domingo, 28 de noviembre de 2010

EL ANCIANO DE DIAS Y EL HIJO DEL HOMBRE



En la investigación anteriores hemos encontrado como el propio capítulo 24 de Mateo muestra la posibilidad de que la Parausía es un evento durante la Gran Tribulación, poco antes de Armagedón. Ahora bien, sin duda otros pasajes bíblicos que iremos analizando cada día nos irán arrojando más luz, y nos servirán para descartar o no, esa posibilidad. Ésta entrada fué publicada hace más de un año, pero para beneficio de los lectores se vuelve a comentar.

Estudiemos nuevamente el capítulo 7 de Daniel. Recordemos que este capítulo 7 nos narra las cuatro bestias. Estas tuvieron una aplicación básica para potencias del mundo antiguo. Hoy hay evidencia de que la aplicación definitiva es para el tiempo del fin. El hecho de que en el final del relato del desfile de las Bestias se dice que "el reino y la gobernación y la grandeza de los reinos bajo todos los cielos fueron dados al pueblo que son los santos del Supremo. Su reino es un reino de duración indefinida, y todas las gobernaciones servirán y obedecerán aun a ellos" (Dan. 7:27) nos refuerza y sentencia con que este es un asunto de nuestros días.

Después de la descripción de las tres primeras bestias, las cuales son las últimas potencias de nuestro tiempo, se habla de la Bestia terrible de 10 cuernos, la cual evidentemente es la ONU (o alguna Entidad semejante con poder planetario) con autoridad final sobre el mundo por tres años y medio. Lo interesante, es que el relato es una secuencia de sucesos. La aparición de la ONU con autoridad global es posterior a la aparición de las bestias anteriores. Por ende, en la narración, la aparición del Hijo del Hombre ante el Anciano de Días, también es sigue ésta misma secuencia clara y lógica. No hay mayor misterio, ni necesitamos añadir ni quitar a la Palabra de Dios.  Es secuencial y claro, y no es anacrónico. Observemos y juzgue usted mismo:

7 ”Después de esto seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea!, una cuarta bestia, espantosa y terrible y extraordinariamente fuerte. Y tenía dientes de hierro, grandes. Estaba devorando y triturando, y lo que quedaba lo estaba pisoteando con sus pies. Y era una cosa diferente de todas las [otras] bestias que habían sido antes de ella, y tenía diez cuernos. 8 Seguí considerando los cuernos, y, ¡mire!, otro cuerno, uno pequeño, salió entre ellos, y hubo tres de los primeros cuernos que fueron arrancados de delante de él. Y, ¡mire!, había ojos como los ojos de un hombre en este cuerno, y había una boca que estaba hablando cosas grandiosas.9 ”Seguí contemplando hasta que se colocaron tronos y el Anciano de Días se sentó. La ropa de él era blanca justamente como la nieve, y el cabello de su cabeza era como lana limpia. Su trono era llamas de fuego; sus ruedas eran un fuego ardiente. 10 Había una corriente de fuego que fluía y salía de delante de él. Había mil millares que seguían ministrándole, y diez mil veces diez mil que seguían de pie directamente delante de él. El Tribunal tomó asiento, y hubo libros que se abrieron.11 ”Seguí contemplando en aquel tiempo debido al sonido de las palabras grandiosas que el cuerno estaba hablando; seguí contemplando hasta que la bestia fue muerta y su cuerpo fue destruido y fue dado al fuego ardiente. 12 Pero en cuanto a las demás bestias, sus gobernaciones fueron quitadas, y hubo un alargamiento de vida que se les dio por un tiempo y sazón.13 ”Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea!, con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante, de Aquel. 14 Y a él fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación de duración indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas. (Daniel 7: 7-14)

En el relato aparece por lo tanto, esta secuencia:

1-Desfilan las tres primeras bestias

2-Asume la cuarta bestia

3- El Tribunal del Anciano de Días juzga y destruye a las Bestias

4- El Hijo del Hombre (y sus santos) asume como rey al tiempo de la destrucción de las bestias

