martes, 23 de agosto de 2011

Anunciando el Nuevo Orden Mundial

El presidente Francmasón de grado 33º, Franklin Delano Roosevelt, hizo imprimir el  “Ojo Que Todo Lo Ve”, el ojo de Horus,  símbolo en el billete de un dólar desde 1933. Era un símbolo de sociedades secretas mucho antes de que alguien oyera hablar de los Estados Unidos y está inundado del simbolismo Masónico y de sociedad secreta que se remonta al mundo Egipcio  antiguo. De hecho, según la leyenda egipcia, Osiris fue asesinado por Set y Set fue muerto por Horus que perdió un ojo en el proceso, de aquí el Ojo de Horus.

La pirámide sagrada egipcia destaca con gran claridad en el símbolo del dólar Norteamericano. Ésta es quizas la prueba más fuerte de que Estados Unidos es el heredero espiritual del Egipto antiguo. El hecho de que la moneda que gobierna al mundo esté llena de simbolismos egipcios nos muestra al moderno Rey del Sur. Tanto los hechos profetizados en Daniel como en Isaías calzan en los Estados Unidos y Gran Bretaña.

En el dólar, el águila sujeta 13 hojas con 13 bayas en su garra derecha y 13 flechas en la izquierda. Hay 72 piedras (otro número místico) en la pirámide organizada en 13 hileras. El águila se desarrolló a partir del símbolo del ave fénix, el ave del Sol sagrada de los egipcios antiguos.

El plano de calles de Washington, DC, como todas las ciudades principales de la hermandad mística egipcia, es una masa de simbolismo esotérico. Las calles alrededor del edificio del Congreso están diseñadas para señalar los lugares donde el Sol sale y se pone al solsticio de invierno y verano.

El obelisco  y la cúpula son vistas comunes en los monumentos y edificios de la civilización egipcia. El obelisco es un antiguo símbolo fálico de la energía masculina y la energía solar y la cúpula representa lo femenino o la energía de la luna.

A menudo son puestos juntos o cerca uno de otro. Este es el simbolismo del Salón Oval (el útero, femenino) en la Casa Blanca que da al Monumento a Washington, el vasto obelisco de piedra (fálico, masculino). Estos símbolos atraen y generan la energía que representan: son una forma de pensamiento física. El obelisco también simboliza el pene del dios del Sol egipcio, Osiris. De acuerdo con la leyenda, después de que Osiris había sido cortado en pedazos por su rival, Set, la Reina Isis encontró todos los pedazos excepto su pene. También tiene que ver con la conexión de las energías cósmicas orientadas hacia arriba.

Un obelisco que se afirmó que vino desde Alejandría en Egipto se yergue ahora en Central Park, Nueva York, y su gemelo fue erigido en el siglo XIX, durante el reinado de la Reina Victoria de Inglaterra, sobre las anteriores tierras Templarias al lado del río Támesis no lejos de las Cámaras del Parlamento. Es conocido como la Aguja de Cleopatra y estuvo de pie originalmente en On (Heliópolis), la ciudad egipcia del Sol, desde al menos 1500 a..E.C, antes de que fuera trasladado a Alejandría. Una esfinge ha sido puesta a cada lado en su ubicación de Londres. En Washington también está levantado el más famoso obelisco Egipcio, llamado el Monumento a Washington. Este tiene una altura de casi 170 m. Los obeliscos de la antigüedad no tenían alturas mayores de 30 metros (100 pies), lo que hace de este monumento un obelisco mucho mayor de los que se encuentran en Egipto.

Las palabras latinas por encima y por debajo de la pirámide en el Gran Sello / billete de un dólar anuncian la llegada de un nuevo orden secular. Esto nos muestra que el Nuevo Egipto, es la potencia que antecede al Nuevo Orden Mundial. El dólar anuncia esa llegada, lo cual nos demuestra que aún está por estrenarse, ahora dentro de muy poco.