viernes, 26 de noviembre de 2010

Pregunta sobre la entrada anterior

Un lector ha manifestado un pregunta interesante:

Aj
Los discipulos le preguntan o piden a Jesus una señal que les indique su presencia. Si su presencia fuese tan notoria y evidente,¿ porque razon Jesus les pasa a indicar acontecimientos para que ellos reconozcan dicha presencia?

La respuesta de Jesus es directa habla de guerras , terremotos y tode lo demas que sabemos , y también un aspecto clave la predicación de las buenas nuevas como parte de esa señal.

Ahora pregunto ¿podría predicarse un mensaje de buenas nuevas ( para que la gente acepte a Jehová ) a toda la tierra habitada en medio de la gran Tribulación ?.

A que voy con esto : que no puede eludirse el hecho de que la respuesta de Jesus ,sobre su precencia esta ligada a acontecimientos que necesitan tiempo para que se desarrollen plenemente como por ejemlo la presicación de las buenas nuevas.

Un abrazo
 
Respuesta: Recordemos que estamos realizando un estudio imparcial y sin ideas previas. Tratamos de volver al nectar primordial de las declaraciones de Jesús. Para eso centremos nuestra atención en la pregunta de los discípulos:
 
“Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”. -Mateo 24: 3
 
Recordemos que la pregunta de los apóstoles surge en base a las declaraciones de la destrucción del Templo, el no dejar "piedra sobre piedra" (Mateo 24:2) Los apóstoles no están pensando en nuestros días. Ellos estaban preocupados por la destrucción de Jerusalén. "¿Cuando serán éstas cosas?" es una pregunta alusiva a la destrucción del sistema de cosas judío. Y ¿qué será la "señal de tu presencia y de la concluión del sistema de cosas"? está irremediablemente ligado al pensamiento anterior.

Desde la resurrección y ascensión a los cielos de Cristo en 33 E.C, todas las cartas apóstolicas nos muestran que las comunidades cristianas esperaban dicha Parausía como una culminación de sus esperanzas. Por citar un solo ejemplo, Santiago anima a los cristianos del siglo I:

Ejerzan paciencia, por lo tanto, hermanos, hasta la presencia del Señor. ¡Miren! El labrador sigue esperando el precioso fruto de la tierra, aguardándolo con paciencia hasta que recibe la lluvia temprana y la lluvia tardía. 8 Ustedes también ejerzan paciencia; hagan firme su corazón, porque se ha acercado la presencia del Señor.- Santiago 5:7,8
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Durante esa espera los cristianos tenían que estar ocupados en la predicación de las buenas nuevas. Las guerras, pestes y otros sucesos, unidos a la predicación, se cumplieron durante muchas décadas en una escala más pequeña comparada a la actual, pero era evidente que la Presencia (Parausía) de Jesús no estaba manifiesta. El Espíritu Santo y la gobernación de Cristo sobre la congregación era patente, pero su gran Parausía, su retorno, ese evento calificado por los estudiosos como "único e irrepetible" aún no había sido manifestado. En el siglo I, lo único que no alcanzó a tener un cumplimiento fué la Parausía de Cristo.

La pregunta de los apóstoles es: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”. -Mateo 24: 3

Cuando consultan: "¿Cuando serán éstas cosas (la destrucción del sistema judío)?",  reciben la respuesta (que también nos aplica de forma ampliada): "Cuando vean guerras, terremotos, pestes, predicación, etc", entonces el fin estará a las puertas. " Así mismo también, ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a las puertas" - Mateo 24:33.
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Tenemos clara la respuesta sobre "¿cuando serán éstas cosas"?. Pero mirad bien, "y que será la señal de tu presencia y la conclusión del sistema de cosas" es aparte. Es la segunda inquietud, ligada a la anterior.

El error es confundir la pregunta. Por eso he remarcado en color los dos pensamientos de la inquietud. Los acontecimientos de la primera parte no son para reconocer dicha Presencia, sino para alertar que esa Presencia está por llegar. Hay una diferencia en como se plantea la situación. ¿Lo captamos?

La expresión  "y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?" recibe la clara respuesta de Jesús del versículo 15 al 19 cuando el narra los sucesos de la gran tribulación.
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Por esa razón cuando Jesús habla explícitamente de su Presencia y la Señal (ver. 27 y 30) está hablando sobre la gran tribulación. Ahora bien, todas las cosas como terremotos, pestes y predicación alcanzan una culminación tan evidente poco antes del fin que se refuerza la inminencia de la Presencia. La predicación global en su climax no se hará durante la gran tribulación, sino durante los 42 meses anteriores, en la época de la "predicación de los dos testigos". Jehová demostrará que el testimonio (martirio) no dependerá de estructuras legales, sino que a través del Espíritu Santo se logrará un "grito de guerra" final. Entonces "vendrá el fin". Es patente que la predicación no ha alcanzado el climax que Dios desea. Así que durante la época previa a la tribulación, ésta obra  se consagrará.