sábado, 27 de noviembre de 2010

Algunas conclusiones (importante)

El objetivo y finalidad de éste blog siempre ha sido la investigación bíblica de forma sincera. Ha evolucionado desde un estudio interesado por la cronología para pasar a una investigación más profunda de la Palabra de Dios.  Algunos lectores (como pp77) quizás están sumergidos en un océano de inquietudes debido a las últimas entradas. Mi intención no es hacerlos dudar de las declaraciones expresadas por su religión, sino más bien que se abran a la posibilidad de redescubrir la Palabra de Dios. ¿Acaso no se nos anima a estudiar la Biblia y extraer "tesoros" de ella?

Al final de toda confrontación entre una doctrina y la Biblia, surge la pregunta final: ¿A qué me apegaré? ¿A la tesis circundante de la Biblia, o a la propia explicación de la Biblia? La mayoría de los testigos de Jehová se hicieron testigos por que al igual que los bereanos, se les mostró con la propia Biblia que doctrinas como el infierno, la trinidad y el alma inmortal no son bíblicas. Y no es que las personas católicas o evangélicas no crean en la Biblia. A menudo muchas de sus enseñanzas (como los dones milagrosos, la virginidad perpetua de María, la Trinidad, etc) sí son extractos de la Biblia, pero han sido adornadas con el material al que yo califico de "circundante". Éso es lo que genera la tradición religiosa que se perpetua por siglos. El que millones de personas acepten algo, no significa además que esa creencia sea correcta.

Cuando comencé esta investigación estaba muy entusiasmado por la cronología. De hecho, realicé varias teorías que reforzaban la posibilidad de 1914 como el año de la segunda aparición de Cristo. Ésto quizás alegró a muchos lectores testigos que obtenían un reforzamiento para sus ideas. Sin embargo, en mi interior, en mi conciencia, algo estaba mal. "Algo" no cuadraba. Una voz me preguntaba vez tras vez: ¿Cómo puedes armar un esquema cronológico sin tomar en cuenta las declaraciones de la Biblia y la sencillez de ésta?

Yo sabía por mi lectura personal de las Escrituras que Daniel capítulo cuatro no estaba hablando de la dinastía davídica de Reyes, que todos los pasajes en dónde aparece la expresión Parausía aluden a un evento final, y que los relatos proféticos de Daniel y Revelación en el fondo nos muestran una toma del poder real al final de los tiempos. También todas las explicaciones de la Sociedad sobre 1914 las conocía perfectamente, e incluso como señalé hice algunos aportes para reforzar ese entendimiento.

Sin embargo, después de una larga lucha, llegué a la conclusión sabia que si poníamos en la balanza la aplicación cronológica versus la declaración inspirada de la Biblia, la última era la que tenía que pesar. No podía someter la Palabra de Dios a una aplicación cronológica basada en interpretaciones. Aquello era nublar la declaración explícita de la Biblia y ponerla en un segundo nivel. Éste dilema todos los miembros de las religiones que deseen saber la verdad tienen que resolver y enfrentar, tarde o temprano.

Es curioso, y lo he dicho. Paradojicamente los primeros Estudiantes de la Biblia tenían TODO CLARO. Excepto en un punto decisivo y fatal. Ellos sabían que la Parausía era al final, la entronización y destrucción de los reinos eran al final, etc. Habían leído correctamente las Escrituras y al igual que una nueva generación actual, buscaban con ansias la verdad. Por esa razón creyeron que en 1914 sería el Armagedón, el arrebatamiento, etc. El error de ellos no estuvo en lo que decía la Biblia sobre una manifestación final, sino que sometieron dicho entendimiento al marco de una fecha. En realidad, mejor dicho, esa fecha (1914) estaba sometida al entendimiento correcto. El error era asociar una fecha con el entendimiento. Ese fué el error de ellos. Por eso, al fallar las expectativas, se provocó un cambio negativo.

Hoy las cosas son problematicamente al revés. El entendimiento correcto bíblico original se cambió para someter éste a la fecha. En vez de haber desechado la fecha, se buscó que la Biblia de alguna forma la apoyara. Ésto provocó que los pasajes que eran muy claros (y que antes habían entendido bien) fueran ahora malinterpretados y se creó una especie de teoría para sustentar la fecha, en vez de volver a lo expresado con claridad en el pasaje. Por esa razón muchos se resisten a la idea de abandonar la fecha. Las cosas se han torcido ahora al revés. En detrimento del entendimiento bíblico se apuntaló una fecha.

A ese enfrentamiento he llegado de una forma particular, y he optado por el entendimiento bíblico más que por la teoría cronológica periférica que necesita apoyo bíblico y que no lo tiene.

Pero, y ¿que sucede con los ciclos cronológicos de 2520 años? En realidad todos son interesantes y teóricos, pero aún deben confirmarse la exactitud de los años. Por ejemplo, sabemos que por lo menos 1 año o más  complica saber el nacimiento exacto de Jesús o la creación de Adán. Ésto provoca que los ciclos de 2520 años sean interesantes y quizás tengan una connotación verdadera dentro del esquema del Gran Matemático. Sin embargo, otra cosa muy distinta es elevarlos a la categoría de dogma o verdad revelada, o situar un evento tan imporante como la Parausia y la entronización de Jesús con ese año.

Por ejemplo, puede que ya que el Faraón Neko colocó al primer rey vasallo en 607 a.E.C exista la razón para creer que 2520 años después el reino sería restaurado bajo el Mesías. Sin embargo, ¿podemos llegar prematuramente a esa conclusión? Puede ser tentador hacerlo, pero no olvidemos que nuestros impulsos no pueden llevarnos a someter la Biblia a través de la cronología.

