sábado, 27 de noviembre de 2010

El misterio del gran árbol

Durante muchos años el capitulo 4 del libro bíblico de Daniel ha sido objeto de análisis y de profundos debates. El misterio del gran árbol y de su significado, junto a los enigmáticos 7 tiempos han sido motivo de muchas controversias por parte de diferentes agrupaciones religiosas y puntos de vista  teológicos.
Sin embargo, en honor a la verdad, la explicación es más sencilla de lo que parece. Todo consiste en respetar el contexto de la información, y no hacer asociaciones que estén fuera de dicho contexto, o que no guarden una relación lógica con el asunto que se expone en dicho capitulo.
El relato de Nabucodonosor sobre su sueño comienza de la siguiente manera:
"Ahora bien, sucedió que las visiones de mi cabeza sobre mi cama contemplaba, y ¡mira!, un árbol en medio de la tierra, y la altura de este era inmensa.
El árbol creció y se hizo fuerte, y su altura misma finalmente alcanzó los cielos, y era visible hasta la extremidad de toda la tierra.
Su follaje era hermoso, y su fruto era abundante, y había alimento para todos en él. Bajo él las bestias del campo buscaban sombra, y en sus ramas mayores los pájaros de los cielos moraban, y de él toda carne se alimentaba.
Continué contemplando en las visiones de mi cabeza sobre mi cama, y, ¡mira!, un vigilante, hasta un santo, que venía bajando de los cielos mismos. Clamaba con fuerza, y esto es lo que decía: "Corten el árbol, y desmochen sus ramas mayores. Sacudan su follaje, y esparzan su fruto. Que la bestia huya de debajo de él, y los pájaros de sus ramas mayores.
No obstante, dejen su tronco mismo con las raíces en la tierra, aun con una atadura de hierro y de cobre, entre la hierba del campo; y con el rocío de los cielos sea mojado, y con la bestia sea su porción entre la vegetación de la tierra. Sea cambiado su corazón del de la humanidad, y qué se le dé el corazón de una bestia, y pasen siete tiempos sobre él. Por el decreto de vigilantes es la cosa, y por el dicho de santos la solicitud es, con la intención de que sepan los vivientes que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad, y que a quien él quiere darlo lo da, y coloca sobre él aun al de más humilde condición de la humanidad". (Daniel capítulo 4: 10-17).
Al intentar hacer un análisis de estos versículos debemos tener presentes los siguientes puntos, que deben ser obvios en toda comprensión de lectura:
1- Tenemos un árbol inmenso en medio de la tierra. Su altura había alcanzado los cielos, y era visible hasta la extremidad de toda la tierra. Si somos buenos observadores y usamos comprensión de lectura, nos damos cuenta de qué esto nos da la sensación de un "gobierno" o una "administración" que abarca a toda la tierra, con la sede en el árbol.
2- Era un árbol hermoso que daba alimento y protección, a las bestias del campo, y a los pájaros de los cielos. Esto nos da la impresión de que este árbol "sojuzgaba" o tenía bajo su dominio a las bestias o animales.
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3- Aparece un vigilante, un santo, que baja de los cielos. Éste ser superior da la orden de cortar el árbol y desmocharlo. Aquí vemos la intervención de seres sobrehumanos en ésta cuestión, existiendo una relación con los ángeles, o el mundo espiritual.

4- Como consecuencia, los animales huyen, y al tronco con sus raíces se le coloca una atadura de hierro, siendo el árbol cortado su porción con las bestias y la vegetación de la tierra. Esto nos transmite la idea de un rebajamiento, de una condición en que este árbol es ahora similar a las bestias, de las cuales él antes sojuzgaba.

5-  Su corazón, por lo tanto, será cambiado, del de la humanidad, al de una bestia, y pasaran 7 tiempos en que este árbol cortado estará así, encadenado, o confinado, también nos da la idea de restringido.

6- Es un decreto de vigilantes, y una solicitud por el dicho de santos. Nuevamente vemos que el asunto es algo que involucra a seres celestiales, y a asuntos del mundo espiritual que subyace tras este mundo material.

