110 La expresión de Jehová a mi Señor es:
“Siéntate a mi diestra
hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies”.
2 La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, [diciendo:]
“Ve sojuzgando en medio de tus enemigos”.
3 Tu pueblo se ofrecerá de buena gana en el día de tu fuerza militar.
En los esplendores de la santidad, desde la matriz del alba,
tienes tu compañía de hombres jóvenes justamente como gotas de rocío.
4 Jehová ha jurado (y no sentirá pesar):
“¡Tú eres sacerdote hasta tiempo indefinido
a la manera de Melquisedec!”.
5 Jehová mismo a tu diestra
ciertamente hará pedazos a reyes en el día de su cólera.
6 Ejecutará juicio entre las naciones;
causará una plenitud de cuerpos muertos.
Ciertamente hará pedazos al que es cabeza sobre una tierra populosa.
7 Del valle torrencial en el camino beberá.
Por eso levantará en alto [su] cabeza.
Algunos interpretaron en su tiempo el “sentarse en la diestra”, como la entronización de Jesús a principios del siglo XX (1914). Y la frase “hasta coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies” sería el lapso de espera hasta la destrucción de éstos en Armagedón. Sin embargo actualmente se entiende que ése “sentarse en la diestra” y esperar significa el tiempo desde el año 33 E.C en adelante. Después de resucitar Jesús declaró que “toda autoridad le había sido dada” (Mateo 28:18). Tiempo después Esteban fue el primero en dar testimonio de haber visto en una visión especial a Jesús resucitado en el cielo y a la diestra de Dios, tal como se había profetizado en el Salmo 110:1. (Hechos 7:55, 56.) Luego, otros pasajes bíblicos confirman la idea que ese sentarse a la diestra de Dios corresponde cuando él ascendió al cielo en 33 E.C.
.
Uno de éstos relatos dice:
“Este hombre [Jesucristo] ofreció un solo sacrificio por los pecados perpetuamente y se sentó a la diestra de Dios, esperando desde entonces hasta que sus enemigos fuesen colocados como banquillo para sus pies.” (Hebreos 10:12, 13)
Por lo tanto, ésta parte de la explicación (que da la propia Biblia) es la correcta. Desde 33 E.C hasta nuestros días Jesús ha estado a la diestra de Dios, esperando. No obstante, generalmente se entiende que cuando llegó el tiempo en que Cristo había de comenzar a gobernar, Jehová le dijo: “Ve sojuzgando [o venciendo] en medio de tus enemigos” y llegó el tiempo en dónde los enemigos ya estaban “colocados como banquillo para sus pies”. Esto habría sido en 1914.
Sin embargo, no olvidemos el contexto del Salmo citado.
La expresión de Jehová a mi Señor es:
“Siéntate a mi diestra
hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies”.
La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, [diciendo:]
“Ve sojuzgando en medio de tus enemigos” (Salmo 110:1,2).
Ambas expresiones en realidad aluden al evento final de Armagedón y la destrucción de los reyes. ¿Cómo lo sabemos? El contexto es claro. El versículo 5 dice: “Jehová mismo a tu diestra ciertamente hará pedazos a reyes en el día de su cólera.” (Salmo 110:5). Éstas palabras nos hablan de Armagedón. Por lo tanto el estar a la diestra de Dios y ver que Dios coloca o reúne a las naciones como estrado para los pies del Cristo, significa que Jehová los junta para enfrentarse al Rey de Reyes y que éste los pisotee en Armagedón (Revelación 16:16 y Revelación 17:14)
Y de su boca sale una aguda espada larga, para que hiera con ella a las naciones, y las pastoreará con vara de hierro. Pisa también el lagar de vino de la cólera de la ira de Dios el Todopoderoso.- Revelación 19:15
y pastoreará a la gente con vara de hierro, de modo que serán hechos pedazos como vasos de barro, como lo que he recibido de mi Padre. (Revelación 2:27)
Pídeme, para que dé naciones por herencia tuya,
y los cabos de la tierra por posesión tuya propia.
