viernes, 4 de septiembre de 2009

El Clamor de "Paz y Seguridad" sobre la Tierra lleva a una "Destrucción Repentina"


1 Tesalonicenses 5:3,4: Cuando [los hombres] estén diciendo: "¡Paz y seguridad!", entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente, como el dolor de angustia a la mujer encinta; y no escaparán de ninguna manera. Pero ustedes, hermanos, ustedes no están en oscuridad, para que aquel día los alcance como alcanzaría a ladrones"

A diferencia del año de la Paz en 1986, este año 2009 tiene varios componentes altamente comprometedores:

- La evidencia cronológica

- La suma de actividades globales por la Paz mundial y en Medio Oriente

- El inicio de los 1335 días finales

- Una serie de acontecimientos y estudios analizados que apuntan al periodo de 2008-2013

Podríamos estar enfrentando una de las más terribles verdades. El cumplimiento de la Profecía. Es claro, los hombres no lograrán la Paz, pero sus habladurías aumentarán: "Cuando estén diciendo". Ya no solo son los políticos. Estamos a punto de presenciar la Primera marcha mundial por la Paz. No somos los únicos en darnos cuenta:

http://noticias.amigostestigos.com/marcha-mundial-por-la-paz-y-la-seguridad/

La marcha mundial por la Paz tiene estos curiosos números repetidos estas semanas a 90 años de la aparición moderna del Israel de Dios:

Continentes: 6. Países: 90. Kilómetros: 160.000. Duración: 90 días

Y un poco antes el Consejo de Seguridad de la ONU se reune por el desarme global.

Creo que el sentido evidente de lo que se insinúa es claro. Es una activación a estar alertas, más allá de las interpretaciones del versículo. Es algo que todos pueden percibir si reciben la información.

Pronto un gran acontecimiento iniciará la última fase. No es el Armagedón. La destrucción repentina (como un ataque nuclear sobre NY) debe ser un suceso que activa los acontecimientos que hunden al mundo en la Gran Tribulación, o le dan autoridad brutal a la Bestia por 42 meses para imponer el orden. La proscripción empieza entonces.

Cuando las cosas triviales (televisión, materialismo, etc) empiezan a consumirnos - absorbiendo nuestro tiempo, pensamientos, energía, actividades, evitando buscar a Dios - nuestros corazones empiezan a endurecerse. Postergamos mentalmente la inminencia del fin.

Usted observe cómo vivir con comodidades no es suficiente - cuando comprar, vender, hacer dinero preocupan nuestra mente y alma - la tibieza se hace presente. Entonces aquellos quienes se han volcado por buscar seguridad y prosperidad terminan por desechar las advertencias de Dios:

“Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; cuando no hay paz” (Jeremías 6:14)

“Así dijo Jehová de los Ejércitos… ¿A quién hablaré y amonestaré, para que oigan? He aquí que sus oídos son incircuncisos, y no pueden escuchar, he aquí que la palabra de Jehová les es cosa vergonzosa, no la aman...Puse también sobre vosotros atalayas que dijesen: Escuchad al sonido de la trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos” (Jeremías 6:9-10,17).

Cuando Noé profetizó que una gran destrucción vendría, fue mofado por su generación.

A través de la historia bíblica, atalayas caminaron por las calles advirtiendo sobre los juicios venideros, profetizando al pueblo de Dios. Pero continuamente el pueblo mantuvo los oídos cerrados y dio lugar a sus propios placeres, comida, vino, a comprar, vender y construir.

Francamente, estoy asombrado de la dureza que observo en muchos cristianos hoy en día, sobre todo aquellos que una vez estuvieron llenos del fuego de Dios y el gozo de hablar acerca de Jehová. Antes ellos amaban la corrección de parte de Dios y estaban interesados en la palabra profética que escuchaban. Pero ahora se encuentran ocupados para buscar a Dios y su amor por Jehová se ha ido enfriando día con día.

Pablo dice, que no debemos estar en oscuridad para que este día nos sorprenda.

Pronto, un suceso terrible sacudirá al mundo e incluso a la Casa de Dios.