domingo, 1 de mayo de 2011

¡Cuidado que no los extravíen!

No importa la sinceridad ni el tiempo invertido en creer una premisa cronológica falsa. No importan los adornos ni la buena publicidad que alimente una expectativa errada. La profecía debe tomar como ingrediente secundario el aspecto cronológico, pero nunca debería enfatizarse que la verdad descansa sobre fechas. Lo del 21 de Mayo y el tal señor Camping está cumpliendo la predicción de Jesús que nos advierte:

"Dijo: “Cuidado que no los extravíen; porque muchos vendrán sobre la base de mi nombre, y dirán: ‘Yo soy ese’, y: ‘El debido tiempo se ha acercado’. No vayan en pos de ellos" - Lucas 21:8

¿Tomaremos en cuenta la advertencia de Jesús o creeremos en la exitación provocada por el señor Camping? Muchos, pese a mirar la advertencia de Cristo, de forma increíble ¡deciden seguir a la criatura en vez de creer en el Creador y su Hijo!

EN EL año 1033, al cumplirse un milenio exacto de la muerte de Cristo, cundía el pavor entre los habitantes de la región francesa de Borgoña, pues se había predicho que el mundo se acabaría para entonces. Una insólita serie de tormentas devastadoras y una grave hambruna acrecentaron el temor de que algo terrible sucedería. Grandes multitudes se dedicaron a la penitencia pública.


Unas décadas antes, conforme se aproximaba el año mil del nacimiento de Cristo (según la cronología de la época), muchos creían inminente el fin del mundo. Se dice que la actividad artístico-cultural de los monasterios europeos se paralizó casi del todo. En su libro Astrology and Prediction, Eric Russell observó: “Durante la segunda mitad del siglo X, la fórmula: ‘En vista de que se acerca el fin del mundo’ era habitual en los testamentos”.


Martín Lutero, iniciador de la Reforma protestante del siglo XVI, anunció la proximidad del fin del mundo para sus días. Según cierta autoridad, Lutero declaró: “Por mi parte, estoy convencido de que el día del juicio está a la vuelta de la esquina”. Otro escritor dijo: “Lutero pudo anunciar la cercanía del cataclismo final estableciendo la correlación entre los acontecimientos históricos y las profecías bíblicas”.


En el siglo XIX, William Miller, a quien generalmente se le atribuye la fundación de la Iglesia Adventista, predijo que la venida de Cristo ocurriría entre marzo de 1843 y marzo de 1844; en consecuencia, algunos esperaban ser llevados al cielo en aquel tiempo.


En épocas más recientes, una confesión de origen ucraniano, denominada la Gran Cofradía Blanca, pronosticó el fin del mundo para el 14 de noviembre de 1993, mientras que Harold Camping, predicador de radio estadounidense, lo fijó para el mes de septiembre de 1994. Obviamente, todas estas fechas estuvieron equivocadas.


¿Ha sido el fracaso de tales vaticinios un motivo para que la gente ya no crea en el fin del mundo? Todo lo contrario. Según U.S.News and World Report del 19 de diciembre de 1994, “el comienzo de un nuevo milenio en el año 2000 ha desencadenado una avalancha de profecías catastrofistas”. La misma revista informa que “aproximadamente el 60% de los norteamericanos cree que el mundo terminará algún día, y casi un tercio de los mismos piensa que acontecerá en unas cuantas décadas” - ¡Despertad! 22 de Junio de 1995.

Este personaje ya había predicho el fin del mundo, pero ahora la diferencia es que el Internet ha aumentado su predica. Sin duda y de forma paradójica él está cumpliendo la predicción verdadera de Cristo: Personajes anunciado su retorno con bombos y platillos en fechas concretas.