Las quebrarás con cetro de hierro, como si fueran vaso de alfarero las harás añicos”. (Salmo 2:8, 9)
El Salmo 110 también dice “La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, [diciendo:]“Ve sojuzgando en medio de tus enemigos” (Salmo 110:2).
La expresión “sojuzgar” significa “someter” o “vencer”. Esto solo alude al Día de Jehová en dónde su Hijo someterá a las naciones. Hoy, las naciones no se han sometido ante el Hijo de Dios y no le reconocen. Si Jesús ya estuviera sojuzgando, ya lo estaría realizando desde hace tiempo. Sin embargo, no vemos indicios de que los gobernantes humanos se estén sometiendo o hayan sido vencidos por el Cordero. Al contrario, pronto se reunirán para enfrentarse al cordero de Dios en Armagedón. Esto significa que el Salmo profético 110 aún no se cumple, y que Jesús todavía está la diestra de Dios observando como el escenario mundial reúne a los reyes de la Tierra para ser aplastados por el Reino. Además, la referencia a la vara o cetro (que aparece en los textos citados en remarcado) concuerda en que éste es el instrumento de ejecución final de fuerza en Armagedón. La vara es solo usada al final y no durante un periodo previo de varias décadas antes de la ejecución. Hoy aún no vemos indicios de la “vara de Dios” haciendo añicos a las naciones.
Ahora, veamos los siguientes versículos del Salmo 110:
Tu pueblo se ofrecerá de buena gana en el día de tu fuerza militar. En los esplendores de la santidad, desde la matriz del alba, tienes tu compañía de hombres jóvenes justamente como gotas de rocío. –Salmo 110: 3
El "día de la fuerza militar" es ciertamente el fin del sistema. El que sean “voluntarios prestos” significará la buena disposición del verdadero pueblo de Dios al final. De hecho, “las buenas nuevas del Reino serán proclamadas” como un “gran grito de guerra” final antes de Armagedón, y entonces “vendrá el fin” (telos “fin consumado”)-Mateo 24:14. Al respecto una Atalaya reciente comentó:
“Es posible que en nuestro tiempo haya un incremento semejante en la obra de predicar. Cuando llegue la destrucción de este mundo, seguramente habremos sido testigos de la mayor campaña de proclamación del nombre y el Reino de Dios que haya habido en la historia de la humanidad.
Nuestro mensaje bien podría llegar a ser como “un gran grito de guerra” (...) No sabemos todavía qué papel desempeñará la predicación de casa en casa en la proclamación de estos impresionantes mensajes de juicio divino. Lo que sí sabemos es que antes de que termine “la gran tribulación”, el nombre de Jehová se habrá dado a conocer como nunca antes en la Tierra (Rev. 7:14; Eze. 38:23). – Atalaya 2008 15/7 párr. 15,16
Así que está claro que la proclamación del Reino tendrá una gloriosa culminación ese día en que el pueblo se ofrecerá de “buena gana en el día de la fuerza militar”.
.
Finalmente, los siguientes versículos nos confirman el contexto del cumplimiento de éste Salmo 110:
5 Jehová mismo a tu diestra
ciertamente hará pedazos a reyes en el día de su cólera.
6 Ejecutará juicio entre las naciones;
causará una plenitud de cuerpos muertos.
Ciertamente hará pedazos al que es cabeza sobre una tierra populosa. (Salmo 110)
La claridad se impone y el Salmo nos relata los sucesos terribles del Armagedón. El que es “cabeza sobre una tierra populosa” es sin duda Satanás, quién será reducido a ruinas en cuanto a su dominio sobre la humanidad (su tierra populosa). Luego el diablo será arrestado por mil años.
.
En conclusión, el Salmo 110 nos ofrece una gloriosa descripción de sucesos que comenzarán a cumplirse en la gran tribulación y en el Armagedón final.
