A diferencia de la visita que el Papa Juan Pablo II hizo a Reino Unido en 1982, cuando fue recibido con euforia, en plena guerra de las Malvinas, el viaje que inicia mañana Benedicto XVI podría estar marcado por la indiferencia.
Además, Benedicto XVI realiza su viaje en medio del escándalo por abusos contra menores cometidos por sacerdotes y la publicación de informes sobre esa situación en países europeos, el más reciente en Bélgica y el más cercano en Irlanda. De hecho, el 83% de los consultados considera que la Iglesia ha sido "deshonesta" ante estos casos.
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La falta de interés por la visita papal, en todo caso, se puede sentir en las calles, donde no hay adornos, banderas vaticanas o fotos del Pontífice. Incluso, miles de entradas para asistir a los actos del Papa siguen sin venderse, como es el caso de la misa que se celebrará en el parque de Bellahouston, en Glasgow (Escocia), el jueves. A esas actividades, las personas que quieran asistir deben pagar entre ocho y 40 dólares a cambio de un "pasaporte del peregrino".-La Tercera