Barack Obama hizo un llamamiento para que se tome muy en serio al huracán Irene, un ciclón histórico que avanza sobre la costa este de Estados Unidos este fin de semana y puede afectar a 65 millones de personas con especial incidencia en Nueva York. El presidente acortó un día sus vacaciones para regresar a la Casa Blanca en Washington y estar en la capital antes de que llegue a la costa este el huracán Irene.
"No lo diré nunca lo suficiente: si se encuentran en la trayectoria prevista del huracán, tomen precauciones desde ya", fue el severo mensaje de Obama desde Martha´s Vineyard, en Massachussets. "No esperen, no se duerman. Esperemos que todo vaya bien pero debemos estar preparados para lo peor. Hay que tomarse esta tormenta en serio", señaló el presidente. "Y si reciben la orden de evacuar, síganla. Todas las informaciones indican que es un huracán histórico", subrayó. Obama ha explicado que los servicios de emergencia están movilizados desde hace días en las zonas de riesgo y que comida, agua y medicamentos estarán dispuestos.
Plan de evacuación de la Marina
Ante la importancia y gravedad de la amenaza de Irene, la Marina ha traslado sus buques de guerra del sureste del estado de Virginia a zonas alejadas de la posible trayectoria del huracán. La orden de traslado afecta a 64 barcos, informó la Marina, que pretende así protegerlos de las fuertes lluvias, vientos y oleajes asociados con el huracán Irene.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) indicó que Irene, EEUU, con poderosos vientos y torrenciales lluvias, encierra incógnitas sobre su fuerza en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de cinco. Pero alertó de que es un "gran ciclón". Podría llegar a tener fuerza 4 e incluso avanzar sobre Nueva York con intensidad 1 o incluso 2. Inundaciones, interrupciones del servicio eléctrico y peligrosas marejadas en toda la costa este del país, incluso si se mantiene bordeándola, serán sus consecuencias. Para expertos del CNH es uno de los peores de los últimos siete años sobre Estados Unidos.