“Siéntate a mi diestra
hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies”.
2 La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, [diciendo:]
“Ve sojuzgando en medio de tus enemigos”.
3 Tu pueblo se ofrecerá de buena gana en el día de tu fuerza militar.
En los esplendores de la santidad, desde la matriz del alba,
tienes tu compañía de hombres jóvenes justamente como gotas de rocío.
4 Jehová ha jurado (y no sentirá pesar):
“¡Tú eres sacerdote hasta tiempo indefinido
a la manera de Melquisedec!”.
5 Jehová mismo a tu diestra
ciertamente hará pedazos a reyes en el día de su cólera.
6 Ejecutará juicio entre las naciones;
causará una plenitud de cuerpos muertos.
Ciertamente hará pedazos al que es cabeza sobre una tierra populosa.
7 Del valle torrencial en el camino beberá.
Por eso levantará en alto [su] cabeza.
Algunos interpretaron en su tiempo el “sentarse en la diestra”, como la entronización de Jesús a principios del siglo XX (1914). Y la frase “hasta coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies” sería el lapso de espera hasta la destrucción de éstos en Armagedón. Sin embargo actualmente se entiende que ése “sentarse en la diestra” y esperar significa el tiempo desde el año 33 E.C en adelante. Después de resucitar Jesús declaró que “toda autoridad le había sido dada” (Mateo 28:18). Tiempo después Esteban fue el primero en dar testimonio de haber visto en una visión especial a Jesús resucitado en el cielo y a la diestra de Dios, tal como se había profetizado en el Salmo 110:1. (Hechos 7:55, 56.) Luego, otros pasajes bíblicos confirman la idea que ese sentarse a la diestra de Dios corresponde cuando él ascendió al cielo en 33 E.C.
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Uno de éstos relatos dice:
“Este hombre [Jesucristo] ofreció un solo sacrificio por los pecados perpetuamente y se sentó a la diestra de Dios, esperando desde entonces hasta que sus enemigos fuesen colocados como banquillo para sus pies.” (Hebreos 10:12, 13)
Por lo tanto, ésta parte de la explicación (que da la propia Biblia) es la correcta. Desde 33 E.C hasta nuestros días Jesús ha estado a la diestra de Dios, esperando. No obstante, generalmente se entiende que cuando llegó el tiempo en que Cristo había de comenzar a gobernar, Jehová le dijo: “Ve sojuzgando [o venciendo] en medio de tus enemigos” y llegó el tiempo en dónde los enemigos ya estaban “colocados como banquillo para sus pies”. Esto habría sido en 1914.
Sin embargo, no olvidemos el contexto del Salmo citado.
La expresión de Jehová a mi Señor es:
“Siéntate a mi diestra
hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies”.
La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, [diciendo:]
“Ve sojuzgando en medio de tus enemigos” (Salmo 110:1,2).
Ambas expresiones en realidad aluden al evento final de Armagedón y la destrucción de los reyes. ¿Cómo lo sabemos? El contexto es claro. El versículo 5 dice: “Jehová mismo a tu diestra ciertamente hará pedazos a reyes en el día de su cólera.” (Salmo 110:5). Éstas palabras nos hablan de Armagedón. Por lo tanto el estar a la diestra de Dios y ver que Dios coloca o reúne a las naciones como estrado para los pies del Cristo, significa que Jehová los junta para enfrentarse al Rey de Reyes y que éste los pisotee en Armagedón (Revelación 16:16 y Revelación 17:14)
Y de su boca sale una aguda espada larga, para que hiera con ella a las naciones, y las pastoreará con vara de hierro. Pisa también el lagar de vino de la cólera de la ira de Dios el Todopoderoso.- Revelación 19:15
y pastoreará a la gente con vara de hierro, de modo que serán hechos pedazos como vasos de barro, como lo que he recibido de mi Padre. (Revelación 2:27)
Pídeme, para que dé naciones por herencia tuya,
y los cabos de la tierra por posesión tuya propia.
