Algunos lectores me han escrito señalándome el estudio reciente en sus congregaciones sobre la importancia de predicar las buenas nuevas de Jesucristo, tal como lo hacían en el siglo I. El artículo reconoce que hay una posible carencia de este elemento en la predicación de los testigos. Me parece correcto que se haga un enfoque relacionado con la carta a los Romanos. Salvo con el detalle del error de dar a entender que los bebés nacen pecadores, el artículo es muy bueno. Es de esperar que artículos semejantes se vuelvan a publicar, puesto que hay muchas denominaciones que ya predican desde hace mucho tiempo a Jesús.
La razón del artículo puede obedecer a la investigación de algún miembro del Comité de Redacción de la Sede Mundial que vislumbró correctamente el asunto a luz de las Escrituras. Sin embargo, también es posible que sea eclipsado por otros artículos y directrices que aparecen en otras publicaciones. Generalmente ese problema tienen las publicaciones Watchtower. A menudo publican demasiada letra que eclipsa y obscurece a ciertos artículos que cada cierto tiempo enfocan asuntos correctos.
Confiamos en Dios en que los testigos concienzudos a nivel individual capten estas cosas y que de alguna forma se preparen para el hostigamiento por llegar. Mientras tanto, los lectores testigos que desean testimoniar a Cristo ya pueden sentirse libres de hacerlo y mostrar en las narices la revista a quienes aún se opongan a ésta forma correcta de predicar.
