuales nos transmitan la clave para que la podamos decodificar en el futuro.

Así, el árbol del capítulo 4, la imagen del capítulo 2, las bestias de Revelación 13, etc; todas éstas imagenes tienen secuencias coherentes en cuanto a movimiento y unidad del símbolo visual. El símbolo visual realmente es clave en la interpretación profética. La imagen es el todo que encadena los asuntos, y el observarla en su totalidad bajo el contexto global, nos acerca a la verdad. Las palabras originales son partes importantes, pero éstas no pueden superponerse a la totalidad de la escena. Lo podríamos comparar a una secuencia de una película. Todo el acto nos otorga la comprensión del tema central. Los accesorios, vestuario y detalles tienen una importancia relativa que siempre estará sometida a la trama general.

Cefey ha planteado una cuestión que los Adventistas han utilizado para defender su postura de que Roma u otro poder mundial (como el Imperio Británico) es el cuerno de Daniel 8. La siguiente publicación ofrece una respuesta sensata y coherente al respecto:


¿Nace del viento el Cuerno Pequeño de Daniel 8?
Algunos eruditos adventistas, reconociendo que el cuerno pequeño no surgió de Grecia, como lo indica el símbolo del macho cabrío, han sugerido que el cuerno pequeño sale de uno de los "cuatro vientos" del cielo, más bien que de uno de los cuatro cuernos. Afirman que el hebreo permite esta posible interpretación.
Daniel 8:8,9 - "... y salieron cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo. Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño..."
En hebreo, las palabras pueden ser del género femenino, masculino, o neutro. En Daniel 8:9, la palabra "ellos" está en el género masculino. Puesto que la palabra "cuernos" es femenina, y la palabra "vientos" puede ser o masculina o femenina, los eruditos adventistas han indicado que la palabra "ellos" debe referirse a "vientos". Por lo tanto, argumentan, el cuerno pequeño surgió de uno de los cuatro vientos. Sin embargo, hay un problema con eso. La palabra "uno" es femenina, lo cual parece ligarla a la femenina "cuernos". Por lo tanto, si hemos de mirar sólo a la lingüística, no podemos establecer con certeza si el cuerno pequeño surgió de de los vientos o del otro cuerno.

Aquí hago un paréntesis y comento lo que dice la T.N.M:

"Y de uno de ellos salió otro cuerno, uno pequeño". Con claridad la T.N.M dice que es "otro" cuerno. Este detalle es importante porque se liga al cuerno con los otros.


El cuerno representa un poder real, y sería inusitado encontrar un poder real no asociado con un cuerpo (un reino). Parecería extraño que a un profeta se le diera una visión mostrando una secuencia de eventos que tienen que ver con Alejandro el Grande, luego el desmembramiento del imperio griego en cuatro partes, y luego el surgimiento del cuerno pequeño, si el cuerno pequeño no surgiera del imperio griego. Aparentemente, el imperio griego proporciona el telón de fondo para el surgimiento del cuerno pequeño, o de lo contrario, ¿por qué se iba a mencionar?
 
La idea de un cuerno surgiendo del viento no sólo parece extraña, sino que viola la unidad visual del símbolo. Nótese la secuencia de la visión:
  • El macho cabrío aparece con un gran cuerno entre los ojos
  • El cuerno del macho cabrío es quebrado
  • En su lugar surgen cuatro cuernos
  • De uno de estos cuatro cuernos sale otro cuerno
  • Todos los cuernos están todavía unidos al cuerpo del macho cabrío (Grecia)
¡En ninguna parte del libro de Daniel (o el de Apocalipsis) encontramos que un cuerno surja del viento y desprendido de un cuerpo! ¡Los cuernos no nacen del viento! Los cuernos representan reyes o divisiones de un reino. La bestia al reino mismo. ¡Un cuerno desprendido de un cuerpo representaría a un rey sin reino! ¿Permite el hebreo interpretar el pasaje en el sentido de que el cuerno surge del viento? Eso es debatible. Pero, aún así, el hebreo también permite la interpretación de que surge de uno de los cuernos. Ahora, usted debe hacerse una pregunta: ¿Cuál interpretación tiene más sentido? ¿Un cuerno que surge de un cuerno existente? ¿O un cuerno que nace del viento? La única interpretación que tiene sentido es la de un cuerno que sale de uno de los cuatro cuatro cuernos existentes. - [La Profecía de los 2300 Días de Daniel 8], Bible Advocate Press Exposition of the Bible por John Gill. Daniel 8:14 por Desmond Ford.