7- El fin es que los vivientes sepan que el Altísimo es el Gobernante en el reino de la humanidad, y a quien él quiere darlo él lo da. Esta última parte nos ayuda, ya que el punto es hacer entender de qué éste árbol, que se ensalzó, no reconocía a Dios como su soberano, como el verdadero gobernante de la humanidad. También nos muestra de que Dios tenía la intención de colocar en este cargo a alguien que fue considerado humilde en el reino de la humanidad. Sin embargo, también si somos buenos observadores y discernidores, comprenderemos que este árbol era algo ajeno o independiente a esa soberanía de Dios, porque si no hubiera sido así, no se le habría cortado con el fin de reconocer lo anterior. Con el fin de reconocer que Dios era el soberano y no el árbol.
Estos puntos nos ayudan a tener un entendimiento general de la profecía y de su aplicación a nuestros días. Por lo tanto, es lógico, que todos estos puntos que componen el cuerpo, deban respetarse en el análisis. No se pueden dejar algunos aparte, para interpretarlos a antojo, de ese modo se desgarraría el tejido del conjunto en sí. Cualquiera que tenga mente lógica para aceptar lo que es verdad, entenderá y respetará esto que es fundamental para dejar que la Biblia "muestre" su propia interpretación. (Véase libro Razonamiento pág. 385).
Es interesante que Daniel en los versículos 20-25 de este capitulo, aplica al propio Nabucodonosor la visión. Hay mucha bibliografía que analiza esta aplicación al rey, así como de sus años de locura en que manifestó síntomas similares a los de la licantropía. No obstante, muchos investigadores y eruditos están de acuerdo con que la visión trasciende a la propia época y circunstancia de Nabucodonosor, para tener otro cumplimiento de más largo alcance.
Esto es cierto, ya que es un hecho de que muchas profecías bíblicas tienen un doble cumplimiento. Hay un cumplimiento para la época y las circunstancias en las que se da Ja profecía, así como otro cumplimiento, que generalmente se relaciona con el "tiempo del fin" de este sistema de cosas. Daniel no es la excepción, ya que en varias ocasiones alude al tiempo del fin.
    La Sociedad Watchtower durante muchas décadas ha sostenido una interpretación de esta profecía. Ya para el año de 1876 C.T Russell y sus colaboradores habían apuntado que los 7 tiempos del sueño de Nabucodonosor correspondían a 2520 años que finalizaron en 1914. Sin embargo, aquella idea no era nueva. Ya en 1823 John A. Brown. había calculado que los 7 tiempos de Daniel duraban 2520 años. Pero no había discernido con claridad cuándo comenzaría ni cuándo terminaría el período profético. Sin embargo, lo había relacionado con "los tiempos de los gentiles" de Lucas 21:24. También, en 1844, E.B. Elliot, clérigo inglés, señaló a 1914 como la posible fecha del fin de los 7 tiempos de Daniel, pero también expuso otra idea que apuntaba al tiempo de la revolución francesa. En 1849, Robert Seeley, trató el asunto de manera similar. También para 1870, una publicación de Joseph Seiss y sus asociados, presentaron cálculos que señalaban a 1914 como una fecha importante, aunque el razonamiento que usaban se basó en una cronología que C.T.Russell rechazó más tarde.
N. H. Barbour junto a Russell, bebieron y analizaron de las fuentes anteriores, y posteriormente también llegaron a la conclusión de que 1914 era el fin de los 7 tiempos. En 1877, en el libro "Tres mundos y la siega de este mundo " se llegaba a la misma conclusión. Posteriormente con los aflos, y en una cantidad impresionante de libros y revistas, se ha analizado y se ha vuelto a afirmar la misma cuestión.
Ahora bien, hagamos un análisis del razonamiento que por más de un siglo se ha hecho de aquel sueño de Nabucodonor. En cientos de revistas de distintas religiones, libros y folletos se han explicado varios razonamientos. Se ha hecho, a veces de manera sencilla, otras de manera más profunda. En algunos últimos libros publicados, como por ejemplo, el libro "El conocimiento que lleva a Vida Eterna" se ha hecho de manera muy superficial. Sin embargo, todavía hay gente que busca respuestas más contundentes a afirmaciones de fechas proféticas.
Pero volvamos al análisis del capitulo 4 de Daniel. Cuando uno lee la Biblia, y lo hace con una percepción abierta, descubre muchas cosas, y se da cuenta de que la Biblia es más clara de lo que el hombre supone. De hecho, el mismo hombre la ha complicado, con sus interpretaciones e ideas preconcebidas. Es claro, por ejemplo, e indiscutible, que Daniel aplicó una primera interpretación al rey de Babilonia, a un gobernante pagano, que no adoraba a Jehová. El libro de Daniel no da ninguna otra interpretación de este suceso. Y aquí es dónde surge el peligro. Cuando la Biblia, como en este caso, ya da una explicación del suceso profético, y no da otra, existe el riesgo de que cuando damos otra aplicación mayor (que creemos que es así), pueda surgir un error involuntario de conexión con otros relatos que son parte de otros pasajes y otros contextos. No obstante, tal como mencioné al principio, hay unanimidad en que la visión tiene un cumplimiento de más largo alcance. La intuición y otros casos bíblicos lo confirman.
La aplicación del árbol al reino de Israel
El punto que siempre me he preguntado es: ¿Cuál es el razonamiento lógico y sólido para relacionar una visión que se aplicó a un gobernante pagano, que no adoraba a Jehová, para luego darle una aplicación y una conexión con la nación de Israel, siendo ésta entonces la verdadera aplicación de largo alcance de la visión del árbol? ¿Cuál es el nexo? ¿Qué conecta lo uno con lo otro? No soy el único que me he preguntado esto. Incluso los invito a leer varias veces él capitulo 4 de Daniel para que se formen un juicio sobre esto. ¿Cuál es la base en el relato para darle una aplicación a la nación de Israel? Pero he aquí una de las respuestas. En la "Obra Perspicacia para comprender las Escrituras" aparece la siguiente explicación en la pág. 1120:

"Es evidente que el punto clave de la visión es el ejercicio de la soberanía incontestable de Jehová Dios en el "reino de la humanidad", lo que provee la guía para comprender el significado pleno de la citada visión. Al interpretar el sueño, el árbol se aplica a Nabucodonosor, que en ese momento de la historia era el cabeza dirigente de Babilonia, la potencia mundial dominante. No obstante, con anterioridad a que Nabucodonosor conquistara Jerusalén, el reino típico de Dios -que gobernaba desde esa ciudad- era la agencia mediante la cual Jehová expresaba su soberanía legitima con respecto a la Tierra. Constituía un obstáculo puesto por Dios, que impedía que Nabucodonosor lograra suobjetivo de conseguir la dominación mundial. Al consentir que se acabara con ese reinotípico en Jerusalén, Jehová permitió que se cortara su propia expresión visible de soberaníamediante la dinastía davídica de reyes. La expresión y el ejercicio de la dominación mundial "en el reino de la humanidad" pasaron a continuación a manos de nacionesgentiles, sin estorbo alguno por parte de un reino representante de Dios. (Lam. 1:5; 2:2,16,17.) A la luz de estos hechos, se ve que, más allá de su aplicación a Nabucodonosor y deun modo más importante, el "árbol" representa la soberanía o dominación mundial dispuesta  por  Dios". –Perspicacia

He buscado en decenas de libros y revistas, pero la explicación es más o menos similar a la anterior. Unas veces más complejas, otras veces más simples. Pero casi todas apuntan al mismo razonamiento. Es, de hecho, una explicación interesante, pero leyéndola bien, uno se da cuenta, de que no se explica lógicamente y bíblicamente cual es realmente la conexión. Solo se ve una redundancia de ideas y asociaciones. Esto sin duda es involuntario y al final sabremos la razón. Pero, no vemos el nexo, la prueba o relación bíblica, lógica, palpable, de esa supuesta relación con la nación de Israel.
Cuando uno lee el capitulo 4 de Daniel, se pregunta: ¿En qué parte de este relato está dicha relación con la nación de Israel y la dinastía Davídica de Reyes? Evidentemente la relación supuesta se buscó en base a un argumento externo, el que aparece en el subrayado de la cita anterior, pero que si uno lo lee bien, no es algo consistente técnicamente hablando. Incluso carece de apoyo bíblico sustancial, algo que es primordial y fundamental en una interpretación de éste tipo.
Por ejemplo, si el árbol representaba en un sentido más amplio a la nación de Israel, aquella mediante la cuál Jehová como Altísimo expresaba su soberanía, y el tema central, o la lección dada con la acción de cortar el árbol era hacer ver "que sepan los vivientes que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad", ¿por qué entonces Jehová cortó su propia expresión de su soberanía, representada en el árbol? Si leemos bien, captamos que el árbol representa a algo ajeno a la soberanía de Jehová, a algo que se glorifica aparte de ésta, y en independencia de ésta, por eso se le corta y se le humilla. Para que de este modo reconozca y glorifique que Dios es el Altísimo. No representa a algo que ya es la soberanía de Dios expresada, porque si así fuera, ¿porqué se le cortaría? Aquí vemos evidentemente una dicotomía anacrónica extraña que no guarda lógica.
Si leemos bien el relato (el cuál siendo honrados con nosotros mismos, es lo que nos debe dar las pautas, respetando su tejido y contexto), nos damos cuenta de que la aplicación original que da la misma Biblia a Nabucodonosor es la más lógica y aceptable, ya que él era un monarca en oposición a Jehová, y que no pertenecía a la nación de Israel. Evidentemente, cualquier otra aplicación debería hacerse en un marco sustancial similar. Eso es lo lógico, lo razonable. En los casos de otras profecías así se ha hecho. El rebelde siempre representa al opositor, no a quién está de parte.
No obstante, se podría esgrimir que Jehová cortó la propia expresión de su soberanía debido a la infidelidad de la nación de Israel. Sin embargo, esto también carece de lógica en el contexto de este capitulo 4 de Daniel, ya que lo más obvio hubiera sido que Jehová hubiera dado este sueño, o una señal semejante, a un rey de Israel, posiblemente al mismo Sedequías, y no a Nabucodonosor, a quién se lo dio años después de que éste destruyera a Jerusalén. Además, si analizamos el relato completo del capitulo 4 (algo que siempre se debe tener presente al analizar una profecía así, ya que el relato forma parte del todo), nos damos cuenta de que uno de los fines de la interpretación del sueño era advertir a Nabucodonosor sobre que tenía que cambiar de actitud. Ahora bien, si esto hubiera tenidouna aplicación mayor a la "Casa de Israel" lo lógico es que este sueño se le hubiera dadocomo advertencia a algún rey de la dinastía davídica. Muchos podrían decir, que estos reyesfueron advertidos en muchas ocasiones anteriores, pero yo digo que entonces no tendríasentido que esta visión (con otra aplicación mayor a la "Casa de Israel") se hubiera dado aun gobernante caldeo, ¡sobre todo si ya habían pasado años de aquella destrucción! Enrealidad sostener el argumento anterior carece de soporte lógico. Nuevamente no hay  conexión.

