miércoles, 16 de septiembre de 2009

“y [el] lugar santo ciertamente será llevado a su condición correcta” (Daniel 8:14)


En este estudio nos centraremos en el significado de esas palabras. Las 2300 tardes y mañanas y su duración las dejaremos para un análisis posterior. Daniel dice que esto se debe a cierta trasgresión. Muchas profecías nos hablan de la refinación y juicio final sobre la Casa de Dios. Además, las profecías de restauración claramente deben tener un cumplimiento pleno y final en el pueblo de Dios.

Es de interés que durante 47 años C.T Russell era considerado prácticamente la encarnación de la Sociedad en persona y el mismo Esclavo Fiel. Su Era e influencia duró desde 1870 hasta 1917. Cuando falleció a finales 1916 y la Sociedad fue reorganizada a principios de 1917, una verdadera “bomba” estalló entre quienes casi lo habían deificado y lo idolatraban. Un hermano que vivió en esos días escribió: “Se escuchó un gemido por todo el comedor. A algunos se les oía llorar. Nadie pudo desayunar aquella mañana. Les afectó mucho la noticia. Después del desayuno hubo grupitos que hablaban y susurraban: ‘¿Qué ocurrirá ahora?’. Aquel día se trabajó poco. No sabíamos qué hacer. Nos sorprendió lo que había pasado, a pesar de que Russell había tratado de prepararnos para ello. ¿Qué haríamos? La sacudida inicial por la pérdida de C. T. Russell fue lo peor. En aquellos primeros días el futuro nos pareció incierto. Durante su vida, Russell había sido ‘la Sociedad”.

Muchos no aceptaron los cambios y no quisieron seguir en la etapa siguiente de la Organización cristiana, aquella que yo califico como la Era de las Entidades Legales. Ésta Era actual que está por terminar ha sido muy útil para diseminar la buenas nuevas y que existan cristianos en todas partes. Su ayuda ha sido vital. No obstante, cierta trasgresión de la misma ha decretado que todo tiene que ser corregido. De manera simétrica y aplicando la misma proporción del Templo (que representa también a los ungidos de tiempos modernos) la Era de las Entidades dura el doble de la Era de Russell: 94 años. Estos debemos contarlos desde 1917 y llegamos al año de 2011 como una fecha en que el pueblo de Dios debe haber sido llevado a su condición digna (ya entrada la proscripción y terminadas todas las entidades legales en un periodo de dos años desde 2009 a 2011).
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De la misma forma como existió una prueba interna y externa (acontecimientos mundiales y cambios bruscos en la organización) de tres años tras la muerte de Russell, también la Gran Muchedumbre será probada por los tres años finales que probablemente empezarán a finales de 2009 y terminarán en 2013. Sin embargo, para el 2011, mientras la congregación mundial está bajo proscripción alcanzará una condición apropiada que la hará digna de sobrevivir por los siguientes años. Analicemos como esto sucederá y que significará.

La expresión “condición correcta” significa literalmente “tiene que ser justificado (declarado justo)”; o: “tiene que ser llevado a su derecho”. Esto significa que el cristianismo tiene que volver a su condición plena, tiene que volver a ser el cristianismo original o primigenio y primitivo* que fundó Jesús de Nazaret.

*Nota: Hay religiosos que afirman que la Iglesia debe evolucionar, adaptarse a los nuevos tiempos y no puede ser igual al cristianismo primitivo. Esta idea es falsa ya que justifica las acciones cuestionables de la cristiandad en los asuntos del mundo. El cristianismo que fundó el Hijo del Hombre fue perfecto, creado por el Hijo Perfecto de Dios. Las Iglesias se han alejado de ese ideal y se han degradado de ese estatus elevado. Así que desde cierto ángulo la palabra “primitivo” no es adecuada.

En otras palabras, la congregación o Iglesia debe ser idéntica a la fundada por Jesús de Nazaret para estar en la condición justa o correcta. Analicemos como fue esa religión fundada por el Hijo de Dios:

Enseñar la Verdad
No solo enseñar doctrinas bíblicas verdaderas y valores morales y éticos. La religión verdadera será perfeccionada cuando sus miembros en la clandestinidad enseñen por palabra y ejemplo la auténtica fraternidad humana y relación personal con Dios. Las circunstancias difíciles harán que los cristianos verdaderos estrechen su relación personal con Dios y alcancen una concepción elevada del Padre y la certeza de su cuidado amoroso y la relación con sus hermanos en la fe.

Predicar las Buenas Nuevas del Reino
Los cristianos verdaderos han realizado esta comisión por toda la Tierra. No obstante, para que la obra sea perfeccionada, los cristianos leales deberán utilizar de manera principal a la Biblia. ¿Se atrevería usted a salir a la predicación y predicar solo con la Biblia o comentar textos de memoria? Pese a los llamados de los cristianos maduros, muy pocos publicadores dan énfasis o se hacen maestros en predicar con la Biblia. Dependen mucho de las publicaciones e incluso algunos se retraen de salir cuando no tienen publicaciones. Olvidan que éstas son solo recipientes para extraer el agua del pozo de la Biblia, y no son el pozo en sí. Desde ya atrévase un día a salir al ministerio solo con la Biblia. Cuando las imprentas y las fábricas sean cerradas durante la proscripción global, cuando apenas se pueda trabajar con la Biblia solo los cristianos leales serán llevados a una condición correcta en cuanto a la forma de predicar las buenas nuevas y declarar los juicios inminentes de Dios contra el sistema. Serán igual que los primeros cristianos que solo usaban la Palabra de Dios o la citaban en sus conversaciones:

“y todos sin excepción quedaron llenos del espíritu santo, y hablaban la palabra de Dios con denuedo” (Hechos 4:31).

