Últimamente he acrecentado mis esfuerzos por trabajar en el ministerio cristiano más tiempo. Es triste a veces trabajar varios días a la semana solo, ya sea en las mañanas o en las tardes, cuando aprovecho de trabajar con intensidad. No obstante, hay varios días enteros en que los apoyos son nulos. Al principio, es una verdadera lucha intentar seguir predicando, y solo la oración y el recuerdo de los profetas me anima a no desistir. El visitar a hermanos con problemas físicos o en hogares de ancianos ha sido un bálsamo en estos últimos días.
Jesús de Nazaret planteó la pregunta del título en Lucas 18:8. Y hoy día, si estamos más cerca del fin que antes, los cristianos deberían ser más celosos en cuanto a predicar y visitarse. ¿Por qué no es así? Solo puedo contestar que las profecías nos alcanzan y a muchos los encontrará dormidos la visita inminente del Amo.
Próximamente analizaremos las parábolas posteriores al tema de la Parausía Crística. Estos consejos del Maestro serán vitales para sobrevivir.