5- Se inicia su gobernación sobre la humanidad fiel
 
La claridad es impresionante. ¿En que parte del relato se dice que el cuerno o la cuarta Bestia es paralela a la gobernación del Hijo del Hombre? Sencillamente eso no aparece en el relato. La secuencia muestra que tras la destrucción de dicha Bestia y el término de las gobernaciones bestiales anteriores, el REINO es dado a ese Hijo del Hombre.  Ésto es reforzado por la explicación del ángel a Daniel:

‘En cuanto a estas enormes bestias, porque son cuatro, hay cuatro reyes que se pondrán de pie desde la tierra. 18 Pero los santos del Supremo recibirán el reino, y ellos tomarán posesión del reino para tiempo indefinido, aun para tiempo indefinido sobre tiempos indefinidos’. (Daniel 7:17,18)

Este texto nos vuelve a recordar que los santos (los 144.000) asumen la gobernación sobre la Tierra, tras la destrucción de las bestias y cuando el Hijo del hombre recibe la autoridad como rey sobre la Tierra. Se recalca que su reino es de larga duración a diferencia de los gobiernos humanos (Véase Dan. 2:44).

”Seguí contemplando cuando aquel mismo cuerno hizo guerra contra los santos, y prevalecía contra ellos, 22 hasta que vino el Anciano de Días y juicio mismo se dio a favor de los santos del Supremo, y llegó el tiempo definitivo en que los santos tomaron posesión del reino mismo.23 ”Esto es lo que él dijo: ‘En cuanto a la cuarta bestia, hay un cuarto reino que llegará a existir en la tierra, que será diferente de todos los [demás] reinos; y devorará toda la tierra y la hollará y triturará. 24 Y en cuanto a los diez cuernos, de ese reino hay diez reyes que se levantarán; y hasta otro se levantará después de ellos, y él mismo será diferente de los primeros, y a tres reyes humillará. 25 Y hablará hasta palabras contra el Altísimo, y hostigará continuamente a los santos mismos del Supremo. Y tendrá intención de cambiar tiempos y ley, y ellos serán dados en su mano por un tiempo, y tiempos y la mitad de un tiempo. 26 Y el Tribunal mismo procedió a sentarse, y finalmente le quitaron su propia gobernación, para aniquilar[lo] y destruir[lo] totalmente. (Daniel 7: 21-26)

Esta parte del relato es la explicación del ángel a Daniel, quién sigue intrigado por la visión anterior. Es la explicación de dicha visión. Cómo observamos, los santos asumen el poder tras la destrucción de las bestias políticas, de la cual la cuarta bestia y su cuerno tiene una duración final de tres años y medio. Recordemos que en el versículo 10 se dice que "el Tribunal tomó asiento". Ahora, en la explicación del ángel se nos repite esta acción (ya que el ángel explica la misma visión. No vuelve a dar otra visión): El tribunal toma asiento y destruyen a la bestia. Por lo tanto, el Hijo del Hombre de la visión y sus santos reciben la gobernación sobre la Tierra, al tiempo de la destrucción de los gobiernos humanos. El Hijo del Hombre aparece en escena en los cielos asumiendo su poder y coronación, una vez empezada la Gran Tribulación, y cuando las bestias van a ser destruidas. Por lo tanto, la visión del Hijo del Hombre y el Anciano de Días no ocurre muchas décadas antes del fin, sino para el mismo Fin, cuando las bestias políticas son aniquiladas. Esto armoniza completamente con la Parausía Crística después de iniciada la tribulación.*
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* Nota: De hecho, tal como comenté en una entrada anterior, los primeros Estudiantes de la Biblia así lo tenían claro, pero el error era asociar una fecha (1914) a éstos eventos. No obstante si entendían que la entronización iría de la mano con la destrucción de los reinos humanos porque la Biblia es evidente.

’Y el reino y la gobernación y la grandeza de los reinos bajo todos los cielos fueron dados al pueblo que son los santos del Supremo. Su reino es un reino de duración indefinida, y todas las gobernaciones servirán y obedecerán aun a ellos’. (Dan. 7: 27)

Es evidente, por lo tanto, que los santos y el Hijo del hombre asumen en conjunto la gobernación de la Tierra, tras la destrucción de las bestias, y no antes.