Las quebrarás con cetro de hierro, como si fueran vaso de alfarero las harás añicos”. (Salmo 2:8, 9)
El Salmo 110 también dice “La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, [diciendo:]“Ve sojuzgando en medio de tus enemigos” (Salmo 110:2).
La expresión “sojuzgar” significa “someter” o “vencer”. Esto solo alude al Día de Jehová en dónde su Hijo someterá a las naciones. Hoy, las naciones no se han sometido ante el Hijo de Dios y no le reconocen. Si Jesús ya estuviera sojuzgando, ya lo estaría realizando desde hace tiempo. Sin embargo, no vemos indicios de que los gobernantes humanos se estén sometiendo o hayan sido vencidos por el Cordero. Al contrario, pronto se reunirán para enfrentarse al cordero de Dios en Armagedón. Esto significa que el Salmo profético 110 aún no se cumple, y que Jesús todavía está la diestra de Dios observando como el escenario mundial reúne a los reyes de la Tierra para ser aplastados por el Reino. Además, la referencia a la vara o cetro (que aparece en los textos citados en remarcado) concuerda en que éste es el instrumento de ejecución final de fuerza en Armagedón. La vara es solo usada al final y no durante un periodo previo de varias décadas antes de la ejecución. Hoy aún no vemos indicios de la “vara de Dios” haciendo añicos a las naciones.
Ahora, veamos los siguientes versículos del Salmo 110:
Tu pueblo se ofrecerá de buena gana en el día de tu fuerza militar. En los esplendores de la santidad, desde la matriz del alba, tienes tu compañía de hombres jóvenes justamente como gotas de rocío. –Salmo 110: 3
El "día de la fuerza militar" es ciertamente el fin del sistema. El que sean “voluntarios prestos” significará la buena disposición del verdadero pueblo de Dios al final. De hecho, “las buenas nuevas del Reino serán proclamadas” como un “gran grito de guerra” final antes de Armagedón, y entonces “vendrá el fin” (telos “fin consumado”)-Mateo 24:14. Al respecto una Atalaya reciente comentó:
“Es posible que en nuestro tiempo haya un incremento semejante en la obra de predicar. Cuando llegue la destrucción de este mundo, seguramente habremos sido testigos de la mayor campaña de proclamación del nombre y el Reino de Dios que haya habido en la historia de la humanidad.
Nuestro mensaje bien podría llegar a ser como “un gran grito de guerra” (...) No sabemos todavía qué papel desempeñará la predicación de casa en casa en la proclamación de estos impresionantes mensajes de juicio divino. Lo que sí sabemos es que antes de que termine “la gran tribulación”, el nombre de Jehová se habrá dado a conocer como nunca antes en la Tierra (Rev. 7:14; Eze. 38:23). – Atalaya 2008 15/7 párr. 15,16
Así que está claro que la proclamación del Reino tendrá una gloriosa culminación ese día en que el pueblo se ofrecerá de “buena gana en el día de la fuerza militar”.
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Finalmente, los siguientes versículos nos confirman el contexto del cumplimiento de éste Salmo 110:
5 Jehová mismo a tu diestra
ciertamente hará pedazos a reyes en el día de su cólera.
6 Ejecutará juicio entre las naciones;
causará una plenitud de cuerpos muertos.
Ciertamente hará pedazos al que es cabeza sobre una tierra populosa. (Salmo 110)
La claridad se impone y el Salmo nos relata los sucesos terribles del Armagedón. El que es “cabeza sobre una tierra populosa” es sin duda Satanás, quién será reducido a ruinas en cuanto a su dominio sobre la humanidad (su tierra populosa). Luego el diablo será arrestado por mil años.
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En conclusión, el Salmo 110 nos ofrece una gloriosa descripción de sucesos que comenzarán a cumplirse en la gran tribulación y en el Armagedón final.