"Levántate y mide el [santuario del] templo de Dios y el altar y a los que adoran en él". Esto nos muestra que la evaluación y refinación es aplicada como si fuera una medida (coincidiendo con el término del Modelo del Santuario) principalmente aplicada a los cristianos verdaderos quienes serán evaluados como si fueran un Templo concluído. La Gran Muchedumbre que sobrevivirá sirve en el Templo, así que los miembros fieles que sobrevivirán son incluídos en la medición.
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Matizando y precisando lo que escribí en la entrada anterior podría decir que el "patio" que no es medido son los cristianos que no satisfacen las normas y que no pueden soportar la refinación durante los 42 meses. Sin embargo, la entera "ciudad" (Pacto) es hollada durante los 42 meses. Todo lo que afirme se cristiano será pisoteado.
Notemos que las plagas y la autoridad de los dos testigos es muy similar a los poderes de Moisés y Elías. El fuego, la sequía y el tornar el agua en sangre fueron elementos que caracterizaron su obra profética. Aparte de ser elementos que simbolicen situaciones espirituales, también es posible que los dos testigos anticipen hechos pasmosos que molestarán (atormentarán) a los habitantes de la Tierra. Nunca olvidemos que el gran testimonio cabal a todas las naciones será dado durante este periodo.
"Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. 8 Y sus cadáveres estarán en el camino ancho de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue fijado en el madero. 9 Y los de los pueblos y tribus y lenguas y naciones mirarán sus cadáveres por tres días y medio, y no permiten que sus cadáveres sean puestos en una tumba. 10 Y los que moran en la tierra se regocijan sobre ellos y gozan, y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos dos profetas atormentaron a los que moran en la tierra" - Revelación 11:7-10.
Notamos aquí un detalle muy importante. Se habla de la bestia salvaje que "asciende del abismo". Pues bien, ésta expresión aparece en Revelación 17 cuando se habla de la destrucción de Babilonia la Grande:
"La bestia salvaje que viste era, pero no es, y, no obstante, está para ascender del abismo, y ha de irse a la destrucción. Y cuando vean como la bestia salvaje era, pero no es, y, no obstante, estará presente, los que moran en la tierra se maravillarán con admiración, pero sus nombres no han estado escritos en el rollo de la vida desde la fundación del mundo"- Rev. 17:8
"Y la bestia salvaje que era, pero no es, también ella misma es un octavo [rey], pero proviene de los siete, y se va a la destrucción"- Rev. 17:11
"Estos tienen un solo pensamiento, y por eso dan su poder y autoridad a la bestia salvaje. Estos combatirán contra el Cordero, pero, porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los vencerá. También, los llamados y escogidos y fieles que con él están [lo harán]” - Rev 17:13,14.
Observamos que poco antes de destruír a la Ramera (Rev. 17:15-18) la Bestia asciende del abismo para luego irse a la destrucción. ¡Esto muestra que la Bestia Salvaje sube de su abismo poco antes de su destrucción! Y esto demostraría que la profecía de los dos testigos aún no se cumple.
Cuando la bestia suba del abismo (lo que equivale a que su cabeza sea sanada según la visión de Revelación 13) hará guerra contra los dos testigos. Parece que al término de los 42 meses la obra de los dos testigos es anulada completamente. Esto armoniza con el texto de Daniel que dice:
“Será por un tiempo señalado, tiempos señalados y medio. Y tan pronto como haya habido un fin del hacer añicos el poder del pueblo santo, todas estas cosas llegarán a su fin” - Daniel 12:7.
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Es posible que la referencia a los cadáveres durante los tres días y medio sea una reiteración sobre los tres años y medio de ese mismo profetizar. "Y sus cadáveres estarán en el camino ancho de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue fijado en el madero". Esto podría ser una referencia a la Jerusalén terrestre, pero si regresamos al inicio del capítulo 11 notamos que esto es un pisoteo de todo lo que es cristiano. Cuando Jehová estuvo airado con su pueblo que afirmaba representarlo, él declaró:
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"Oigan la palabra de Jehová, dictadores de Sodoma. Presten oído a la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. “¿De qué provecho me es la multitud de sus sacrificios? —dice Jehová—. Suficiente he tenido ya de holocaustos de carneros y de la grasa de animales bien alimentados; y en la sangre de toros jóvenes y corderos y machos cabríos no me he deleitado" - Isaías 1:10,11.