El capítulo 4 de Daniel contiene el quid del asunto. Como se analizó en la entrada anterior, no hay ninguna relación contextual que conecte los "siete tiempos" con la goberanción davídica de Reyes. Tenemos la opción de querer hacer y querer creer que es así, pero la sinceridad de nuestra creencia y la devoción con la que la defendamos no la convierte en verdadera.

Podemos realizar una relación descontextual, pero haríamos lo mismo que hacen los adventistas con el "Juicio Investigador".

Ésto nos muestra que efectivamente pueden existir ciclos de 2520 años, pero otra cosa es creer que el Reino Davídico fué restaurado en los cielos al término de dicho ciclo de "siete tiempos".

6 Pues bien, cuando se hubieron congregado, se pusieron a preguntarle: “Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo?”. 7 Les dijo: “No les pertenece a ustedes adquirir el conocimiento de los tiempos o sazones que el Padre ha colocado en su propia jurisdicción; - Hechos 1:6,7

El contexto muestra con claridad que los apóstoles deseaban saber el día de la entronización de Cristo (restauración del Reino). Jesús fué lapidario con la respuesta. No podían ni podemos saber la fecha de la restauración del Reino y su establecimiento. Por lo tanto, 1914 no fué el año de la entronización de Cristo, porque ésto significaría que los hombres del siglo XIX sabían algo que Jesús dijo que no se podría saber.

Ahora bien, si 1914 fué el año de la entronización de Cristo, también significaría que podemos calcular la fecha del fin. No habría diferencia. Podemos hacer juegos de palabras, ideas, etc, pero la lógica es aplastante. ¿Por qué negar que podemos saber la fecha del fin si también pudimos saber la fecha de 1914? Por eso es tan tentador creer que en ese año de 1914 Cristo fué entronizado. Sería nuestra excusa para intentar decifrar el año del fin. Pero en el fondo de nuestro corazón sabemos que estaría destinado al fracaso.

No creo que Jesús haya dicho que no podamos encontrar ciclos cronológicos, pero según el contexto de Hechos, usar "tiempos y sazones", sean éstos "siete", "cuatro", etc, está velado en relación al Reino Mesiánico. Quizás otros eventos si pueden ser entendidos de ésa forma.

Ahora bien es común escuchar argumentos que 1914 fué trascendental en la Historia (por la I guerra mundial), y por esa razón forzosamente habría que arrastrar todo el asunto a la conclusión de que el Reino está gobernando. Pero ese razonamiento es engañoso. ¿Cuál es la razón? Hay opiniones divididas sobre cuál es el acontecimiento más importante de la Era. A los testigos se les muestra las opiniones enfocadas a ese año, mientras que a los adventistas se les muestran las opiniones enfocadas a otro.

Por ejemplo, la historia seglar nos habla de la "Historía Contemporánea". Todos los historiadores nos hablan de que dicha Era humana es en la que estamos sumergidos. ¿Sabe cuál es el hecho que da origen a la historia contemporánea? En una escuela para niños incluso ésto es enseñado y aceptado universalmente.

"""En la historia del mundo contemporáneo, la Revolución Francesa (1787-1799) es uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la humanidad que mayor trascendencia produjo en la organización política, cultural y social de las naciones y cuyas influencias persisten en la existencia de los países de régimen democrático. La Revolución Francesa significó el tránsito de la sociedad heredera del feudalismo, a la sociedad capitalista, basada en una economía de mercado. La burguesía, consciente de su papel preponderante en la vida económica, desplazó del poder a la aristocracia y a la monarquía absoluta. Los revolucionarios franceses no sólo crearon un nuevo modelo de sociedad y estado, sino que difundieron un nuevo modo de pensar por la mayor parte del mundo""". - Historia Universal

Asi que podríamos dedicar un capítulo entero a lo que dicen los historiadores sobre el año climax en la historia de los últimos siglos. Así, incluso la predicción adventista de que la Revolución Francesa era un año señalado era correcta, pero elevarla a la categoría de la entronización o Parausía de Cristo sería el error de la misma forma como elevar el ciclo que apunta a 1914. Igual que el ciclo que apuntó al 2001 y a la caída de las Torres Gemelas, etc.

Pero, entonces ¿cuál es el significado de 1914?,  clamarán muchos.  Ciertamente es menos importante de la asignación que se le ha dado.

Todo indica que en 1914 un posible ciclo de 2520 años terminó en relación al pueblo judío literal. La I Guerra mundial significó que se abrieran las puertas para un proceso (de varías décadas) que terminaría con el retorno de los judíos a Palestina. Levítico y la maldición de la Tierra de Palestina de "Siete Tiempos" sería lo único que haría necesaria una relación, pero no Daniel capítulo 4.

Recordemos que cuando Neko instala al primer Rey vasallo los gentiles comienzan una opresión que finaliza 92 años después con la dedicación del segundo Templo. Desde que terminó el ciclo en 1914, y la maldición supuestamente comenzó a terminar, un proceso inverso de retorno de los judíos a Israel comenzó y éste habría culminado el año 2006 (92 años después de 1914). ¿Qué ocurrió ese año? Comenzó la Guerra del Líbano que ocurrió el 12 de julio de 2006 y finalizó el 14 de agosto. En la tercera semana de los enfrentamientos, iniciados con ataques aéreos, Israel dio paso a la ofensiva terrestre en el sur del Líbano. Desde entonces el Israel político ha afianzado su autoridad en la zona, por un breve tiempo.

Cómo notamos, 1914 tiene su razón de ser. Es el germen que llevó a que todo un proceso con el Israel político se desatará. Un proceso que aún no ha terminado, y que seguiremos analizando. Pero 1914 tiene mucha menos importancia de la que se le ha dado.

Un abrazo.