La explicación anterior me parece sumamente sensata y lógica. No olvidemos lo enunciado sobre la secuencia visual mencionado al principio. 

Verdaderamente solo una interpretación sectaria destruye la secuencia y unidad visual del símbolo. Si la "película" profética nos hubiese querido señalar la aparición de un poder global distinto, se habría empleado la aparición de otra bestia. Pero la imagen de un "cuerno" brotando del aire es tan inverosímil como imaginar la estatua del capítulo 2 con una cabeza flotando sola, o los pies de oso de la bestia de Revelación 13 caminando sin un cuerpo. Creo que ante todo, y a pesar de ser imagenes simbólicas figuradas, éstas tienen coherencia. Dios no carece de sentido común incluso para profetizar.

Quizás el golpe más grande para la idea de que el cuerno es Roma u otro poder, viene de la explicación profética del mismo ángel:

”Y en la parte final del reino de ellos, a medida que los transgresores actúen hasta lo completo, se pondrá de pie un rey de fiero semblante y que entenderá dichos ambiguos" - Daniel 8:23.


Éste pasaje nos muestra que en el tiempo final del reinado de las cuatro dinastías griegas, aparece el rey de fiero semblante (el cuerno). Las cuatro divisiones comenzaron en la batalla de Ipso en el año 301 a. E. C. El reino de Macedonia cayó en el año 168 a. E. C., el de Casandro en el año 146 a. E. C., el de los Seléucidas (sobre el cual gobernaba Antíoco), en el año 65 a. E. C. El de Ptolomeo duró hasta el año 30 a.E. C. Puesto que el reino cuádruple dejó de existir cuando cayó Macedonia en el año 168 a.E.C., la profecía requiere que aparezca el cuerno pequeño poco antes de ese año. Antíoco reinó desde el año 175 a.E.C. hasta el año 164 a. E. C.

Roma comenzó a existir mucho antes. Roma se convirtió en república en el año 509 a. E.C. Notemos que los 4 reinos no existen antes del Imperio de Alejandro. Recién aparecen en escena y son creados tras la muerte de éste. Siguiendo la secuencia lógica, el cuerno pequeño aparece después de éstos reinos. No podemos suponer que era una especie de reino inactivo o que no había comenzado su expansionismo, pues siguiendo esa lógica, ¡también los 4 reinos de los generales de Alejandro tendrían que haber existido o estado inactivos antes de Alejandro mismo! Sin duda esa conclusión provoca una crisis cronológica e histórica insostenible. 

El escenario histórico y visual de toda la visión es perfecto. El Macho de las Cabras representa a Grecia, y el gran cuerno a Alejandro Magno. Los 4 cuernos que salen de la cabeza del macho de las cabras son 4 imperios griegos, porque están conectados al cuerpo de la bestia griega. La secuencia indica que el cuerno que sale de ellos, no puede provenir del aire, sino que es evidente que es una última ramificación del poder griego que afecta a los judíos.

A diferencia del Adventismo, la Watchtower fue honesta al reconocer que "Daniel escribe: “De uno de ellos [los cuatro cuernos] salió otro cuerno, uno pequeño" - Prestemos atención a las Profecías de Daniel. No se prestó para la explicación de los "cuatro vientos", porque eso resulta inverosímil. Sin embargo, su error está en conectarlo con el Imperio Británico y forzosamente entonces con Roma, llegando a una conclusión similar a la Adventista.