Además, si ya para años anteriores a la destrucción de Jerusalén, el sistema administrativo judío estaba ya fracasando y no tenía la aprobación de un Dios Santo, no podría decirse que "estaba representando a Jehová como un árbol en este contexto que nos muestra Daniel.

 Y si hubiera sido así, si aún Jehová respetaba la dinastía de sus propios reyes, aunque estos se portaran mal, ¿porqué era necesario que él cortara su propia expresión de soberanía? ¿No significaba entonces que no la estaba respetando? (Véase el primer libro de Samuel, en dónde David respeta el reinado del rebelde Saúl, el "ungido de Jehová"). Podría decirse que ya había llegado el tiempo para el juicio del pueblo de Israel, según los otros profetas, cosa que es absolutamente cierta. Pero por esas mismas razones no es lógica la relación de la profecía de Daniel respecto al sueño del rey de Babilonia con la nación de Israel. Repasando lo que dice la misma obra "Perspicacia" tenemos la respuesta: "No obstante, con_anterioridad a que Nabucodonosor conquistara Jerusalén, el reino típico de Dios -que gobernaba desde esa ciudad- era la agencia mediante la cual Jehová expresaba su soberanía legítima con respecto a la Tierra; ... Jehová permitió que se cortara su propia expresión visible de soberanía mediante la dinastía davídica de reyes ". Entonces, Jehová, en este caso, ¿porqué tenía que cortar su propia soberanía expresada, si el objetivo de la visión era reconocer eso mismo (que sepan los vivientes que en el fondo el Altísimo es el gobernante en el reino de la humanidad)?
Evidentemente, la nación de Israel sí representaba la soberanía de Jehová, y en otras alusiones también se le asemejó a un tocón o a un árbol, pero siempre había una asociación clara con la nación de Israel. Lo que digo es que en este caso particular, en esta visión profética de Nabucodonosor, no existe dicha relación de manera clara y consistente dentro de la lógica bíblica, o de alguna parte de este capitulo 4 que nos muestre alguna conexión. Como vemos, surgen muchos problemas a la hora de buscar una asociación entre el sueño de Nabucodonosor y la nación de Israel. Sobre todo si tenemos en cuenta de que el objetivo era que los vivientes (la humanidad) reconociera qué Jehová es el verdadero Rey. ¿Pero si Jehová era ya el rey, expresado en el árbol? ¿Por qué cortarlo? ¿No se nos da acaso la idea de un gobierno, un gobernante, o una administración ajena a Dios, y que al final debe reconocer que Jehová es el verdadero gobernante de los hombres? Aquello simplemente es obvio. Por eso en realidad falta base para razonar de que el árbol (en esta profecía en particular) representaba a la nación de Israel, ya que ésta representaba a Dios. En entradas posteriores seguiremos analizando éste capítulo 4 de Daniel y el árbol misterioso.