martes, 2 de noviembre de 2010

"Una vasta compañía mixta"


Uno de los acontecimientos más extraordinarios y que prefiguró nuestra liberación final es sin duda el "éxodo". Ahora bien, No todos los que salieron de Egipto bajo el acaudillamiento de Moisés eran israelitas naturales, circuncisos. “También subió con ellos una vasta compañía mixta, así como también rebaños y vacadas.” (Éxodo 12:38) Cuando los israelitas entraron en la Tierra Prometida, aquéllos llegaron a ser el “residente forastero que está dentro de tus puertas.” (Éxodo 20:10; Números 35:15; Levítico 19:9, 10) Aquella vasta compañía mixta de la antigüedad prefiguró a la “grande muchedumbre” actual de “otras ovejas” del Pastor Excelente, Jesucristo.—Juan 10:14, 16; Revelación 7:9-17.

Pero, ¿quienes realmente son miembros de "la gran muchedumbre"? Recordemos que solo en un sentido pleno la "gran muchedumbre" son los supervivientes "que salen de la gran tribulación". Así que solo la gran muchedumbre será identificada con claridad (o quienes son parte de ella) después de Armagedón.

Y hay otro detalle importante. La gran muchedumbre "ningún hombre la puede contar", lo que muestra que no está sometida a una contabilidad especial de supervivientes. Ésto muestra que dicha gran muchedumbre en realidad es algo muy amplio.

Para sorpresa de algunos, en el folleto "Los Testigos de Jehová. ¿Quiénes son? ¿Que creen?", la Sociedad Watchtower responde a la siguiente pregunta:

¿Creen que son los únicos (los testigos de Jehová) que se salvarán?
No. Millones de personas que vivieron en siglos pasados y que no eran testigos de Jehová resucitarán y recibirán la oportunidad de obtener la vida. Muchas que están vivas ahora pueden ponerse de parte de la verdad y la justicia antes de la “gran tribulación” y así salvarse. Además, Jesús dijo que no debemos juzgar al prójimo. Nosotros vemos la apariencia; Dios ve el corazón. Él conoce todos los factores y juzga con misericordia. Ha dejado el juicio en las manos de Jesús, no en las nuestras (Mateo 7:1-5; 24:21; 25:31).

Según el entendimiento actual y uniendo otros cabos, podemos decir que la tribu de los levitas corresponden a los ungidos dedicados con esperanza celestial y que podrían sobrevivir. Los demás israelitas corresponden a los cristianos bautizados dentro de la congregación cristiana. Y "la vasta compañía mixta" podrían ser personas de todo el mundo (y que están repartidas por todos lados) que han logrado tener una poderosa y estrecha relación con Dios, actúan con bondad y amor dentro de su ámbito. Éstos, para sorpresa de muchos, pasarán con vida a través del fin. Téngalo por seguro. Debido a ésto, todos en conjunto serán llamados "la gran muchedumbre" que sobrevive al fin.

Actualmente el entendimiento de las ovejas y las cabras nos muestra que aún dentro de la congregación cristiana hay individuos que serán catalogados como cabras y no soportarán la refinación final. Saldrá lo que hay en el corazón de ellos.
.
¿Para que predicar entonces?

La predicación cumple un papel trascendental. No sobrevivirán los simples buenos. Lo harán quienes dentro de su ámbito hayan desarrollado una conexión importante con Dios y hayan mostrado pureza interior, amor altruísta, etc. Y esto será independiente de donde se encuentren. Si somos honestos, el noventa por ciento de la gente carece de éstas características. La predicación no tiene como objeto la conversión masiva de las conciencias de todos los seres a determinada religión. Eso sería irracional. Más bien, el propósito trascendente es que los humanos aumenten su nivel espiritual interior y "conozcan" a Dios. Finalmente ésto los salvará. Si algunos logran entrar en la congregación es excelente, pero si otros no alcanzan a hacerlo, o no sabemos si lo logran, no debemos volvernos locos. La obra es de Dios. El Juicio es de Dios. Prediquemos con celo, hágamos discípulos, pero recordemos que solo somos instrumentos.

La humanidad está siendo atrapada en el materialismo y la búsqueda de placeres para que lo espiritual muera en el hombre. La predicación cumple el papel clave de activar conciencias y es un privilegio tener esa herramienta y ventaja. Debido a cómo la gente responda al llamado espiritual, se le marcará o no. Pero no creamos que habrá que esperar para que todos se bauticen y ésto se pueda lograr. La semilla estará insertada. Ahora será cuestión de Dios y la criatura.
.
En otras palabras, estar en la verdad cristiana es algo muy valioso, pero no significa automáticamente tu salvación. Es un privilegio tener el llamado a ser cristiano. Te ayuda a subir varios peldaños y te da ventaja. Sí, estar bautizado da bastante ventaja. Pero no significa que logres solo por eso, que puedas obtener el premio.

Otros seres humanos quizás no sean llamados de ésta forma (estén en culturas cerradas o circuítos de vida difíciles de llegar), y suban por otros senderos más difíciles o solitarios. Dios y ellos lo saben. Con la predicación les ofreces un camino más fácil, pero llegar a la meta, no es algo que nos corresponda entregar. Solo mostramos un camino mejor.

Hay personas que por sus circunstancias especiales tienen que vivir los caminos solitarios. Dios ya los tiene identificados y dentro de su situación, él los salvará.

Si llega el fin, y hay personas en el camino que aún no se han dedicado formalmente, solo el Padre sabrá si se salvarán o no. Incluso, hasta dedicados serán llamados "cabras". Por lo tanto, el juicio del corazón solo Jehová Dios lo sabe y el Hijo. El fin vendrá, independiente de las desiciones religiosas formales de cada persona. Más bien, Jehová observará el progreso interior de pureza en el corazón humano.

Por lo tanto, en el fin, habrá "una vasta compañía mixta" de sobrevivientes. Personas de todos los países y de muchos lugares que ni siquiera imaginamos. Y es posible que muchos que se crean seguros en la salvación no sobrevivan cuando se ponga a prueba su corazón.

C. T. Russell tenía una idea muy interesante sobre "el Pueblo de Dios". Él creía que el "pueblo de Dios" estaba repartido en todos lados. Habían personas de buen corazón en todas las iglesias, credos y sociedades. Y finalmente Dios comenzaría a reunir a ese pueblo. Pero ese "pueblo" ya preexistia en todos lados. En otras palabras, el pueblo de Dios no era meramente una entidad formal titulada. Eran las personas repartidas que tenían que salir de Babilonia la Grande. "Sálganse de ella pueblo mío". Ésto muestra que el pueblo de Dios estaría repartido en muchos sitios. Russell dijo:

Estamos muy contentos de que ustedes estén aquí con el fin de encontrar una vía más razonable y más armoniosa, y abandonando todas las barreras y credos de las iglesias que durante tanto tiempo han separado al pueblo de Dios. ¿No nos regocijamos por eso todos nosotros? ¿No nos sentimos bendecidos con el estudio de la Palabra de Dios? Evidentemente que sí.