jueves, 25 de noviembre de 2010

Crece la tensión; EU envía portaaviones nuclear a la zona de conflicto

El portaaviones nuclear USS George Washington, que transporta 75 aviones y tiene una tripulación de más de seis mil personas, abandonó una base naval al sur de Tokio y se unirá a los ejercicios conjuntos con Corea del Sur el domingo, dijeron funcionarios de EU en Seúl.

El portavoz del Departamento de Estado, P.J. Crowley, también señaló que Estados Unidos espera que China utilice su influencia para lograr que Norcorea detenga su comportamiento provocador, afirmando que Pekín puede jugar un papel crucial en ayudar a calmar la situación.

Las circunstancias han querido que coincidiera la visita de un grupo de diputados de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN a Corea del Sur, para tratar asuntos relacionados con la seguridad de la región, con el ataque de Corea del Norte a una pequeña isla surcoreana próxima a la frontera del Mar Amarillo. Curiosamente la ONU no ha reaccionado de forma urgente, como si todo apuntara a los países de la OTAN (Cuando la misma OTAN celebró un pacto éstos días para atacar cualesquier zona del mundo en defensa).

Jesús Cuadrado, portavoz de defensa del grupo parlamentario del PSOE y presidente de la delegación española de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN dijo lo siguiente (él se encontraba en Corea del Sur en la delegación de la OTAN el día del ataque):

"La impresión que transmiten los responsables surcoreanos es que para ellos no ha terminado la Guerra Fría. Te enumeran de memoria la cascada de amenazas procedentes de la dictadura norcoreana: pruebas nucleares desde 2006 o ensayos balísticos desde 1998, además del ataque de marzo pasado contra una corbeta, que causó 46 muertos.

En la sociedad surcoreana se ha instalado la idea de que las alianzas militares son inevitables. Frente a la alianza de Corea del Norte con China, necesita la suya con Estados Unidos".

El Conflicto del Rey del Norte y el Rey del Sur no podía ser más claro en relación a Corea del Norte y Corea del Sur.

Jesús Cuadrado agrega: "Tras la cumbre de Lisboa de la OTAN, que ha apostado por el fortalecimiento de la "seguridad cooperativa" como forma de afrontar los desafíos globales a la seguridad y ha iniciado una nueva etapa de colaboración con Rusia, el ataque criminal del pasado día 23 supone un grave retroceso en la construcción de la paz. La comunidad internacional debe reaccionar ante una violación tan flagrante de la Carta de las Naciones Unidas. El gobierno surcoreano está convencido de que se producirá otro ataque y, en ese caso, la respuesta será inevitable".

Hace pocos instantes el ministro de Defensa surcoreano, Kim Tae-young, presentó su renuncia al cargo y el presidente Lee Myung-bak la aceptó, informaron hoy medios de prensa locales. El ministro renunciante fue atacado ayer con dureza en el Parlamento, donde diputados de la mayoría y de la oposición denunciaron la demora y la poca eficacia de la reacción militar surcoreana frente a los ataques del lunes de Corea del Norte. Esto significa que evidentemente el nuevo ministro de Defensa apostará por responder a Corea del Norte. Ésto agrava todo. Una guerra se avecina.

Mientras tanto, Estados Unidos "empuja" y presiona a China para que calme a su aliado, Corea del Norte. Pero el conflicto ya parece inevitable. Ésto podría ser un anticipo del "empuje" entre ámbos reyes (Daniel 11:40).
 
Pero China, el principal aliado político de Corea del Norte, se sumó a las críticas desatadas por el anuncio de la realización de maniobras conjuntas militares entre Corea del Sur y EE UU en el Mar Amarillo y dijo que "no ayudan" a bajar la tención en la región.

Creo que la comunidad de California y Hawai deberían extremar sus precausiones ante lo que podría desatarse en los próximos días. Hace poco (09 de noviembre), una noticia circuló en Estados Unidos. Un misil de extraña procedencia había llegado cerca de la costa de California. Si es así, y si Corea del Norte toma represalias, lo hará efectivamente hacia Estados Unidos. En la Internet podrá hallar sugerencias sobre que hacer ante un ataque nuclear.