El Amor será perfeccionado
A pesar de que los cristianos se ayudan en momentos difíciles, el amor aún debe ser llevado a la plenitud. Analicemos como eran las congregaciones originales.

“Además, la multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y alma, y ni siquiera uno de ellos decía que fuera suya propia cosa alguna de las que poseía; más bien, todas las cosas las tenían en común (...) De hecho, no había ningún necesitado entre ellos; porque todos los que eran poseedores de campos o de casas los vendían, y traían los valores de las cosas vendidas y los depositaban a los pies de los apóstoles. A su vez, se efectuaba distribución a cada uno, según tuviera necesidad” (Hechos 4:32-35).

El modelo bíblico es claro, el sistema de aportes en las congregaciones incluía juntar fondos para los hermanos necesitados. Por lo tanto, ningún miembro de la congregación padecía necesidad. Todo era de todos. Existía una auténtica fraternidad y hermandad. Una hermandad que era totalmente opuesta al sistema egoísta, individualista y materialista del mundo.

Todos los que se hacían creyentes estaban juntos, teniendo todas las cosas en común, y se pusieron a vender sus posesiones y propiedades y a distribuir el [producto] a todos, según la necesidad que cualquiera tuviera. Y día tras día asistían constantemente y de común acuerdo al templo, y tomaban sus comidas en hogares particulares y participaban del alimento con gran regocijo y sinceridad de corazón, alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Al mismo tiempo, Jehová continuó uniendo diariamente a ellos los que se iban salvando. (Hechos 2:44-47)

Para que el amor sea perfeccionado, el modelo bíblico tiene que ser aplicado al pie de la letra. Solo la proscripción y la disolución de las entidades legales provocarán que los auténticos cristianos dentro de las congregaciones actúen de esa forma. Los aportes serán entregados y repartidos de manera bíblica a todos los que tengan necesidad. En esos días cercanos se sabrá quién es cristiano y quien no lo es. Será casi imposible que los cristianos trabajen sin ser marcados por la Bestia, y solo el tener todas las cosas en común hará posible que se sobreviva en las comunidades cristianas durante el oscuro tiempo que se avecina.

Las reuniones cristianas
Se volverán a reunirse en las casas. Varios textos y ejemplos muestran que los cristianos originales se reunían en grupos en los hogares para comer y tener reuniones espirituales. Los salones del reino fueron incorporados durante la era posterior a Russell. Pese a ser muy prácticos, éstos edificios (como cualesquier estructura o Iglesia física) no tienen base bíblica para la Era cristiana. Durante la proscripción los salones y edificios desaparecerán y los cristianos volverán a la condición correcta cuando vuelvan al modelo original y perfecto establecido por Jesús de Nazaret. Las congregaciones seguirán existiendo y siendo fundamentales, pero ya no dependerán del lugar físico. Los hogares cristianos serán los centros de encuentro durante la clandestinidad.

Cristo Jesús como cabeza de la congregación otorgará su poder pleno a la estructura fundada por él mismo (la congregación), y las entidades legales comenzarán a desaparecer desde “la destrucción repentina” en adelante. Las congregaciones (en los hogares) serán la fuente del poder y manifestación del Cristo. Por eso, los ancianos deben preocuparse de las ovejas, principalmente en que logren una relación estrecha con Dios y que no dependan de los hombres. Ellos rendirán cuentas a Jehová si han cumplido esa labor o no.

Hay quienes piensan que hemos logrado una condición total, pero un estudio cuidadoso muestra que aún queda una refinación final para lograr el molde del cristianismo pleno fundado por Jesús a nivel colectivo. La organización cristiana verdadera será transformada en la plenitud del hombre a la estatura que pertenece al Cristo. En esos días saldrá a la luz quienes quieren ser parte de ese arreglo y quienes no.

Durante siglos Dios se ha valido de una organización e instrumentos, pero también los ha reemplazado cuando la infidelidad se ha manifestado. Desde Israel hasta los cristianos del siglo I y las entidades modernas, no ha parado de existir una inspección.

Algún día, adentrados en el milenio, la humanidad restaurada no necesitará de templos, ni ministros o leyes y normas externas. En ese venturoso día el hombre en la perfección tendrá un código y una relación con Dios tan elevada que será semejante a Jesús. La aventura humana ha consistido en ese retorno a esa elevada condición que perdió Adán y Eva. Las organizaciones utilizadas por Dios han sido "tutores y niñeras" en el proceso de la madurez individual y colectiva. Pero cuando el hombre alcance la perfección y adultez, ya no serán necesarias.