miércoles, 10 de agosto de 2011

El estatuto de los cielos



Los cielos están declarando la gloria de Dios;
y de la obra de sus manos la expansión está informando.
Un día tras otro día hace salir burbujeando el habla,
y una noche tras otra noche manifiesta conocimiento.
No hay habla, y no hay palabras;
no está oyéndose ninguna voz de parte de ellos.
Por toda la tierra ha salido el cordel de medir de ellos,
y hasta la extremidad de la tierra productiva sus expresiones.
En ellos él ha establecido una tienda para el sol- Salmo 19:1-4

De alguna forma "muda" los cielos y astros dan alguna información para el hombre. No son simples adornos para maravillarnos, sino que al parecer son un libro de texto que armoniza con la revelación profética. El Salmo nos indica que por esa razón “la expansión está informando” y “una noche tras otra” la bóveda celeste nos entrega información. También se habla del “cordel de medir” de los astros sale por la tierra, lo que de alguna forma muestra una relación armónica entre la cronología y revelación profética con el reloj sincronizado del cosmos.

Desde el cielo pelearon las estrellas, sí,
desde sus órbitas pelearon contra Sísara.-Jueces 5:20

Notamos como las estrellas (posiblemente planetas que son observados como "estrellas" desde la tierra) pelearon desde sus órbitas contra Sísara’, el jefe del ejército del rey Jabín de Canaán, que había oprimido a la nación de Israel por veinte años. Jehová nombró al juez Barac de Israel para que salvara a Israel de aquella opresión y le concedió una victoria aplastante sobre Sísara, aunque este tenía novecientos carros de guerra con hoces de hierro en las ruedas.

Sin embargo, el Cisón se convirtió en un torrente arrollador, e inmovilizó los carros del enemigo. El registro dice al respecto: “Desde el cielo pelearon las estrellas, sí, desde sus órbitas pelearon contra Sísara. El torrente de Cisón los arrolló”. Barac y sus hombres se aprovecharon de esta situación, y el relato dice: “Todo el campamento de Sísara cayó a filo de espada. No quedó ni siquiera uno”. (Jue 5:20-22; 4:10-16.)

Aquí notamos como de forma evidente las fuerzas cósmicas influyeron en el agua, de la misma forma cómo la Luna puede modificar las mareas del mar. Sin duda, esto armoniza con la siguiente declaración:

¿Puedes tú atar firmemente las ligaduras de la constelación Kimá,
o puedes desatar las cuerdas mismas de la constelación Kesil?
¿Puedes hacer salir la constelación Mazarot a su tiempo señalado?
Y en cuanto a la constelación Ash al lado de sus hijos, ¿puedes conducirlos?
¿Has llegado a conocer los estatutos de los cielos,
o podrías tú poner su autoridad en la tierra?-Job 38:31-33

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Este pasaje muestra claramente la existencia de constelaciones (Pleyades, Osa Mayor, etc) y dice que los cielos tienen de alguna forma "estatutos" y "autoridad" en la tierra. Por lo tanto, la idea de una interrelacion entre todas las cosas no se aleja de la Realidad. Claramente los cuerpos celestes como planetas, estrellas y cometas pueden influir en aspectos terráqueos como la gravitación, sismicidad y cambios de polaridad magnética terrestre.

Al estudiar las Escrituras y la Creación encontramos que toda la naturaleza se expresa en términos de crecimiento, germinación y maduración a través de un periodo señalado de tiempo. Es así como los agricultores saben exactamente en que fecha sus frutos germinarán o no. Es de interés que Jesús utilizara este ejemplo cuando habló de profecías que incluían terremotos y señales celestiales:

”Ahora bien, aprendan de la higuera como ilustración este punto: Luego que su rama nueva se pone tierna y brota hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Así mismo también, ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a las puertas”. (Mateo 24:32,33)

Notamos como los grandes sucesos actuales que incluyen fenómenos terraqueos y sociales se deben a una “germinación” de las cosas en un tiempo señalado que está en perfecta sincronía con el reloj de Dios universal. Así que más que pensar que los terremotos de magnitud actuales son producto de una hipotética arma Haarp, lo mas sensato es que el aumento de los terribles terremotos se deben a un cambio terrestre que está en armonía con aspectos cósmicos que tienen que ver con la inminente transformación del planeta en dónde los cometas, planetas y señales celestiales tienen mucho que ver.

Además, lo que definimos como días, meses y años en realidad son los movimientos por el espacio de la Tierra, el Sol y la Galaxia. Así que el paso del tiempo en realidad es inseparable de la creación interestelar. Los astrónomos han descubiertos que los movimientos cíclicos de los astros son tan precisos que pueden programarse viajes espaciales y enviarse satélites. Por lo tanto, es lógico pensar que la cronología (sucesos en el tiempo) cumpla con un esquema o trazado Divino de movimiento. Otra cosa muy distinta es que podamos comprender cabalmente dicho esquema. Aún nos falta mucho por descubrir.

A este respecto es de interés lo que la NASA ha declarado sobre los ciclos solares: “Esta transición ocurre, hasta donde sabemos, cada 11 años en el apogeo de cada ciclo de manchas solares -- como un reloj”-dice la Agencia espacial. En el año 2001 el polo norte magnético se invirtió. Ahora, 11 años más tarde, en el año 2012 el polo magnético del sol volverá a invertirse. No obstante, para ciertos investigadores esto podría coincidir que el polo magnético de la Tierra también se invierta. ¿Será coincidencia que también ciertos paralelismos proféticos señalen al periodo 2001-2012 como los últimos posibles 11 años de dominación humana antes del Nuevo Orden Mundial?

Parece que los cuerpos celestes son señaladores de tiempo que armonizan con la revelación bíblica. Al respecto, la Biblia declara:

Génesis 1:14: “Y Dios pasó a decir: “Llegue a haber lumbreras en la expansión de los cielos para hacer una división entre el día y la noche; y tienen que servir de señales y para estaciones y para días y años”

Lucas 21:25: ”También, habrá señales en el sol y en la luna y en las estrellas”.