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Notamos como las religiones formales que dicen representar a Dios y hacen gala de obras, son comparadas a Sodoma. Y precisamente una nación que alegaba representar a Dios entregó a su Hijo para ser muerto por los gentiles. Egipto puede representar a la Nación en la cual se refugian estas religiones. Ambas situaciones simbolizan como los elementos traídores del pacto santo (Daniel 11:30) tienen mucho que ver en la condición de los cadáveres de los dos testigos.
"Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos, y se pusieron de pie, y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “Suban acá”. Y subieron al cielo en la nube, y sus enemigos los contemplaron. 13 Y en aquella hora ocurrió un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad cayó; y siete mil personas fueron muertas por el terremoto, y los demás se atemorizaron y dieron gloria al Dios del cielo" - Revelación 11:11-13.
Notamos como al término de los 42 meses, los cristianos son reactivados y posteriormente son trasladados en una nube. Justamente ésto nos recuerda el arrebatamiento descrito por Pablo:
"porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero. Después nosotros los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con [el] Señor"- 1 Tes.4:16,17.
Precisamente Moisés representa también a los resucitados durante la Parausía y Elías a los trasladados vivos. Ésto fué manifiesto también en la Transfiguración de Jesús de Nazaret. Ahora bien se dice que en "aquella hora" sobreviene el gran terremoto, lo cual concuerda en que los Juicios finales relacionados con la gran tribulación ocurren durante un breve periodo similar a "una hora".
El que "siete mil perezcan" es dentro del contexto simbólico de los "dos" testigos. Jehová Dios le dijo a Elías: “He dejado que siete mil permanezcan en Israel, todas las rodillas que no se han doblado a Baal, y toda boca que no lo ha besado.” (1 Reyes 19:1-18). Pablo citó de este pasaje al decir:
"Dios no rechazó a su pueblo, a quien primero reconoció. ¿Acaso no saben lo que dice la Escritura con relación a Elías, al argüir él ante Dios contra Israel? “Jehová, han matado a tus profetas, han excavado tus altares, y yo solo quedo, y buscan mi alma.” Sin embargo, ¿qué le dice la declaración formal divina? “He dejado que me queden siete mil hombres, [hombres] que no han doblado la rodilla ante Baal.” De esta manera, por lo tanto, también en la época presente ha llegado a haber un resto según una selección que se debe a bondad inmerecida" - Romanos 11:2-5.
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El que "siete mil personas" mueran por el terremoto (relacionado con Armagedón) indica un situación opuesta. A diferencia de lo ocurrido a Elías ahora ya no habrá ningún adorador cristiano ni profeta que quede en la Tierra. Una vez arrebatados los dos testigos, ésta vez no habrá ningún resto de supervivientes. El relato dice que los demás (no los siete mil) se atemorizaron y dieron gloria a Dios, pero ésto no significa ningún arrepentimiento de última hora:
"Y entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre, y entonces todas las tribus de la tierra se golpearán en lamento, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria" - Mateo 24:30.
Notemos como el capítulo 11 concluye de ésta forma:
El segundo ay ha pasado. ¡Miren! El tercer ay viene pronto.
15 Y el séptimo ángel tocó su trompeta. Y en el cielo ocurrieron voces fuertes, que decían: “El reino del mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará para siempre jamás”.
16 Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados sobre sus tronos delante de Dios cayeron sobre sus rostros y adoraron a Dios, 17 y dijeron: “Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, Aquel que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has empezado a reinar. 18 Pero las naciones se airaron, y vino tu propia ira, y el tiempo señalado para que los muertos sean juzgados, y para dar [su] galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra”.
19 Y fue abierto el [santuario del] templo de Dios que está en el cielo, y se vio en [el santuario de] su templo el arca de su pacto. Y ocurrieron relámpagos y voces y truenos y un terremoto y un granizo grande. - Rev. 11: 14-19
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Ésta descripción es idéntica al pasaje de Revelación 16:16-21 que nos habla de Armagedón.
15 Y el séptimo ángel tocó su trompeta. Y en el cielo ocurrieron voces fuertes, que decían: “El reino del mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará para siempre jamás”.
16 Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados sobre sus tronos delante de Dios cayeron sobre sus rostros y adoraron a Dios, 17 y dijeron: “Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, Aquel que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has empezado a reinar. 18 Pero las naciones se airaron, y vino tu propia ira, y el tiempo señalado para que los muertos sean juzgados, y para dar [su] galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra”.
19 Y fue abierto el [santuario del] templo de Dios que está en el cielo, y se vio en [el santuario de] su templo el arca de su pacto. Y ocurrieron relámpagos y voces y truenos y un terremoto y un granizo grande. - Rev. 11: 14-19
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